PUBLICADO EN EL NUEVO HERALD - POR JEFF DONN Y GARANCE BURKE ASSOCIATED PRESS -
El aparato de salud en Estados Unidos está tan poco preparado y carente de recursos para lidiar con el virus de ébola que incluso pequeños grupos de casos podrían abrumar partes del sistema, de acuerdo con una revisión de The Associated Press de hospitales y otros componentes de la red médica.
Expertos en ébola concuerdan en que un brote nacional amplio es extremadamente improbable, pero también dicen que es imposible predecir con certeza, porque los brotes previos de ébola se habían confinado a áreas remotas en África. Y el ébola no es la única preocupación. Expertos dicen que otras enfermedades infecciosas letales —desde virus como el SARS hasta una variante no prevista de la influenza y enfermedades más exóticas como la fiebre de Lassa— pudieran causar un caos en el sistema de salud.
Para evaluar la capacidad de Estados Unidos para lidiar con un brote grande, la AP examinó numerosos indicadores de preparación: entrenamiento, personal, fondos, salas de emergencia, suministros y protección para los trabajadores de salud. Reporteros de la AP entrevistaron además a decenas de expertos en esos campos.
Los resultados fueron preocupantes. Suministros, entrenamiento y fondos son limitados. Y existen preocupaciones sobre si los trabajadores de salud se negarían a tratar a enfermos con ébola.
Tras la muerte de un enfermo de ébola en un hospital en Texas y la subsiguiente infección de dos de sus enfermeras, funcionarios médicos y políticos están apresurándose para resolver problemas de preparación. Pero los remedios no pueden ser implementados de un día para otro. Y las soluciones serán costosas.
Los reporteros de la AP a menudo escucharon que mientras más pequeñas sean las instalaciones médicas, peor preparadas están para confrontar ébola y otras enfermedades infecciosas. Estados Unidos tiene muchos más centros médicos medianos y pequeños que hospitales grandes.
"Lo que me preocupa es: '¿Está la mayoría de los hospitales pequeños preparada adecuadamente?"', dijo el doctor Ashish Jha, un especialista de atención médica en la Universidad de Harvard. "Claramente depende".
Otras conclusiones de la investigación:
— El sistema de atención de emergencia está ya al límite, aun sin las presiones agregadas de una nueva enfermedad infecciosa. En su reporte nacional del 2014, el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia dice que el sistema está al borde de la crisis.
— Datos federales muestran que los pacientes se pasan un promedio de cuatro horas y media en salas de emergencia antes de ser admitidos, y 2% de los pacientes se van sin ser vistos por un médico. Si se añade un influjo de pacientes con diagnóstico de ébola o aquellos que temen tener la enfermedad, los segmentos vulnerables del sistema pudieran flaquear.
— Aunque muchos proveedores de salud están dispuestos a lidiar con pacientes con ébola, un estudio publicado en agosto muestra que muchos sienten que están poco preparados. Y 14% de los médicos y enfermeras y uno de cada cuatro miembros del personal de emergencias y atención crítica dijeron que no irían a trabajar si pacientes con ébola son internados en sus hospitales.
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