"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

martes, 7 de julio de 2015

Fósiles de una Cuba distante (+Video)





Excavación de arqueólogos cienfuegueros en Cayo Ocampo, 1990.Foto: Cortesía de los entrevistados.

Solo un hallazgo tan peculiar como la reciente aparición en el municipio de Rodas, enCienfuegos, de una pieza dental perteneciente a un tiburón del período Cretácico, consigue deshacer el silencio que en torno al desarrollo de la paleontología y arqueología persiste enCuba, aunque en este caso el mérito corresponda, exclusivamente, a la primera de las disciplinas.

Sin embargo, los aportes de ambas a la historia nacional y conservación del patrimonio geológico y sociocultural, devienen significativos, pese a no contar siempre con los recursos necesarios para el ejercicio de sus labores.

Reynaldo Rojas Consuegra, subdirector curatorial del Museo Nacional de Historia Natural (MNHNC), considera que "como ciencia de los fósiles, la paleontología a nivel mundial es muy fuerte, al poseer una amplia sustentación teórica y un extenso potencial de aplicaciones, reforzados con el despliegue tecnológico, analítico y de laboratorio. Por desgracia, no sucede así en nuestro país".

Las razones, continúa, implican un "asunto cultural (baja tradición), raro financiamiento y nula formación en la especialidad. Los paleontólogos actuales resultan licenciados en Ciencias Pedagógicas, biólogos, geólogos o aficionados.

"En la práctica constituye una actividad empírica, carente de apoyo y casi insostenible, con deficientes fuentes de información de alto nivel o reconocimiento global".

Similar circunstancia pone en aprietos a la arqueología, aun cuando ha sabido navegar con más suerte, pues a juicio de Marcos Rodríguez Matamoros, máster en Estudios Históricos y Antropología Sociocultural, "los arqueólogos cubanos están considerados los mejores de las Antillas y, posiblemente, del Caribe".

¿ÉPOCA DE DINOSAURIOS?

Gracias a la gestión del Instituto de Geología y Paleontología junto al MNHNC, se perciben avances en la evolución de la paleontología en el archipiélago. "Destacan los hallazgos del Domo de Zaza, en Sancti Spíritus; de las Breas de San Felipe en Martí, Matanzas; de los saurios jurásicos en Pinar del Río; de los peces fósiles (tiburones y rayas); sin olvidar el trabajo con los invertebrados fósiles (rudistas, crustáceos, corales…)", comenta Rojas Consuegra.

"A nivel regional, sobresalen el estudio de los vertebrados fósiles en las Antillas (República Dominicana, Haití, Puerto Rico y Jamaica), así como las investigaciones del límite Cretácico-Paleógeno —sobre el impacto meteorítico en Chicxulub, Yucatán—, mantenidas por varios años con la colaboración de Japón, España y México", agrega.

De hecho, la mayor parte de los proyectos emprendidos emana del intercambio con profesionales de otros países, con énfasis en el financiamiento de instituciones y organizaciones extranjeras. Esta filiación resulta visible, incluso, en la presentación de los resultados, los cuales se divulgan en revistas científicas, muchas veces sin posibilidad de acceso para los propios autores de la publicación, quienes dependen de la solidaridad de algún amigo o colega foráneo.

Ahora, la percepción general sobre el rumbo de la paleontología en el país no es favorable. "Con excepción de la micropaleontología —examina los microfósiles no visibles a simple vista, menores de un milímetro convencionalmente—, muy usada en la prospección de hidrocarburos, la macropaleontología, dividida en paleontología de vertebrados, invertebrados y paleobotánica (plantas), se encuentra en grave crisis, al punto de la extinción", explica Rojas Consuegra.

Revertir tal realidad precisa la comprensión de los decisores hacia una disciplina con potencialidades para el auge del turismo, siempre que el aprovechamiento de los georrecursos identificados no afecte el patrimonio. Con ese fin ya emergen algunas ideas, vinculadas al acuario marino del Cretácico Loma La Rioja, en Cruces, y a las Llanadas, en Sancti Spíritus.

LA HISTORIA QUE CUENTAN LOS DESECHOS

En Cuba, la arqueología contó desde el inicio con un fuerte respaldo, si bien las exploraciones realizadas entonces, allá por el siglo XIX, se asentaban sobre principios coleccionistas y descriptivos, una consecuencia derivada de la formación en Francia de los primeros arqueólogos de la Isla.

