En su apuesta por la inclusión, Rutas y Andares inserta recorridos con guías para la lengua de señas.
CulturaRedacción IPS Cuba 29 agosto, 2015
En 2010, el programa de verano Rutas y Andares recibió el Premio Iberoamericano de Museos y Educación.
La Habana, 29 ago.- Luego de casi dos meses de recorridos por lugares de interés histórico, social y patrimonial, visitas a museos, conferencias y otras propuestas, concluyó la edición 15 del programa cultural veraniego Rutas y Andares, organizado por la Oficina del Historiador de La Habana.
“La presencia de personas de distintas generaciones en esta propuesta cultural constituye consuelo, alegría y estímulo para continuar el trabajo de todos los días”, destacó Eusebio Leal, historiador de la ciudad, sobre la iniciativa que surgió en 2001.
“Lo que tratamos de llenar en este espacio es la memoria social de la historia, las cosas que nos sirven como punto de referencia para luego explicar esa materialidad”, destacó.
Señaló que la asistencia de las familias en Rutas y Andares son un estímulo contra el desaliento, las incomprensiones, la falta de sensibilidad ante los problemas y la tentación de acudir a solucionarlos de forma superficial.
Acercar a las familias cubanas, especialmente las habaneras, al patrimonio cultural atesorado en el centro histórico de la capital, fue quizás el primer objetivo de este proyecto, que fue creciendo hasta ofrecer hoy una propuesta compleja y diversa, dijo Katia Cárdenas, de la Dirección de Gestión Cultural de la oficina.
Como cada año, señaló, los investigadores “siguieron palmo a palmo el proyecto para recoger las opiniones de los participantes, evaluarlo críticamente y proponer adecuaciones que continúen haciendo de él un exponente de la participación democrática en la cultura”.
CulturaRedacción IPS Cuba 29 agosto, 2015
En 2010, el programa de verano Rutas y Andares recibió el Premio Iberoamericano de Museos y Educación.
La Habana, 29 ago.- Luego de casi dos meses de recorridos por lugares de interés histórico, social y patrimonial, visitas a museos, conferencias y otras propuestas, concluyó la edición 15 del programa cultural veraniego Rutas y Andares, organizado por la Oficina del Historiador de La Habana.
“La presencia de personas de distintas generaciones en esta propuesta cultural constituye consuelo, alegría y estímulo para continuar el trabajo de todos los días”, destacó Eusebio Leal, historiador de la ciudad, sobre la iniciativa que surgió en 2001.
“Lo que tratamos de llenar en este espacio es la memoria social de la historia, las cosas que nos sirven como punto de referencia para luego explicar esa materialidad”, destacó.
Señaló que la asistencia de las familias en Rutas y Andares son un estímulo contra el desaliento, las incomprensiones, la falta de sensibilidad ante los problemas y la tentación de acudir a solucionarlos de forma superficial.
Acercar a las familias cubanas, especialmente las habaneras, al patrimonio cultural atesorado en el centro histórico de la capital, fue quizás el primer objetivo de este proyecto, que fue creciendo hasta ofrecer hoy una propuesta compleja y diversa, dijo Katia Cárdenas, de la Dirección de Gestión Cultural de la oficina.
Como cada año, señaló, los investigadores “siguieron palmo a palmo el proyecto para recoger las opiniones de los participantes, evaluarlo críticamente y proponer adecuaciones que continúen haciendo de él un exponente de la participación democrática en la cultura”.
Acercar a las familias cubanas, especialmente las habaneras, al patrimonio cultural atesorado en el centro histórico de la capital, fue el primer objetivo de este proyecto.
Los datos preliminares de la investigación que acompañan esta propuesta cultural arrojan una tendencia al crecimiento, tanto en las opciones como en el número de personas que se adentran en el universo del conocimiento del patrimonio.
“Participo en esta propuesta desde sus inicios. He vivido su crecimiento y la considero una manera diferente de atraer a las personas a la riqueza acumulada en edificaciones y museos, que muchas veces, pasamos por alto en el ajetreo cotidiano”, apuntó la jubilada Rosaura Martínez.
En esta edición se alcanzó un récord de participantes, con un total de 15.327 personas y el concurso de 302 guías y colaboradores.
En el verano 2015 se realizaron rutas guiadas que incluyeron visitas semanales a 15 museos, cuatro especiales que indagaron en temas trascendentales de la historia y cultura, 20 andares temáticos, siete recorridos por el Capitolio Nacional de Cuba y 17 andares virtuales, especialmente diseñados para la tercera edad.
Las alternativas diseñadas especialmente para la infancia, adolescencia, adultos mayores e intergeneracionales comprendieron 83 talleres dedicados a tópicos como las historietas, manualidades, arquitectura, ortografía, diseño, baile, poesía, fotografía y cerámica, entre otros, visitas a tres hospitales pediátricos y cuatro escuelas de la educación superior.
“Fui a varios talleres y me encantó el de arquitectura. Los profesores, muy jóvenes, nos dieron explicaciones y nos alentaron a dibujar”, dijo Paula, una adolescente de 16 años.
Los talleres, organizados por diferentes instituciones de la Oficina del Historiador por cuarta vez consecutiva, contaron con la participación de 1.728 niños, niñas y adolescentes, mientras que los intergeneracionales, para adultos y personas de la tercera edad, con 243 personas.
A partir de la información obtenida en los intercambios con el público, la aplicación de técnicas evaluativas y la recogida estadística, se conoció que los andares con mayores niveles de participación fueron los dedicados a la arquitectura.
Los recorridos más atractivos resultaron los relacionados con los patios de las edificaciones coloniales, los vitrales y la cerámica: entre lo decorativo y lo contemporáneo, en tanto el especial Obra abierta, que acercó a la restauración del Capitolio, estuvo entre las propuestas más solicitadas.
Durante julio y agosto, miles de personas tuvieron la posibilidad de conocer o revisitar la Quinta de los Molinos, así como conocer sobre las artes en el Barroco y la vida y obra de la prima ballerina assolutta Alicia Alonso.
En su apuesta por la inclusión, Rutas y Andares inserta recorridos con servicio de interpretación para las personas sordas, gracias a la colaboración del proyecto Cultura entre las manos, de la emisora Habana Radio. (2015)
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