"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 13 de julio de 2018

“En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós”, Gabriela Mistral



Foto: Raquel Pérez Díaz

Este es el último post de Cartas desde Cuba, lo escribo con tristeza. Tras una década de en el ciberespacio informando sobre la realidad de los cubanos, el blog debe desaparecer, ya no tengo posibilidades de continuar, el cerco se ha cerrado.

Primero se negaron a acreditarme por El siglo-europeo, revista a la que está suscriptos todos los diputados del partido de gobierno de España, y después por Le Monde Diplomatique. Me quedó claro que vetarían cualquier medio que presentara.

Impidiéndome ejercer el periodismo en Cuba, me obligan a buscar trabajo fuera, ampliar las asesorías que realizo y, tal vez, volver a impartir clases, como he hecho en la universidad de La Habana, en la Complutense de Madrid o en la de Tijuana.

Quisiera aprovechar además para escribir otro libro sobre mis años en Cuba, lo cual no había podido hacer debido a la falta de tiempo. Cartas consumía muchísimas de mis energías, escribiendo los post, aprobando comentarios o participando de los debates.

No me quejo, hicimos buenas cosas, llamamos la atención sobre la muerte de una treintena de pacientes del psiquiátrico, sobre la corrupción en la aviación civil en tiempos del General Acevedo o sobre la extraña negociación que precedió al reciente accidente aéreo.

Lo que más me enorgullece es pensar que gracias a Cartas se conoció y resolvió la intervención quirúrgica en España de Rafaelito y apareció la pieza de repuesto del aparato de radiaciones para enfermos de cáncer del hospital Ameijeiras, la cual llevaba 20 días durmiendo en la aduana.

Foto: Raquel Pérez Díaz

Rompimos el dialogo de “guetos”, logrando que unos y otros oigan los argumentos del adversario, y demostrando que cubanos de diferentes tendencias políticas pueden debatir en un ambiente de respeto, si se crea el marco adecuado para ello.

Cierto es que usamos un lenguaje duro y poco diplomático. Tiene que ver con la forma de discutir del rioplatense y con el apasionamiento de los caribeños. Sin embargo, al final tuvimos comentarios basados en argumentos y respaldados por fuentes.

Una de las críticas que me hicieron en la dirección de la Unión de Periodistas de Cuba fue permitir que personas contrarias a la Revolución la criticaran. “Tú sabes que el periodismo digital es el artículo de prensa más los comentarios”, me dijo la especialista.

Decía la verdad pero en Cartas se les brindó el mismo espacio a los revolucionarios para que expresaran sus puntos de vista. Confundir el papel de “mediador” del periodista digital con el del “censor” es un grave error que solo sirve para perder credibilidad.

Cartas fue un espacio para todos y la mayor prueba es que los últimos meses hemos vivido de las contribuciones de nuestros lectores. Recibimos 3810 euros entre los aportes llegados por el crowdfunding, lo que entró a mi banco y lo entregado directamente en mano.

En la cuenta bancaria que abrimos en Cuba, a pedido de nuestros lectores, hemos recibido nada menos que $ 2730.71. Me sentí feliz de que tantos cubanos de dentro y de fuera de la isla hayan considerado que valía la pena aportar para mantener vivo el blog


Foto: Raquel Pérez Díaz

Los enemigos de Cartas son muchos menos pero bastante más poderosos. Al final han logrado que el gobierno ceda a sus exigencias, a pesar de que nunca pudieron probar que me haya plegado a ninguna agenda política enemiga de Cuba ni recibido dinero de nadie.

Muy por el contrario, desde que dejamos BBC hace más de 4 años, mantener Cartas desde Cuba ha costado alrededor de 30 mil dólares, dinero que provenía íntegramente de los ingresos por mi trabajo como periodista y de los ahorros de toda mi vida.

Durante las últimas semanas la seguridad se ha convertido en un problema mayor, hemos tenido que gastar muchos recursos en fortalecer nuestra protección contra miles de ataques diarios, algunos generados por robots en busca de nuestras vulnerabilidades.

Me entristece que este proyecto muera pero me siento ampliamente pagado por la solidaridad de todos ustedes, expresada personalmente, en las redes sociales y en la blogosfera. Sin la menor duda, en el balance entre mi trabajo y el amor recibido de la nación cubana, quedo en deuda.

Cuando Cartas surgió a fines del 2007 era una pequeña balsa tratando de mantenerse a flote entre los mares embravecidos de los extremos. Hoy se multiplican los espacios periodísticos impulsados por jóvenes cubanos que buscan navegar sin más timón que la verdad y también quienes, desde los mismos medios oficiales, luchan por cambiar las cosas.

Ponen proa hacia el sueño de Mandela de crear una prensa “libre de la interferencia del Estado”, con “la suficiente independencia de los intereses creados” y gozando “de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos”.

En Cuba la Era está pariendo un periodismo diferente o debería decir que está pariendo diferentes periodismos. Poco a poco, como en un mosaico de Fuster, va naciendo la prensa que los cubanos reclaman, reflejo fiel de la sociedad y de los problemas que de verdad preocupan a la ciudadanía.

Se hace camino al andar y por eso quiero creer que Cartas desde Cuba fue un pasito más en el nacimiento de ese nuevo periodismo cubano. Gracias a todos los lectores por estar siempre y gracias a la nación cubana por haberme acogido como a un hijo.


Foto: Raquel Pérez Díaz

About Fernando Ravsberg

Nacido en Uruguay, corresponsal de Público en Cuba y profesor del post grado de “Información internacional y países del Sur” de la Universidad Complutense de Madrid. Fue periodista de BBC Mundo, Telemundo de EEUU, Radio Nacional de Suecia y TV Azteca de México. Autor de 3 libros, El Rompecabezas Cubano, Reportajes de Guerra y Retratos. View all posts by Fernando Ravsberg →

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