El extremadamente débil informe laboral de mayo en Estados Unidos añade un nuevo elemento al debate sobre si la economía del país está haciendo frente a una recesión de doble caída o a sólo un prolongado período de debilidad.
Las cifras aún respaldan la segunda opinión. Lo que hace al panorama sumamente riesgoso es la noción de que las autoridades monetaria y fiscal no cuentan con más armas en sus respectivos arsenales.
El informe de mayo sobre las nóminas de empleos ofreció muy pocos aspectos positivos. La economía creó sólo 54.000 empleos el mes pasado, o un tercio de los 160.000 que se esperaban. La tasa de desempleo, por su parte, ascendió al 9,1% y el ingreso promedio por hora de los trabajadores aumentó sólo US$0,06 a US$22,98.
Sin un mayor aumento en el ingreso, la mayoría de los consumidores hace frente a dificultades, especialmente en medio de los elevados precios de la gasolina y los alimentos. La debilidad en las cifras laborales explica la escisión observada en mayo entre las firmas minoristas: aquellas que venden artículos de lujo tuvieron un buen desempeño, mientras que muchas otras observaron una desaceleración en las ventas.
El informe laboral se publicó tras otros indicadores económicos débiles de mayo (no obstante, las cifras sobre la actividad no manufacturera, también dadas a conocer el viernes, superaron las expectativas).
Como resultado, los economistas están reevaluando sus previsiones para el desempeño económico de esta primavera. Por ejemplo, después de la publicación de las cifras sobre el empleo, los economistas de Barclays Capital afirman que ahora esperan que el producto interno bruto real del país crezca sólo un 2,0% durante este trimestre, muy inferior al 3,5% previsto anteriormente.
Barclays prevé que el PIB se expandirá un 3,0% en el tercer trimestre, lo que se compara con la proyección previa del 3,5%.
El principal argumento en contra de otra recesión es el reciente retroceso en los precios de la energía.
"Si podemos comprar [gasolina] por debajo de los US$3,50 el galón, los gastos y la confianza probablemente aumentarán y el crecimiento económico debería reanudar su senda ascendente", sostiene Joel Naroff de Naroff Economic Advisors.
Un poco de ayuda de Washington podría incrementar las probabilidades de una reaceleración del crecimiento económico. Pero no espere gran cosa.
La Reserva Federal podría no estar dispuesta a discutir otra ronda de ayuda ya que aún no ha retirado sus esfuerzos previos para apuntalar el crecimiento económico. Además, es poco probable que Washington logre algún acuerdo sobre algún estímulo con la rapidez necesaria para ayudar a la economía en este momento.
Moody's Analytics espera que sean creados cerca de 180.000 empleos por mes en lo que queda del 2011, o alrededor de 30.000 menos de los que había anticipado.
Incrementos mensuales de 180.000 son mucho mejores que el aumento observado en mayo. Pero el ritmo de creación de empleo apenas cubriría el aumento demográfico normal en el mercado laboral.
Aquellos en busca de empleo deberán sortear tremendos obstáculos, mientras que el desempleo a largo plazo sólo se reducirá lentamente. Incluso ese precario panorama depende de que los precios de la gasolina no vuelvan a subir y que el sistema evite nuevas conmociones.
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