Autor: Harold Iglesias | harold@granma.cu
Hanser, pese a no transitar por una preparación exitosa, sacó a relucir su clase de finalista olímpico.Foto: Ricardo López Hevia
Desempolvó 76 años de olvido. Desde el triunfo de Francisco Escobar en el hectómetro del estilo libre correspondiente a la edición de Panamá 1938, ningún otro cubano había logrado imponerse en esa prueba.
Hanser García es diferente, un “Pollo” que bracea y patea en el agua como pocos, sin importar deficiencias técnicas heredadas del polo acuático al realizar su delfín y su giro. El cubano se las ingenió para pulverizar la anterior primacía en poder del venezolano Albert Subirats (49.55) y fijarla en 49 segundos exactos. El resto, su habitual brazo derecho levantado en señal de victoria.
A sus espaldas tocaron la alberca del Centro Acuático Leyes de Reforma veracruzano los morochos Cristian Quintero (49.66) y el propio Subirats (50.52).
Hanser había lanzado su alerta desde los 50 metros iniciales. Contrario a como casi siempre sucede, dominó ese primer segmento y tras la vuelta aumentó su ritmo de brazadas, para con claridad anclar dorado y plusmarquista. Con semejante avance, sus expectativas doradas de cara a los 50 metros libre, prueba reina de la natación, crecen.
Hanser, pese a no transitar por una preparación exitosa, sacó a relucir su clase de finalista olímpico.Foto: Ricardo López Hevia
Desempolvó 76 años de olvido. Desde el triunfo de Francisco Escobar en el hectómetro del estilo libre correspondiente a la edición de Panamá 1938, ningún otro cubano había logrado imponerse en esa prueba.
Hanser García es diferente, un “Pollo” que bracea y patea en el agua como pocos, sin importar deficiencias técnicas heredadas del polo acuático al realizar su delfín y su giro. El cubano se las ingenió para pulverizar la anterior primacía en poder del venezolano Albert Subirats (49.55) y fijarla en 49 segundos exactos. El resto, su habitual brazo derecho levantado en señal de victoria.
A sus espaldas tocaron la alberca del Centro Acuático Leyes de Reforma veracruzano los morochos Cristian Quintero (49.66) y el propio Subirats (50.52).
Hanser había lanzado su alerta desde los 50 metros iniciales. Contrario a como casi siempre sucede, dominó ese primer segmento y tras la vuelta aumentó su ritmo de brazadas, para con claridad anclar dorado y plusmarquista. Con semejante avance, sus expectativas doradas de cara a los 50 metros libre, prueba reina de la natación, crecen.
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