Ciego de Ávila, Cuba, 3 ene (PL) El empleo de plantas nativas para diseñar las áreas verdes de hoteles e instalaciones turísticas en la cayería norte de Cuba es una opción realista para ofrecer al visitante un producto más natural.Así lo confirmó a Prensa Latina Eduardo Veiga, coordinador ejecutivo del proyecto para la conservación de la biodiversidad en el archipiélago Sabana-Camagüey, en el litoral norte de Ciego de Ávila, a unos 430 kilómetros al este de La Habana.
Resaltó que se trabaja en la región para perfeccionar la jardinería con plantas endémicas de las costas sin afectar los ecosistemas, las cuales se adaptan con facilidad al medio y a los terrenos salinos, sin la necesidad de regadío.
Los jardines y espacios públicos forman parte de los elementos esenciales para la distracción espiritual del hombre, de ahí la importancia de considerarlos ecosistemas de reemplazo amparados por el trabajo humano, dijo Veiga.
El uso de la vegetación endémica, agregó, ayuda en gran medida a mitigar los impactos ambientales provocados por la acción del hombre durante el proceso constructivo.
Para fortalecer el rescate de especies autóctonas se prevé la creación de viveros dentro de los cayos con vistas a reproducir posturas de la flora costera, explicó el especialista.
El proyecto Sabana-Camagüey, auspiciado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, prevé incrementar el turismo de manera sostenible en esa zona donde se ubica el balneario Jardines del Rey.
Ese importante destino turístico cubano dispone de más de cinco mil habitaciones en 17 hoteles de cuatro y cinco estrellas, unos 40 kilómetros de playas casi vírgenes y una abundante flora y fauna.
Resaltó que se trabaja en la región para perfeccionar la jardinería con plantas endémicas de las costas sin afectar los ecosistemas, las cuales se adaptan con facilidad al medio y a los terrenos salinos, sin la necesidad de regadío.
Los jardines y espacios públicos forman parte de los elementos esenciales para la distracción espiritual del hombre, de ahí la importancia de considerarlos ecosistemas de reemplazo amparados por el trabajo humano, dijo Veiga.
El uso de la vegetación endémica, agregó, ayuda en gran medida a mitigar los impactos ambientales provocados por la acción del hombre durante el proceso constructivo.
Para fortalecer el rescate de especies autóctonas se prevé la creación de viveros dentro de los cayos con vistas a reproducir posturas de la flora costera, explicó el especialista.
El proyecto Sabana-Camagüey, auspiciado por el Fondo Mundial de Medio Ambiente y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, prevé incrementar el turismo de manera sostenible en esa zona donde se ubica el balneario Jardines del Rey.
Ese importante destino turístico cubano dispone de más de cinco mil habitaciones en 17 hoteles de cuatro y cinco estrellas, unos 40 kilómetros de playas casi vírgenes y una abundante flora y fauna.
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