Guantánamo, (AIN) Aunque el ahorro de agua es tarea permanente, la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos, en Guantánamo exhortó hoy a incrementar esa acción, debido al descenso paulatino del nivel de sus embalses por la escasez de lluvia.
Juan Carlos González, subdirector del citado organismo en el territorio, explicó a la AIN que en los días transcurridos del primer mes del período seco (noviembre-abril),la cantidad de agua en las principales represas del territorio descendió en casi tres por ciento, equivalente a más de seis millones de metros cúbicos.
Aclaró que a pesar de que ese volumen no es significativo, se impone reforzar la estrategia de ahorro, ya que el embalse Faustino Pérez, principal fuente de abasto de esta urbe, hace tres semanas se encontraba al tope y ahora reporta menos del 90 por ciento de su capacidad.
Esa circunstancia, según González, obliga a extremar el uso eficiente del agua, no solo por parte de la población, sino también por los grandes consumidores del municipio cabecera, en particular el sector industrial, y la agricultura, la cual debe extremar las medidas de eficiencia y austeridad, en el riego.
Guantánamo concluyó la etapa lluviosa (mayo-octubre) con reserva aceptable de agua embalsada, pero la disminución de precipitaciones en la cuenca de los ríos tributarios de sus represas, ha llevado al borde del denominado volumen muerto a la Pozo Azul, garante del riego al valle de Caujerí, emporio hortícola localizado en el municipio de San Antonio del Sur.
Acostumbradas a sortear severas sequías, sobre todo en la árida franja costera sur, las autoridades de RH en el territorio prevén el traslado del preciado líquido en carros-cisternas hasta varios puntos del único semidesierto cubano, donde la media anual de precipitaciones apenas sobrepasa los 600 milímetros de lluvia al año.
También será preciso recurrir a esa costosa opción para satisfacer la demanda en aquellas comunidades donde la infraestructura hidráulica, en coincidencia con la falta de humedad, pone en peligro el abasto de sus habitantes.
No obstante la actual situación, el agua embalsada es suficiente para satisfacer hasta el primer trimestre de 2015 las necesidades de la población, la agricultura y la industria, en el más oriental de los territorios del archipiélago.
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