Escrito por Paquita Armas Fonseca, especial para CubaSí
Las últimas horas del 2015 y las primeras del 2016 fueron muestra de que es posible hacer no una mejor televisión, sino una buena televisión.
Estéticas tan diferentes, incluso modos de ser, como los de Roly Peña, Ignacio Hernández, Julio Pulido, Frank Lage y Danilo Sirio se unieron para conseguir un espectáculo de cerca de cuatro horas, en las que articularon la buena música cubana, el humor y la danza.
En alta definición se grabó y transmitió Cuba es mía, para los cubanos, congoleños, franceses, y quizás hasta marcianos que sintonizaron la señal nacional o la internacional de Cubavisión, desde las nueve y treinta de la noche hasta entrada la madrugada.
Intervinieron orquestas como los Van Van, Isaac Delgado, Septeto Santiaguero, Anacaona, Leoni Torres y también Tony Ávila, Samplin, Luna Manzanares, y Raúl Torres a dúo con Mónica Mesa en su esencial tema Cuba, estreno en televisión, en un elenco donde reinó la cubanía. Al nivel de nuestras estrellas, la puertoriqueña Olga Tañón se sumó a la fiesta de fin de año.
El tema de Cuba es mía lo creo Frank Lage con orquestación de Manolito Simonet. La parte musical fue filmada durante cuatro días en el Club Almendares, mientras La gente del barrio, nuevo nombre de Vivir del cuento para ese programa, tuvo un día para montar las escenas que vimos hace unas horas. Jaime Fort, escribió el guión que permitía ir de la casa de Pánfilo al escenario con un pie forzado: las distintas tradiciones que se cultivan para el fin de año.
Las coreografías de Roclan y Odalis Rivero influyeron en un ritmo muy especial y que tuvo un momento singular en Habana Compas Dance
Blanca Rosa Blanco, siempre profesional, junto a Luis Silva y Omar Franco se encargaba de que fluyera el río musical. Y, maravillas de la tecnología, vimos a Pánfilo y Ruperto conversar con Silva y Franco. Fue un montaje tan bien hecho, como toda la post producción, que parecía efectivamente un intercambio entre dos conductores y dos ancianos perdidos.
Esas horas de disfrute televisivo mientras bebíamos, comíamos, bailábamos, reíamos y hasta podíamos discutir, le costó al equipo de producción y de post, días y noches sin dormir. Porque lograr que en las pantallas led el brillo y el color se correspondieran con el ritmo de la música, o que los colores de nuestra bandera estuvieran integrados a la escenografía, no es una tarea nada fácil. Tiene que haber muy buena edición y una producción eficaz, a cargo de Ernesto García, para que la voz se escuche bien y se aprecie el movimiento en una danza.
Yoruba Andabo y los Guaracheros de Regla a golpe de conga llenaron el ambiente de nuestros ancestros y cuando se pensaba que todo acababa, después del receso de las doce de la noche, llegaba el BUM con más música y los mismos animadores, hasta que Pupy cerró el espectáculo cómo sólo él puede hacerlo.
Disfruté de esa explosión de música, humor, colores y recordé que hace unos meses Joel Ortega me habló de un sueño: hacer un musical amenizado con Silva y Franco. Aquella idea la ha empujado RTV comercial, la empresa que Joel dirige y que demuestra como formas de producción diferentes, siguen propiciando mejores resultados. A Duaba, UNO, Sonando en Cuba se une este hermoso canto de cubanía que tuvo un pequeño lunar ¿Por qué el cubanazo, campechano, popular (mi amigo) Chequera llevó un gorrito de Santa Claus?. Sé que es común de norte a sur, de este a oeste, la globalización nos lleva a eso: a usar un gorrito cercano a la nieve, en un país con tanto calor necesitado de frescos sombreros de yarey. Pero ¡zas! lo borré y me quedo con las múltiples imágenes y música con sabor a palma real y mariposas que me dejó esta Cuba es mía.
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