Tras la intervención norteamericana (1898), comienzan a implementarse nuevos métodos como las excavaciones por estratigrafía, técnica empleada históricamente por la geología. Este "sistema de saqueo del patrimonio cultural", llegó aquí a través del investigador estadounidenseMark Raymond Harrington, quien legó un clásico de la literatura arqueológica en el país: Cuba before Columbus (Cuba antes de Colón), libro publicado en 1921.

El surgimiento de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología (1941), unido a la aparición de varios grupos aficionados (Guamá, Humboldt, Yarabey), marcaron el desarrollo de la disciplina hasta 1959. Con el triunfo de la Revolución, se abre una etapa superior, caracterizada por la alineación al marxismo, específicamente a los conceptos del materialismo dialéctico e histórico.

Rodríguez Matamoros advierte que "el cambio determinó el vuelco hacia una arqueología más objetiva, vinculada al ser humano y al devenir de la sociedad. Ya luego, con la caída del bloque socialista en Europa Oriental, los trabajos de campo cesaron y los pocos estudios se hicieron desde el buró.

"Durante la década del ?90, nace en América Latina la llamada arqueología social, la cual establece una relación entre lo sociocultural y la realidad social a reconstruir, sin negar el marxismo. Al principio se le acusó de revisionista, de ahí que nosotros, aferrados a una aplicación a ultranza, permaneciéramos congelados en el tiempo".

Hoy día, la sistematicidad en las investigaciones permite asistir a hallazgos notables. "Resalta el descubrimiento de un grupo de residuos arqueológicos en las márgenes del río Alcade Mayor, ubicado en las proximidades del asentamiento de Yaguaramas, en Abreus. En esencia, se trata de una cadena de sitios que demuestran la presencia de actividad humana precolombina o prehispánica en el lugar", informa Rodríguez Matamoros.

"Incluso, añade, es muy probable que en Rodas tengamos al hombre más antiguo de Cuba. Hemos encontrado evidencias de una industria de piedra tallada con piezas de grandes dimensiones, similares a las localizadas en la costa norte de Holguín, en el rango de cinco mil a siete mil años".

Las búsquedas no se ciñen, de manera exclusiva, a enriquecer el conocimiento sobre la comunidad primitiva en la nación. Desde hace casi una década, en la ciudad de Cienfuegos ejecutan un interesante trabajo de arqueología colonial, con el patrocinio de la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos en la provincia, y la ayuda del gabinete de arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana y de especialistas de Sancti Spíritus.

Lester David Puntonet Toledo, museólogo, señala que "con la participación de las brigadas de construcción y los vecinos, nos enfocamos en el rescate del patrimonio que aparece en los rellenos de las casas e inmuebles. Hallamos vajillas, frascos de bebidas, restos de alimentos, juguetes y monedas del siglo XIX. Eso nos aporta elementos sobre cómo era la vida cotidiana del cienfueguero en la época decimonónica.

"En este momento, nos proponemos conformar una pequeña colección de los fabricantes e importadores de tejas, losas de pared y piso en la región".

Otros grandes proyectos se materializan en distintos puntos de la geografía nacional, con acento para las exploraciones realizadas en Los Buchillones, Punta Alegre, en Ciego de Ávila; e Chorro de Maíta, en Holguín; y el Valle de los Ingenios, en Trinidad.

Con no pocos tropiezos en el camino, la arqueología cuenta a partir de los desechos un pedazo importante de la historia nacional, y pudiera hacer más desde el punto de vista económico, de explotarse adecuadamente sin riesgo para la preservación de los sitios.

Por esta razón, Puntonet Toledo antepone el criterio conservacionista, en ocasiones evadido. "Aquel que hizo un hacha petaloide o un hacha en forma de sillín de bicicleta—apunta— o el que hizo una vasija de barro, ya no podrá hacerlo más. Aunque se intente hacer en el taller de un artesano, no será igual, porque esas manos desaparecieron. O sea, que aquel indio encontrado en Hoyo de Padilla, en Cumanayagua, con sus costillas fracturadas y dientes llenos de caries, o el aborigen aparecido en Abreus, nos remiten a nuestros primeros pobladores, a nuestros primeros padres". Son los fósiles de una Cuba distante. Y aún por descubrir.



En video, hallazgo de fósiles marinos del período Cretácico en el municipio de Cruces

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