Las autoridades buscan armonizar la conservación y uso sostenible de los recursos ambientales en las estrategias de desarrollo.
MEDIO AMBIENTE Redacción IPS Cuba 7 Marzo, 2017
Los propios jardines cubanos ofrecen claros ejemplos de la diversidad biológica.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
MEDIO AMBIENTE Redacción IPS Cuba 7 Marzo, 2017
Los propios jardines cubanos ofrecen claros ejemplos de la diversidad biológica.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 7 mar.- La estrategia nacional ambiental hasta 2020 propone acciones para detener y revertir las amenazas a la diversidad biológica, identificada hoy como el principal problema ambiental de Cuba.
El Programa Nacional sobre la Diversidad Biológica 2016-2020, presentado en febrero último y la clave para implementar la política ambiental cubana durante el período, persigue mejorar los indicadores de conservación además de sensibilizar y movilizar a la sociedad, instituciones y organismos.
“Responde a uno de los compromisos contraídos con la Convención sobre la Diversidad Biológica y representa el mecanismo para integrar las acciones de conservación y uso sostenible de la diversidad biológica en el país”, valoró en la presentación Daysi Vilamajó, investigadora del estatal Instituto de Ecología y Sistemática.
Amenazas a la vista
La Lista roja de la flora cubana, estudio realizado por unos 80 especialistas de más de 30 instituciones nacionales, arrojó que casi la mitad de esta se encuentra en peligro de extinción.
En su segunda edición, el documento indicóque, pese a ser una de las floras insulares más diversas del orbe, ha perdido parte de su riqueza al tener declaradas extintas 25 especies florísticas y que 20 por ciento de su riqueza se encuentra en peligro crítico.
Los estudios destacan que, aunque más de 70 por ciento de la flora amenazada se encuentra bajo algún grado de protección dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, queda buen trecho por andar en la conservación de la diversidad.
Observan problemas como especies exóticas invasoras, deforestación, fragmentación, ganadería no amigable con el entorno y la agricultura.
El programa trazacinco objetivos: abordar las causas de la pérdida de la biodiversidad, controlar sus amenazas y fomentar su utilización sostenible, promover la conservación de hábitat, especies y genes, favorecer la restauración y conservación de los ecosistemas y mejorar las capacidades nacionales para la ejecución del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Con 20 metas nacionales y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente como organismo rector, la plataforna inserta a cada una de las entidades responsables de las metas y establece el plazo de su cumplimiento, así como los indicadores que medirán los progresos.
No son pocos los ministerios involucrados, entre ellos, el de Educación, Agricultura, Industria Alimentaria, Turismo, Construcción, Economía y Planificación, Finanzas y Precios, Fuerzas Armadas, del Interior, y Salud Pública.
También le competen responsabilidades al grupo empresarial azucarero, los institutos de Planificación Física y Recursos Hidráulicos (INRH), así como los Órganos Locales del Poder Popular (gobiernos locales).
El texto orienta,por ejemplo, concluir el diagnóstico de fuentes fijas de contaminación atmosférica y monitorear de las emisiones, por parte del Ministerio de Salud Pública.
Al INRH, entre otras acciones, le corresponde incrementar la cobertura del tratamiento de residuales líquidos, con inversiones en nuevas capacidades, mantenimiento y reparación de los sistemas existentes e impulsar la introducción de tecnologías ambientalmente avanzadas.
Es responsabilidad del Ministerio de la Agricultura controlar quesean manejados sosteniblemente al menos 80 por ciento del patrimonio forestal del país, 35 de las áreas boscosas de montaña y 30 por ciento de las tierras de café y cacao.
Y el Ministerio de la Industria Alimentaria deberá, en un plazo fijado, identificar en las zonas de pesca las especies más vulnerables y establecer límites de captura para al menos 20 por ciento de estas especies, en busca de recuperar los ecosistemas marino–costeros y acuícolas.
Esa entidad deberá asumir amplias cuestiones relacionadas con el mar, desde la actualización de la legislación sobre recursos acuáticos, el uso de artes de pesca masiva, el cumplimiento de las regulaciones pesqueras en zonas de alta significación económica y social; y fortalecer los mecanismos para el control de la pesca no estatal y de autoconsumo social, entre otros.
Sepropone conservar 20 por ciento de las zonas terrestres y 27 por ciento de las zonas marinas y costeras, de importancia para la diversidad biológica y los servicios ecosistémicos.
Para acompañar las acciones, el programa contempla también las necesarias acciones para la sensibilización y la transmisión de conocimientos a toda la sociedad.
El programa fue elaborado bajo la conducción del proyecto Plan Nacional de Diversidad Biológica para apoyar la implementación del Plan Estratégico del Convenio sobre la Diversidad Biológica 2011– 2020 en Cuba, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (2017)
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