Equipos, insumos y asistencia técnica pueden contribuir al desarrollo local.
La Habana, 17 sep.- Cuba dispondrá de frutas, hortalizas y miel orgánicos certificados para el mercado local como resultado del Proyecto Apoyo a una Agricultura Sostenible en Cuba (PAAS), que beneficia a 10 unidades productivas del occidente y centro del país.
Esta iniciativa persigue mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres de La Habana del Este y San Miguel del Padrón, en La Habana; Bejucal, en Mayabeque; Rodas y Abreus, en Cienfuegos; Bayamo, Granma; Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas, los tres últimos en las provincias homónimas.
Según Pedro Gavilanes, especialista en gestión del PAAS, el proyecto está dirigido a tres cadenas de valor: frutas, hortalizas y miel de abeja.
Prevé capacitar a productores y aportar recursos e insumos para coadyuvar al aumento sostenible de la disponibilidad de alimentos sanos y los ingresos provenientes de tres cadenas de valor de productos agrícolas orgánicos.
A partir de esta experiencia piloto en siete fincas de frutales, dos Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) de hortalizas y una UBPC apícola, “se persigue lograr la producción de alimentos orgánicos, con un valor agregado, manejados en sistemas agrícolas con métodos y prácticas orgánicas, basados en principios agroecológicos”, reveló Gavilanes.
El apoyo se extiende a toda la cadena de valor.
Se contempla el mejoramiento de la producción en el campo, la transformación a través de una infraestructura de plantas de beneficio para hortalizas y siete minindustrias para el procesamiento de frutas, pulpa y jugos en las propias cooperativas y fincas, indicó Gavilanes.
En el caso de la cooperativa apícola de Rodas, en la suroccidental provincia de Cienfuegos, se incluye una planta de beneficio y una sala de castra para obtener la miel y derivados, a partir de apiarios y colmenas manejados de forma ecológica.
El programa, que comenzó en septiembre de 2013, es ejecutado por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, cuenta con la cofinanciación de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y el Instituto Humanista para la Cooperación con los Países en Desarrollo.
Según Gavilanes, la novedad radica en que permite aprovechar mejor los productos de la finca, reduciendo las pérdidas de frutas e incrementando el valor agregado de los productos agrícolas con la planta de beneficio, envasado y etiquetado, que garantizan más calidad e inocuidad.
“Estamos en el primer año de ejecución, que transversalmente incluye la capacitación de productores en prácticas orgánicas y sobre cómo manejar el sistema, además de la construcción de un sistema participativo de garantía”, explicó.
Así se podrá lograr la certificación del producto, “de modo que el consumidor tenga certeza de su calidad y atributos, de que no se aplican químicos de origen sintéticos y se evitó la contaminación por agentes dañinos”, especificó.
Subrayó que “se implementará un sistema de trazabilidad, que incluye registro, capacitación en buenas prácticas de higiene y manufactura de los alimentos para todas las personas que intervienen en la cadena, así como un grupo de registros mínimos que garantizan el seguimiento ascendente y descendente, tanto desde la parcela hasta el lugar donde se comercializa”.
Como parte de esa estrategia, los productos estarán identificados con un sello o un logo y cada productor tendrá también un sello que lo acredite como productor agroecológico, destacó el especialista en gestión del PAAS.
“Ya están en el país las siete minindustrias de procesamiento de frutales y en las fincas se crean condiciones para la infraestructura necesaria para el montaje de equipamiento, lo que permitirá comenzar a beneficiar hortalizas, frutas y miel”, dijo.
A su juicio, el hecho de que las UBPC cuenten con plantas de beneficio y las fincas de frutales con minindustrias contribuirá al desarrollo local porque la población va a disponer de productos frescos, con calidad e inocuidad cercanos a su entorno.
Además de las plantas, el proyecto dotará a las unidades productivas de equipamiento para la conservación de vegetales, cámaras frías, insumos para el envasado y etiquetado y utensilios y equipos para la comercialización y transporte.
