Por Manuel E. Yepe
Especial para el diario POR ESTO! de Mérida, México.
La coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS) que encabeza Estados Unidos ha comenzado su retirada de Siria, según anunció el viernes 11 de enero su portavoz. El presidente Donald Trump, anunció el mes anterior su decisión de retirar a los dos mil soldados desplegados en Siria en apoyo a las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias), alianza antigubernamental liderada por las fuerzas kurdas sirias que declaran luchar contra el Estado Islámico.
Contrariamente a las certidumbres dadas por John Bolton, Asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, y el Secretario de Estado Mike Pompeo, quienes a principios de esta semana afirmaron que las tropas de Estados Unidos permanecerían en Siria “por lo menos un poco más de tiempo”, la Associated Press (AP) informó el viernes 11 de enero que Estados Unidos había iniciado el proceso de retirada de sus fuerzas destacadas en el noreste de Siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos creado por Gran Bretaña en 2006 como organización no gubernamental (ONG) creada que ha estado aportando noticias del conflicto, la retirada había comenzado oficialmente el jueves por la noche, hora local. Un convoy integrado por diez vehículos blindados y otros camiones salió de la ciudad siria de Rmeilan, bajo su control, para entrar en Irak. El coronel Sean Ryan, portavoz de la coalición que encabeza Estados Unidos que declara luchar contra las fuerzas del Estado islámico, confirmó posteriormente que Estados Unidos había iniciado "el proceso de su retirada voluntaria de Siria".
Se conoció que la abrupta decisión de Trump enfureció al ex Secretario de Defensa James Mattis, quien renunció a su cargo a raíz de esa decisión, y avivó temores de que Trump estuviera abandonando a su suerte a las fuerzas kurdas que combaten contra el gobierno de Siria exponiéndolas a una masacre por parte de fuerzas turcas allí radicadas, que han prometido ser su relevo en Siria en la lucha contra el ISIS.
Después de lanzar una campaña de ataques aéreos contra el ISIS en 2014 -sin permiso ni coordinación previa con el gobierno sirio- el presidente Obama desplegó tropas terrestres el año siguiente para combatir el ISIS, que entonces controlaba grandes franjas del noreste de Siria. Desde entonces, el grupo kurdo que operaba en suelo sirio ha sido derrotado repetidamente por el ejército nacional sirio con apoyo militar de sus aliados rusos, y ahora apenas controla el 1% de su antiguo territorio.
Inicialmente, Trump había dicho que el retiro se completaría en cuestión de semanas, pero los planes se hicieron confusos luego de que el Pentágono solicitara cuatro meses para completar el retiro y el Wall Street Journal anunciara que el retiro comenzaría de inmediato.
Decenas de tropas terrestres estadounidenses se dirigieron a Siria para ayudar en al movimiento de las tropas en su retirada, y un grupo de buques de guerra encabezados por el buque de asalto anfibio USS Kearsarge, transportando cientos de infantes de marina, helicópteros y otras aeronaves, se dirigió a la región para apoyar a las tropas en el vulnerable momento en que abandonaran el país, dijeron las autoridades sirias mientras un oficial de defensa afirmaba que "Nosotros no recibimos órdenes de Bolton."
A través de una red de activistas sobre el terreno, se conoció que definitivamente la retirada comenzó el jueves por la noche con el convoy partió de la ciudad de Rmeilan, en el noreste de Siria, hacia Iraq.
La confirmación de las primeras fuerzas retiradas se produjo en medio de la confusión sobre los planes para implementar la orden de retirada de Trump y las amenazas de Turquía de atacar a los kurdos, que han sido socios de Estados Unidos en la guerra contra el Estado Islámico de Irak y el Levante en Siria.
"Estas han sido personas que han luchado con nosotros y es importante que hagamos todo lo posible para asegurar la protección de todos los que lucharon con nosotros”, dijo al canciller Pompeo durante su visita a Irbil, la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, después de conversaciones habidas en Bagdad.
La abrupta decisión de Trump en diciembre sobre la retirada, y su declaración en un tweet sobre la presunta derrota del ISIS, causó conmoción en toda la región y críticas de algunos de sus generales y asesores de seguridad nacional en Washington que provocaron la renuncia del ministro de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, y del principal enviado de EEUU a la coalición contra el ISIS.
Echando leña al fuego de la polémica desatada por su decisión de traer de vuelta a casa a las tropas estadounidenses de inmediato Trump sentenció esta semana que "nos iremos a un ritmo adecuado mientras al mismo tiempo continuamos luchando contra ISIS y haciendo todo lo demás que sea prudente y necesario porque no se tratará de una expulsión de las fuerzas estadounidenses sino de una retirada por decisión propia”.
Enero 14 de 2019.
Este artículo se puede reproducir citando al periódico POR ESTO como fuente.
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