Las causas de esta reducción se explican fundamentalmente por la disminución del número de habitantes de la isla, así como por el aumento de las viviendas particulares, con un total de tres millones 882 924 contabilizadas en el censo de octubre del pasado año.
Al propio tiempo decrecen las personas que habitan en locales de trabajo, al igual que las colectividades, entre las que se cuentan hogares de ancianos, hospitales con enfermos crónicos, hogares de niños sin amparo filial, entre otras.
El 96,1 por ciento de las unidades de alojamiento, tres millones 734 mil 569, están constituidas por viviendas particulares ocupadas por residentes permanentes.
En estas viviendas se registraron tres millones 785 mil 196 hogares, donde el 55,1 por ciento de sus jefes son hombres y el 44,9 mujeres, valor superior al del año 2002, cuando el 40 por ciento de las féminas eran reconocidas a la cabeza del hogar.
Según las estadísticas, el 93,2 por ciento de las viviendas particulares ocupadas con residentes permanentes son del tipo casas y apartamentos, superior al 90,7 por ciento del censo del 2002.
Los restantes tipos de unidades de alojamientos como son habitaciones en cuartería, bohíos, improvisadas y otras, disminuyeron su número absoluto entre un censo y otro, al pasar del 9,3 al 6,8 por ciento del total.
El estudio confirmó que esta capital es la provincia con mayor proporción de viviendas ocupadas permanentes del tipo apartamentos y casas.
Durante el sondeo, el 95,6 por ciento de la población se declaró dueña de la vivienda en que reside.
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