El soporte técnico y apoyo a la capacitación está a cargo de los estatales Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt e Instituto de Investigaciones Avícolas. (2014)
La Habana, 17 sep.- Cuba dispondrá de frutas, hortalizas y miel orgánicos certificados para el mercado local como resultado del Proyecto Apoyo a una Agricultura Sostenible en Cuba (PAAS), que beneficia a 10 unidades productivas del occidente y centro del país.
Esta iniciativa persigue mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres de La Habana del Este y San Miguel del Padrón, en La Habana; Bejucal, en Mayabeque; Rodas y Abreus, en Cienfuegos; Bayamo, Granma; Ciego de Ávila, Camagüey y Las Tunas, los tres últimos en las provincias homónimas.
Según Pedro Gavilanes, especialista en gestión del PAAS, el proyecto está dirigido a tres cadenas de valor: frutas, hortalizas y miel de abeja.
Prevé capacitar a productores y aportar recursos e insumos para coadyuvar al aumento sostenible de la disponibilidad de alimentos sanos y los ingresos provenientes de tres cadenas de valor de productos agrícolas orgánicos.
A partir de esta experiencia piloto en siete fincas de frutales, dos Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) de hortalizas y una UBPC apícola, “se persigue lograr la producción de alimentos orgánicos, con un valor agregado, manejados en sistemas agrícolas con métodos y prácticas orgánicas, basados en principios agroecológicos”, reveló Gavilanes.
El apoyo se extiende a toda la cadena de valor.
Se contempla el mejoramiento de la producción en el campo, la transformación a través de una infraestructura de plantas de beneficio para hortalizas y siete minindustrias para el procesamiento de frutas, pulpa y jugos en las propias cooperativas y fincas, indicó Gavilanes.
En el caso de la cooperativa apícola de Rodas, en la suroccidental provincia de Cienfuegos, se incluye una planta de beneficio y una sala de castra para obtener la miel y derivados, a partir de apiarios y colmenas manejados de forma ecológica.
El programa, que comenzó en septiembre de 2013, es ejecutado por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales, cuenta con la cofinanciación de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y el Instituto Humanista para la Cooperación con los Países en Desarrollo.
Según Gavilanes, la novedad radica en que permite aprovechar mejor los productos de la finca, reduciendo las pérdidas de frutas e incrementando el valor agregado de los productos agrícolas con la planta de beneficio, envasado y etiquetado, que garantizan más calidad e inocuidad.
“Estamos en el primer año de ejecución, que transversalmente incluye la capacitación de productores en prácticas orgánicas y sobre cómo manejar el sistema, además de la construcción de un sistema participativo de garantía”, explicó.
Así se podrá lograr la certificación del producto, “de modo que el consumidor tenga certeza de su calidad y atributos, de que no se aplican químicos de origen sintéticos y se evitó la contaminación por agentes dañinos”, especificó.
Subrayó que “se implementará un sistema de trazabilidad, que incluye registro, capacitación en buenas prácticas de higiene y manufactura de los alimentos para todas las personas que intervienen en la cadena, así como un grupo de registros mínimos que garantizan el seguimiento ascendente y descendente, tanto desde la parcela hasta el lugar donde se comercializa”.
Como parte de esa estrategia, los productos estarán identificados con un sello o un logo y cada productor tendrá también un sello que lo acredite como productor agroecológico, destacó el especialista en gestión del PAAS.
“Ya están en el país las siete minindustrias de procesamiento de frutales y en las fincas se crean condiciones para la infraestructura necesaria para el montaje de equipamiento, lo que permitirá comenzar a beneficiar hortalizas, frutas y miel”, dijo.
A su juicio, el hecho de que las UBPC cuenten con plantas de beneficio y las fincas de frutales con minindustrias contribuirá al desarrollo local porque la población va a disponer de productos frescos, con calidad e inocuidad cercanos a su entorno.
Además de las plantas, el proyecto dotará a las unidades productivas de equipamiento para la conservación de vegetales, cámaras frías, insumos para el envasado y etiquetado y utensilios y equipos para la comercialización y transporte.
El soporte técnico y apoyo a la capacitación está a cargo de los estatales Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical, Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt e Instituto de Investigaciones Avícolas. (2014)
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