29 DE SEPTIEMBRE DE 2017 9:56 AM
Estados Unidos retirará la mayor parte de su personal de su embajada en La Habana, tras misteriosos ataques sónicos que han causado varios problemas de salud a una veintena de diplomáticos, confirmó el viernes una fuente del gobierno estadounidense a el Nuevo Herald.
El gobierno estadounidense ordenó retirar el 60 por ciento de su personal de la sede diplomática en La Habana. Adicionalmente, emitirá una alerta recomendando a los estadounidenses no viajar a la isla debido a los ataques. La emisión de visas en La Habana también quedó suspendida por tiempo indefinido.
Las medidas, reportadas primero por AP, intentan proteger a los diplomáticos y sus familiares de lo que el secretario de Estado Rex Tillerson calificó de un “ataque a la salud” del personal diplomático en La Habana.
La diversidad de síntomas, desde pérdida de audición hasta daño cerebral, así como la diversidad de descripciones de los sonidos escuchados, han dejado confundidos a los expertos.
Según una fuente del Departamento de Estado hay 21 casos confirmados por esa agencia de personas afectadas, no 25 como se había reportado. La fuente también subrayó que los ataques no ocurrieron en la embajada estadounidense. Anteriormente, se reportó que funcionarios del gobierno estadounidense creían que los ataques ocurrieron en las casas de los diplomáticos, todas contratadas al gobierno cubano, y en en el Hotel Capri, en la capital.
La retirada del personal ocurre tras una reunión de alto nivel el martes entre Tillerson y el ministro cubano de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez, que no parece haber ido muy bien. Según un comunicado del Departamento de Estado, Tillerson “transmitió la gravedad de la situación y subrayó las obligaciones de las autoridades cubanas de proteger al personal de la Embajada y a sus familias, conforme la Convención de Viena”.
La reunión fue solicitada por el gobierno cubano. Una semana el gobierno cubano había recurrido a Josefina Vidal, quien había encabezado las negociaciones con EEUU pero desde julio había sido nombrada embajadora en Canadá, para representar a Cuba en una reunión bilateral que también tocó el tema.
Desde el inicio, el gobierno cubano negó ser responsable o cómplice de los ataques y permitió la entrada a la isla del FBI para investigar. Pero las declaraciones de Rodríguez, considerado un conservador en el gobierno, parecen haber agudizado la crisis.
Según un comunicado del MINREX, Rodríguez comunicó a Tillerson que “de acuerdo con los resultados preliminares obtenidos por las autoridades cubanas en su investigación, que ha tenido en cuenta datos aportados por las autoridades de EE.UU., hasta el momento no hay evidencias de las causas y el origen de las afecciones de salud reportadas por los diplomáticos estadounidenses”.
El canciller también se quejó de la “injustificada” decisión del gobierno de Estados Unidos de expulsar a dos diplomáticos cubanos de Washington y que “sería lamentable que se politizara un asunto de esta naturaleza y que se tomen decisiones apresuradas y sin sustento en evidencias y resultados investigativos concluyentes”.
Tras la reunión, diplomáticos cubanos han estado tuiteando frenéticamente estos argumentos y compartiendo artículos de la prensa oficial sobre el tema.
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