Por Nicanor León Cotayo
Las entrevistas que hizo en Miami una periodista de AP, Christine Armario, arrojan una interesante visión respecto a cómo piensan hoy cubanos allí residentes.
De todas se desprende el siguiente mensaje implícito: la Revolución tantas veces cayendo, o próxima a ello, está viva y sigue adelante.
El propio titulo que el 31 de diciembre utilizó Christine dice mucho respecto al tema, No más brindis sobre “el próximo año en Cuba”.
Ella explicó que en los primeros años después del triunfo de la Revolución, cubanos residentes en la Florida celebraban la Navidad y Año Nuevo con un brindis por el regreso.
Entre ellos la reportera citó a la familia de Gustavo Pérez Firmat."¡El año que viene estamos en Cuba!", decían en coro sus padres y abuelos, alzando las copas de bebida.
Era, subrayó la reportera de AP, un brindis del exilio cubano, su convicción en Miami de que solo era cuestión de tiempo el fracaso de la Revolución y el regreso de ellos a su tierra.
Después la periodista Christine reflexiona… han pasado más de cinco décadas, los padres de Pérez Firmat han fallecido, ya no hay razón para hacer el brindis.
A continuación, la reportera no descarta la posibilidad de una virtual desaparición de esa costumbre anual:
A medida que nuevas generaciones vivan en Estados Unidos y los nuevos inmigrantes regresen con frecuencia a la isla, aquel saludo devendrá “un vestigio del pasado.”
Una cubana americana, Marta Darby, quien salió de Cuba a los seis años y todavía ofrece el brindis, admitió:
"Ahora somos más estadounidenses, nuestras vidas están aquí".
AP consideró este fin de año que la desaparición del brindis es símbolo de cómo ha cambiado lo que llama el exilio cubano.
Una encuesta de la Universidad Internacional de la Florida, en Miami, señaló en el 2000 que allí el 22,6 por ciento de los cubanos decía que “muy probablemente” regresarían.
Siete años después, a quienes se les formuló en esa ciudad la misma pregunta y contestaron igual que antes fueron solo el 15,6%.
Las entrevistas de Christine en Miami tuvieron uno de sus puntos culminantes cuando habló de nuevo con Gustavo Pérez Firmat.
"Es difícil decir 'El año que viene estamos en Cuba' si la próxima semana estás viajando a La Habana" dijo.
¿Cuál es el significado de todo lo consignado por AP este 31 de diciembre?
La debacle de las posiciones sustentadas durante más de 50 años por los integrantes de la anémica ultraderecha de origen cubano asentada en la Florida.
Como demuestra la historia, los más connotados enemigos de Cuba, Venezuela y otras naciones independientes de América Latina, no están en Miami, sino en Washington.
De todas se desprende el siguiente mensaje implícito: la Revolución tantas veces cayendo, o próxima a ello, está viva y sigue adelante.
El propio titulo que el 31 de diciembre utilizó Christine dice mucho respecto al tema, No más brindis sobre “el próximo año en Cuba”.
Ella explicó que en los primeros años después del triunfo de la Revolución, cubanos residentes en la Florida celebraban la Navidad y Año Nuevo con un brindis por el regreso.
Entre ellos la reportera citó a la familia de Gustavo Pérez Firmat."¡El año que viene estamos en Cuba!", decían en coro sus padres y abuelos, alzando las copas de bebida.
Era, subrayó la reportera de AP, un brindis del exilio cubano, su convicción en Miami de que solo era cuestión de tiempo el fracaso de la Revolución y el regreso de ellos a su tierra.
Después la periodista Christine reflexiona… han pasado más de cinco décadas, los padres de Pérez Firmat han fallecido, ya no hay razón para hacer el brindis.
A continuación, la reportera no descarta la posibilidad de una virtual desaparición de esa costumbre anual:
A medida que nuevas generaciones vivan en Estados Unidos y los nuevos inmigrantes regresen con frecuencia a la isla, aquel saludo devendrá “un vestigio del pasado.”
Una cubana americana, Marta Darby, quien salió de Cuba a los seis años y todavía ofrece el brindis, admitió:
"Ahora somos más estadounidenses, nuestras vidas están aquí".
AP consideró este fin de año que la desaparición del brindis es símbolo de cómo ha cambiado lo que llama el exilio cubano.
Una encuesta de la Universidad Internacional de la Florida, en Miami, señaló en el 2000 que allí el 22,6 por ciento de los cubanos decía que “muy probablemente” regresarían.
Siete años después, a quienes se les formuló en esa ciudad la misma pregunta y contestaron igual que antes fueron solo el 15,6%.
Las entrevistas de Christine en Miami tuvieron uno de sus puntos culminantes cuando habló de nuevo con Gustavo Pérez Firmat.
"Es difícil decir 'El año que viene estamos en Cuba' si la próxima semana estás viajando a La Habana" dijo.
¿Cuál es el significado de todo lo consignado por AP este 31 de diciembre?
La debacle de las posiciones sustentadas durante más de 50 años por los integrantes de la anémica ultraderecha de origen cubano asentada en la Florida.
Como demuestra la historia, los más connotados enemigos de Cuba, Venezuela y otras naciones independientes de América Latina, no están en Miami, sino en Washington.
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