El Museo Nacional de Bellas Artes reportó que 70 piezas fueron extraídas ilegalmente de sus almacenes.
La Habana, 27 mar.- Las pocas personas de Cuba que
conocieron en Internet la noticia del robo perpetrado en el Museo
Nacional de Bellas Artes (MNBA) manifiestan indignación y desconcierto
sobre un suceso que aseguran debe aparecer en la prensa local más
masiva.
Así lo considera Diana María, una usuaria de la red social Facebook,
al tanto del hurto denunciado a finales de febrero desde la ciudad
estadounidense de Miami por el galerista Ramón Cernuda, quien advirtió
la irregularidad cuando compró un óleo de Eduardo Abela (1889-1965)
perteneciente a los fondos del museo.
Otra joven internauta, quien compartió en la misma comunidad virtual la lista de 70 obras identificadas como extraviadas por la institución cubana, dijo sentir “impotencia” ante lo acontecido, sobre todo por la ausencia de pronunciamientos oficiales.
Casi una semana después de que Cernuda declarara que pinturas cubanas robadas se estaban vendiendo en La Florida, las autoridades del MNBA confirmaron al sitio web Cubarte mediante un comunicado, que detectaron un “faltante importante” en sus almacenes.
En esa misma nota se solicitó ayuda a la ciudadanía para esclarecer lo ocurrido, pero no fue hasta casi dos semanas más tarde y solo a través del portal de la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), que el inventario de obras comenzó a circular.
Cuando el sitio de noticias cubano Cubadebate publicó que el Museo solicitaba la colaboración de las personas para la investigación, se generaron unos 80 comentarios al respecto.
Bajo el pseudónimo de Yoyo, una persona se quejó de que “el pueblo no
puede ayudar, porque desconoce el hecho”. En tal sentido, otro
participante identificado como Stuka reclamó el abordaje de la noticia
por medios de prensa como Juventud Rebelde y Granma, lo diarios
nacionales de mayores tiradas.
Los cuadros sustraídos, que corresponden en su mayoría a los períodos de cambio de siglo y la vanguardia, han suscitado preocupación al ser calificado de un “hecho de corrupción” y fuertes cuestionamientos al personal de Bellas Artes y la Aduana.
El galerista y dueño principal de Cernuda Arte dijo haber visto otras obras en Miami además de “Carnaval”, de Abela, lo cual indica que fueron resquebrajados los controles en la frontera local y la legislación de protección al patrimonio.
“El desorden civil y administrativo extendido por el país, la ausencia de una amplia conciencia pública del valor espiritual de nuestro arte (y no sólo de su valor mercantil), así como la carencia de adecuados recursos tecnológicos para conservarlo y protegerlo, etc., hacen factible el robo en nuestros museos”, analizó el pintor Manuel López Oliva.
A su juicio del también gestor cultural y crítico de arte, “diversos museos provinciales y municipales del país están destruyéndose o permanecen sin el mantenimiento específico y la seguridad para sus colecciones”.
La comercialización ilegal de bienes de la cultura, fundamentalmente de obras de las artes plásticas, es un fenómeno sobre el que se reportan numerosos hechos anualmente en diferentes lugares del mundo.
Por esa razón, existen mecanismos para desplegar pesquisas internacionales e instituciones que se dedican exclusivamente a ellas, como la empresa londinense Art Loss Register, organización que ofreció su colaboración a las autoridades cubanas.
Desde hace aproximadamente un mes, nadie desde el MNBA se ha pronunciado públicamente para dar referencias sobre la ayuda ofrecida ni sobre los progresos de la investigación.
Hasta ahora, solo Cernuda, entrevistado por diferentes medios extranjeros, se ha convertido en proveedor de noticias sobre el proceso.
En días recientes, este promotor de arte cubano en Estados Unidos expresó su intención de devolver a Cuba la obra de Abela que compró por 15.000 dólares y su voluntad de seguir cooperando con la pesquisa.
Otra joven internauta, quien compartió en la misma comunidad virtual la lista de 70 obras identificadas como extraviadas por la institución cubana, dijo sentir “impotencia” ante lo acontecido, sobre todo por la ausencia de pronunciamientos oficiales.
Casi una semana después de que Cernuda declarara que pinturas cubanas robadas se estaban vendiendo en La Florida, las autoridades del MNBA confirmaron al sitio web Cubarte mediante un comunicado, que detectaron un “faltante importante” en sus almacenes.
En esa misma nota se solicitó ayuda a la ciudadanía para esclarecer lo ocurrido, pero no fue hasta casi dos semanas más tarde y solo a través del portal de la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), que el inventario de obras comenzó a circular.
Cuando el sitio de noticias cubano Cubadebate publicó que el Museo solicitaba la colaboración de las personas para la investigación, se generaron unos 80 comentarios al respecto.
Cantidad de obras faltantes por autoresLeopoldo Romañach (23), Armando García Menocal (6), Juan Gil García (4), Aurelio Melero Fernández de Castro (4), Víctor Manuel García (2), José Mijares (2), René Portocarrero (2), Eduardo Abela (1), Wilinowska Bronislawa (1), Brailowsky (1), Cuéllar (1), Sandu Darié (1), Charles Francois Daubigny (1), Vicente Dopaso (1), Bárbaro Mijares (1), Domingo Ramos (1), Antonio Rodríguez Morey (1), Rudd (1), J. Salles (1), Félix Alarcón (1), René Ávila (1), Federico Cantu (1), Esteban Domenech y Fernández (1), Joaquín Ferrer (1), Adolfo Galindo Llago (1), Uver Solís (1), José Joaquín Tejada (1), Saavedra y Corriat (1) y A.S.I. (1). El resto de las obras están registradas como de autores anónimos. |
Los cuadros sustraídos, que corresponden en su mayoría a los períodos de cambio de siglo y la vanguardia, han suscitado preocupación al ser calificado de un “hecho de corrupción” y fuertes cuestionamientos al personal de Bellas Artes y la Aduana.
El galerista y dueño principal de Cernuda Arte dijo haber visto otras obras en Miami además de “Carnaval”, de Abela, lo cual indica que fueron resquebrajados los controles en la frontera local y la legislación de protección al patrimonio.
“El desorden civil y administrativo extendido por el país, la ausencia de una amplia conciencia pública del valor espiritual de nuestro arte (y no sólo de su valor mercantil), así como la carencia de adecuados recursos tecnológicos para conservarlo y protegerlo, etc., hacen factible el robo en nuestros museos”, analizó el pintor Manuel López Oliva.
A su juicio del también gestor cultural y crítico de arte, “diversos museos provinciales y municipales del país están destruyéndose o permanecen sin el mantenimiento específico y la seguridad para sus colecciones”.
La comercialización ilegal de bienes de la cultura, fundamentalmente de obras de las artes plásticas, es un fenómeno sobre el que se reportan numerosos hechos anualmente en diferentes lugares del mundo.
Por esa razón, existen mecanismos para desplegar pesquisas internacionales e instituciones que se dedican exclusivamente a ellas, como la empresa londinense Art Loss Register, organización que ofreció su colaboración a las autoridades cubanas.
Desde hace aproximadamente un mes, nadie desde el MNBA se ha pronunciado públicamente para dar referencias sobre la ayuda ofrecida ni sobre los progresos de la investigación.
Hasta ahora, solo Cernuda, entrevistado por diferentes medios extranjeros, se ha convertido en proveedor de noticias sobre el proceso.
En días recientes, este promotor de arte cubano en Estados Unidos expresó su intención de devolver a Cuba la obra de Abela que compró por 15.000 dólares y su voluntad de seguir cooperando con la pesquisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar