Por José Conde*Cubainformación.-
Peligroso es el tiempo en que los Imperios se desmoronan. Con Donald Trump, la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, sumida en el caos, el aislamiento, y la pérdida de credibilidad a nivel internacional, pareciera anunciar el fin del llamado “American Century”.
Cual persona que se está ahogando, Donald Trump lanza manotazos buscando un asidero que pueda salvarlo de la muerte política, producto de los muchos escándalos y conflictos de intereses que le rodean, ya los tambores se escuchan en Washington. Y aunque no cambie su típica cara malhumorada, tiene miedo.
Ese es el trasfondo real de la “nueva política” hacia Cuba, que en el día de ayer fue firmada por el presidente de los USA y que es un claro retroceso a los avances logrados con el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y USA iniciado en 2014. Lo más triste de todo ello, es que, quienes realmente están detrás de ese cambio de política, es la actitud inescrupulosa de personas de origen cubano, llenas de resentimientos y odios. Pero se le podrá pedir peras al olmo?
Sin dudas, son tiempos difíciles para la Patria. Pero el tiempo y los acontecimientos históricos no pasan por gusto. El pueblo cubano, gran artífice de la Revolución, sabrá una vez más empinarse.
El recién fallecido intelectual revolucionario cubano Fernando Martinez Heredia, resumía en estas palabras la disyuntiva a la que nos estamos enfrentando:
“...nuestra patria ha crecido tanto, que lo que fue Yara hoy es Cuba, y Cuba es mucho más que una isla liberada.
El antagonista en el mundo actual también es mucho más grande y poderoso, cuenta con inmensos recursos materiales y una cultura ubicua, muy capaz e incluso atractiva, que es su arma principal en esta fase de su guerra contra Cuba. Pero es el mismo enemigo de que este país pudiera ser independiente desde hace doscientos años, el mismo que truncó la gran revolución libertadora hace 118 años e impuso su dominio neocolonial, el que ha hecho todo lo que ha podido contra este pueblo desde 1959, el águila rapaz, grande en el crimen y en la inmoralidad. Aspira a debilitarnos y dividirnos, a reclutar cómplices y acabar con la sociedad que hemos creado entre todos y con la soberanía nacional.”
Mister Trump, más que Coco, está demostrando ser un payaso entrampado en el Stablishment de la política estadounidense. Y en Cuba no creemos en el Coco.
Por lo pronto, hoy vuelven a resonar las palabras de Fidel en una de sus últimas apariciones públicas “el pueblo cubano vencerá.”
*José Conde, teólogo y poeta (Pres. de la Asociación de Cubanos Residentes en Alemania “La Estrella de Cuba”).
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