La experimentación científica con animales debería sustituirse con métodos alternativos, según una directiva europea en vigor. Pero, lejos, de contribuir al desarrollo de estas alternativas, se registra en España una tendencia a la construcción de nuevos grandes centros de experimentación animal adscritos a universidades y administraciones. Aunque el uso de animales de laboratorio se justifica por la búsqueda de remedio a enfermedades mortales, la realidad es que buena parte de estas prácticas están destinadas al desarrollo de pesticidas, armamento o limpiadores. Ecologistas en Acción denuncia una tendencia irresponsable y pide medidas efectivas frente a la experimentación animal.
Según los últimos informes oficiales, se utilizan anualmente más de 900.000 animales vertebrados para fines de experimentación en España y 11.5 millones en la Unión Europea. Y eso a pesar de que una directiva europea (2010/63/UE) establece que los Estados miembros contribuirán al desarrollo y validación de los métodos alternativos y un Real Decreto (53/2013) amplia esta obligación a las Comunidades Autónomas.
Pero la tendencia es precisamente la contraria. A los centros de experimentación animal repartidos por todo el Estado se le sumarán pronto otros muchos en fase de construcción en diferentes localidades, como Lugo, Castellón, Málaga o Sevilla. Estos centros han recibido más de 20 millones de euros de administraciones públicas, mientras estos mismos gestores recortan otras partidas básicas de investigación, educación y sanidad.
Estos nuevos centros contribuirán a un aumento de las prácticas de experimentación con animales a nivel estatal y europeo. Ya se constata un ligero ascenso en los datos oficiales, que pone fin a la disminución que se venía observando en los últimos años. Especialmente grave es el aumento que se está observando a nivel europeo en la utilización de grandes mamíferos (perros, gatos, caballos, nutrias, zorros...), peces y sobre todo animales transgénicos y la todavía lenta disminución del uso de primates. Al mismo tiempo aumenta el uso de animales para experimentación procedentes de países con poblaciones silvestres, con el impacto que esto conlleva además para las mismas.
Aunque la experimentación científica con animales se relaciona y justifica a menudo con las investigaciones de enfermedades como el cáncer o el alzheimer, no hay que olvidar:
- Que principalmente detrás de la experimentación animal se encuentran las grandes corporaciones farmacéuticas, militares, agroquímicas o tabacaleras que presionan para mantener sus negocios (desde el ámbito militar, al desarrollo de pesticidas agrícolas, pasando por limpiadores tóxicos para el hogar por poner unos ejemplos), al mismo tiempo que convierten la experimentación animal en otro negocio muy rentable por si solo. En la Unión Europea se mueve cantidades cercanas a los 1.000 millones de euros. Para ello, estos animales son objeto de todo tipo de pruebas tremendamente dolorosas como: inoculación de virus, alteración del material genético, producción de todo tipo de heridas, descargas eléctricas o sustancias irritantes.
- Que existen importantes alternativas válidas a la investigación científica médica con experimentación animal, como ya es práctica normalizada en importantes centros de investigación y universidades de todo el mundo (células madre, simulaciones informáticas, programas interactivos, utilización de células sanguíneas humanas o placentas...).
- Que cuando se habla de las ventajas médicas de la experimentación animal se esconden importantes fallos que los resultados de estas prácticas tienen a la hora de adaptarlas a la especie humana y que viene afectando a miles de personas.
- Que si realmente se quieren salvar vidas, hay medidas mucho más efectivas por las que ir apostando: acceso a los alimentos (soberanía alimentaria) y al agua potable como derechos humanos, la conservación de biodiversidad, el acceso a la sanidad y a medicamentos que ya existen, el cuidado de las personas... en definitiva apostar por un sistema que anteponga las necesidades humanas a los intereses económicos de las grandes corporaciones.
El gran rechazo social existente a estas pruebas se ha demostrado en la recogida de más de un millón trescientas mil firmas en la UE, a través de una Iniciativa Legislativa Popular, que reclama una prohibición de ensayos sobre animales no humanos porque no tienen valor predictivo para la especia humana y por lo tanto obstaculizan el desarrollo de nuevos métodos de investigación biomédica. Ecologistas en Acción apuesta decididamente por una sociedad sin maltrato animal.
Referencias a los informes mencionados:
Informe sobre las estadísticas de los animales utilizados para la experimentación y otros fines científicos 2012. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente 2014.
Séptimo Informe sobre las estadísticas relativas al número de animales utilizados para experimentación y otros fines científicos en los Estados miembros de la Unión Europea . Comisión Europea. Bruselas 5.12.2013
Estrategia de la Unión Europea sobre protección y bienestar de los animales para el trienio 2012-2015
Ecoportal.net
Ecologistas en Acción
www.ecologistasenaccion.org
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