La Habana, 29 abr (PL) La autonomía empresarial constituye tema prioritario de las autoridades cubanas en estos momentos con la finalidad de reforzar el sistema económico socialista, tal y como resalta hoy en el panorama de este archipiélago.Un grupo de directivos vinculados con este reordenamiento explicaron las peculiaridades de los reglamentos, capaces de otorgar toque de distinción a la búsqueda de soluciones económicas.
La directora de Perfeccionamiento Empresarial del Ministerio de Economía y Planificación, Iris Carrazana, y la directora de Relaciones Internacionales y Comunicación Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Mirian Lau, mostraron detalles del tema.
Junto a estas directivas, también aclararon dudas la jefa del área de perfeccionamiento de entidades de la Comisión Permanente de Implementación y Seguridad, Grisel Tristá, y la viceministra del Ministerio de Trabajo y Seguridad, Maria Molina.
Dicho equipo lo completó el director general de la Política Fiscal del Ministerio de Finanzas y Precios, Adalberto Carbonel, y la directora Jurídica del Ministerio de Economía y Planificación, Jhosns Ordriozola.
Esos voceros significaron que la empresa estatal socialista constituye la forma fundamental de gestión del modelo económico cubano, de ahí que dotarla de mayor autonomía constituye imperativo para elevar sus niveles de eficiencia y competitividad.
Concordaron los expertos en el beneficio que aportan las recién publicadas normas (Gaceta Oficial de la República de Cuba, edición extraordinaria número 21).
Subrayaron que las normas jurídicas aprobadas significan un paso más en pos de separar las funciones estatales de las empresariales, y permiten a la empresa estatal conducir las transformaciones en medio del proceso de actualización.
De tal suerte, estos cambios permiten la vinculación del salario con los resultados, de modo que se eliminan los límites administrativos, y solo permanecen regulaciones de carácter económico y financiero.
Enfatizaron que las resoluciones sobre finanzas y precios determinan el nuevo sistema de relaciones financieras al interior de la organización empresarial, y de esta con el presupuesto del estado, camino para un procedimiento adecuado en el caso de fijar el precio mayorista de las producciones excedentes.
Este conjunto de normas, aclararon, no son las únicas que inciden en los cambios de la empresa estatal socialista, pues desde los lineamientos del Partido Comunista de Cuba (PCC) se crearon las bases para una mayor independencia empresarial.
La descentralización de funciones, acotaron, lleva implícito un incremento de la responsabilidad en la actividad empresarial y una mayor preparación de sus directivos.
La directora de Perfeccionamiento Empresarial del Ministerio de Economía y Planificación, Iris Carrazana, y la directora de Relaciones Internacionales y Comunicación Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Mirian Lau, mostraron detalles del tema.
Junto a estas directivas, también aclararon dudas la jefa del área de perfeccionamiento de entidades de la Comisión Permanente de Implementación y Seguridad, Grisel Tristá, y la viceministra del Ministerio de Trabajo y Seguridad, Maria Molina.
Dicho equipo lo completó el director general de la Política Fiscal del Ministerio de Finanzas y Precios, Adalberto Carbonel, y la directora Jurídica del Ministerio de Economía y Planificación, Jhosns Ordriozola.
Esos voceros significaron que la empresa estatal socialista constituye la forma fundamental de gestión del modelo económico cubano, de ahí que dotarla de mayor autonomía constituye imperativo para elevar sus niveles de eficiencia y competitividad.
Concordaron los expertos en el beneficio que aportan las recién publicadas normas (Gaceta Oficial de la República de Cuba, edición extraordinaria número 21).
Subrayaron que las normas jurídicas aprobadas significan un paso más en pos de separar las funciones estatales de las empresariales, y permiten a la empresa estatal conducir las transformaciones en medio del proceso de actualización.
De tal suerte, estos cambios permiten la vinculación del salario con los resultados, de modo que se eliminan los límites administrativos, y solo permanecen regulaciones de carácter económico y financiero.
Enfatizaron que las resoluciones sobre finanzas y precios determinan el nuevo sistema de relaciones financieras al interior de la organización empresarial, y de esta con el presupuesto del estado, camino para un procedimiento adecuado en el caso de fijar el precio mayorista de las producciones excedentes.
Este conjunto de normas, aclararon, no son las únicas que inciden en los cambios de la empresa estatal socialista, pues desde los lineamientos del Partido Comunista de Cuba (PCC) se crearon las bases para una mayor independencia empresarial.
La descentralización de funciones, acotaron, lleva implícito un incremento de la responsabilidad en la actividad empresarial y una mayor preparación de sus directivos.
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