Este lunes, y para vergüenza del gobierno de los Estados Unidos de América, se cumplen 114 años de la imposición a Cuba de un tratado para perpetuar la dominación imperialista y garantizar la permanencia de una base militar en la oriental provincia cubana de Guantánamo, que se mantiene hasta hoy contra la voluntad del gobierno y pueblo cubanos.
Nunca olvidaré a un profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, Miguel D.Estefano, quien advertía siempre sobre el fariseísmo de la política exterior de Estados Unidos, ratificado por el presidente Donald Trump el pasado 20 de mayo, fecha que Washington sigue celebrando como la de la independencia de Cuba cuando en realidad marca el inicio de la República neocolonial, cuyo primer presidente Tomás Estrada Palma fue precisamente quien firmó el Tratado de relaciones onerosas con Estados Unidos.
Donald Trump, quien en estos días se pasea por el mundo vendiendo armas a sus aliados, y regalando alguna que otra declaración sobre la democracia y los derechos humanos, olvidó decir en su mensaje del 20 de mayo que precisamente ese día del año 1985 el gobierno de Estados Unidos inició las transmisiones de la mal llamada Radio Martí, que no ha logrado su propósito de subvertir el orden interior en Cuba, pero sí ofendió a todo el pueblo cubano por la utilización inescrupulosa del nombre del héroe y apóstol de la independencia cubana, José Martí.
Los colegas de la televisión cubana, al referirse a la declaración de la Casa Blanca del pasado sábado, hicieron bien en calificar de ridículo el mensaje de Trump, y calificarlo también como “el mal asesorado Presidente de los Estados Unidos”.
Pero los cubanos no seguimos el consejo del anterior jefe de Estado yanqui, Barack Obama, quien durante su visita a Cuba pidió que nos olvidáramos del pasado. Y es que duele la permanencia de una base militar en Guantánamo impuesta hace más de un siglo y el mantenimiento de un bloqueo económico, comercial y financiero que el escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, calificó como la mayor violación de los derechos humanos cometida en América.
El día de la independencia cubana no es el 20 de mayo, cuando en 1902 nació una República mediatizada, sino el primero de enero, porque no fue hasta el triunfo de la Revolución en 1959 que Cuba accedió plenamente a su soberanía e independencia, y fue posible entonces eliminar el racismo y la discriminación introducidos por las tropas yanquis que ocuparon el territorio antillano durante la intervención oportunista de Estados Unidos en la guerra hispano-cubana.
Prohibido olvidar, como ha dicho el presidente saliente de Ecuador, Rafael Correa Delgado, el hombre que deja en su legado a los ecuatorianos, entre otras realizaciones, haber cerrado la base militar que los Estados Unidos tenían en la ciudad ecuatoriana de Manta.
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