La Habana, IPS 21 dic.- Con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por debajo de lo planificado, la liberación de la venta de autos, escasas terminaciones de viviendas y la aprobación del nuevo Código del Trabajo, concluye Cuba 2013, visto como preludio de nuevas restricciones.
El incumplimiento de los ingresos en moneda libremente convertible, la industria manufacturera y las construcciones provocaron que las proyecciones de incremento del PIB de 3,6 por ciento quedaran en solo 2.7 por ciento, informó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Adel Yzquierdo Rodríguez, en la última sesión del año del parlamento.
Pero el reducido crecimiento del PIB no es tema de conversación entre cubanos y cubanas. El revuelo gira en torno a la liberación de la venta de automóviles, que tuvo un primer paso en 2011 cuando, luego de 50 años, se autorizó la compra-venta entre particulares.
Hasta ahora la ciudadanía de nacionalidad cubana residente en Cuba de sectores como salud, servicio exterior y artístico, debían tener una carta del Ministerio de Transporte que los autorizaba a adquirir a una empresa estatal un automóvil, generalmente de segunda mano.
Según una nota del diario oficial Granma el 19 de diciembre, la baja disponibilidad de autos, la restricción de venta a escasas categorías ocupacionales seleccionadas y la existencia de un mercado negro con elevados precios "generaron inconformidad, insatisfacción", además de generar "especulación y enriquecimiento" ilícito.
Aprobada en sesión del Consejo de Ministros, la política que sustituye al mecanismo de cartas, calificado de "inadecuado y obsoleto", establece que los precios serán semejantes a los que hasta ahora reconoce el mercado entre particulares. Se mantendrá la prohibición de que personas jurídicas vendan a particulares.
Un auto de segunda mano comprado a la empresa estatal costaba por encima de los 3.000 pesos convertibles (cuc), mientras que en su venta tras la liberalización podría alcanzar cifras por encima de los 18.000 cuc o más, según el modelo.
Según reveló la nota, datos del Registro Nacional de Vehículos muestras que alrededor de 30 por ciento de los automóviles vendidos por el Estado en 2012 a través de las comercializadoras cambió de propietario poco tiempo después.
La liberación de la venta trajo reacciones encontradas. Para algunos "el Estado debería ocuparse mejor de construir viviendas, no en importar cosas para los nuevos ricos". Otros creen que "a no pocas personas les enviarán dinero de afuera para comprarse un carro y el país podrá obtener dólares cuando la gente los canjee en las Casas de Cambio" (Cadecas).
En las Cadecas, el cuc se cotiza a 24 pesos a la compra y 25 a la venta, en tanto un dólar estadounidense equivale a un cuc.
Con esos ingresos, señaló la nota, se crearía un fondo para mejorar el estado del transporte estatal de pasajeros, actualmente en franco deterioro y con reducidas reparaciones de vehículos.
No fue mejor el resultado de la construcción de viviendas, uno de los más complejos problemas acumulados en el país, donde cerca del 50 por ciento de las casas se encuentran en regular y mal estado y existe un déficit de más de 600.000 moradas.
Según trascendió en las comisiones parlamentarias, el plan anual estatal de construcción, de solo 10.450 viviendas, quedó al 80 por ciento.
En el caso de las edificaciones con esfuerzo propio hasta octubre fueron terminadas 9.604 viviendas. Aunque representa un aumento de 2.391 en relación con igual etapa del año anterior, es insuficiente en base a las necesidades acumuladas.
Al cierre de octubre en los puntos de venta de materiales de construcción se comercializaron cerca de 2.000 millones de pesos en materiales para la construcción, pero existen dificultades en la organización y el reaprovisionamiento de las tiendas minoristas, los instrumentos de medición para los productos a granel, la disponibilidad de madera y elementos de techo y muebles hidrosanitarios, entre otros.
En la producción agroalimentaria, otro de los temas candentes del país, no se alcanzaron los niveles de la producción contratada en renglones como la leche y el frijol, principalmente, lo que ocasionó gastos al Estado ascendentes a 40 millones de dólares, al tenerse que importar estos productos, según manifestó Julio García, vicetitular de la Agricultura.
Cuba importa cada año alimentos por más de 1.000 millones de dólares por la incapacidad de su agricultura e industria alimentaria de cubrir las necesidades nacionales.
Hasta el momento se han autorizado 270 cooperativas no agropecuarias, de las cuales están funcionando alrededor de 250, mientras el resto se encuentra en formación. Un total de 96 han recibido créditos como apoyo financiero para el inicio de sus operaciones; y otras 228 se hallan en proceso de aprobación.
Entre otros temas, los parlamentarios recibieron información sobre la política para asegurar los recursos humanos y la infraestructura requerida para elevar la calidad de la educación superior, la estrategia para los servicios médicos y de salud cubano y el trabajo por cuenta propia, al que están asociadas más de 440.000 personas.
Para 2014 se prevé un aumento del PIB de solo 2.2 por ciento, a partir de potenciar las reservas internas de eficiencia de la economía y dirigir los recursos hacia aquellas actividades de mayor impacto; destinar los créditos sobre todo al capital de trabajo hacia las actividades productivas que generan exportaciones; y financiar inversiones. (2013)
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