El panel propuso elementos a tener en cuenta por el VII Congreso del PCC, a celebrarse en 2016.
POLÍTICA Redacción IPS Cuba 8 noviembre, 2015
Especialistas alertan sobre la necesidad de llevar de la mano cambios económicos en Cuba y políticas afirmativas hacia los sectores en desventaja.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
POLÍTICA Redacción IPS Cuba 8 noviembre, 2015
Especialistas alertan sobre la necesidad de llevar de la mano cambios económicos en Cuba y políticas afirmativas hacia los sectores en desventaja.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 8 nov.- La primera Conferencia Nacional del único legal Partido Comunista de Cuba (PCC), en enero de 2012, volvió sobre los lineamientos económicos aprobados en su VI Congreso (2011), sin debatir urgentes cuestiones sociales y políticas, coincidieron asistentes a un panel.Más preocupa que a seis meses de la próxima cita partidista, en abril de 2016, “seguimos sin ver señales de una discusión nacional imprescindible y con enfoque integral sobre el futuro del sistema socialista en el país”, alertó el politólogo Darío Machado, al intervenir en la última edición del espacio de debate Dialogar, dialogar
¿Cómo se puede hacer política si no tenemos un programa que articule esos lineamientos, que digan, por ejemplo, hasta dónde se va a privatizar en el país? ¿Cómo enfocaremos el problema político en la sociedad?, preguntó Machado.
Lamentablemente, dijo, “este debate ha estado insuficientemente fertilizado en el mundo simbólico de nuestra sociedad”. Valoró que, sin una subjetividad social enriquecida, los análisis en torno al VII Congreso del PCC “serán pobres”.
Convino además en la necesidad de articular las actividades socioeconómicas, organizativas, jurídicas, normativas e ideológicas.
“Ello resulta esencial cuando se construye una sociedad de modo consciente —como la socialista—, de lo contrario, se le transmite al pueblo una especie de esquizofrenia y desorienta su actuación”, argumentó.
El encuentro, con el auspicio de la no gubernamental Asociación Hermanos Saíz, tuvo lugar el pasado 23 de octubre en el capitalino Pabellón Cuba, y estuvo dedicado a valorar el significado y vigencia del discurso de Fidel Castro el 17 de noviembre de 2005, en la Universidad de La Habana.
Aquella intervención revistió un valor singular debido a la alerta del entonces presidente cubano sobre las posibilidades reales de que el proceso revolucionario iniciado en 1959 fuera revertido e, incluso, se destruyera por la corrupción y errores internos.
El también politólogo Emilio Duharte consideró que el discurso de Fidel, “un material de gran impacto teórico, práctico, político e ideológico”, y su polémica tesis sobre la reversibilidad del socialismo, “poseen una estrecha relación con las reformas políticas necesarias en la Cuba de hoy”.
A su juicio, la llamada actualización del modelo económico, emprendida por el gobierno de Raúl Castro desde 2008 “debe ir acompañada de la actualización del modelo político, social, cultural e ideológico que garantice la integralidad de los procesos de transformación revolucionaria de la sociedad cubana”.
Duharte destacó la existencia de espacios alternativos —medios digitales, redes sociales, blogs, correo electrónico—, donde se habla de estos temas, mientras las organizaciones e instituciones oficiales siguen al margen de esa discusión.
A su juicio, urgen mayores niveles de participación popular, más sistemáticos y efectivos, como fuente de construcción nacional del consenso y legitimidad del proceso revolucionario.
Por su parte, el bloguero Iroel Sánchez mostró preocupación por fenómenos sociales emergentes que “comienzan a mostrar la desigualdad como un signo del progreso”.
Y se mostró contrario a una fractura en la movilidad social por esta causa.
Asimismo, el politólogo Esteban Morales señaló que “el discurso de Fidel debió estar en el tintero y ser refrescado cuando se hizo la Conferencia Nacional del PCC”.
Insistió en la presencia de la intelectualidad en los medios de comunicación nacionales para ventilar análisis objetivos sobre tales cuestiones.
Agregó que solo con la implicación de la ciudadanía podrá encararse con realismo la batalla contra la corrupción y la burocracia. (2015).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar