Un estilo de vida más saludable puede reducir el riesgo de una enfermedad mortal, pero también puede servir para incrementar sus posibilidades de vivir una vida larga y activa, según varias investigaciones.
A continuación presentamos algunas de las reglas más sencillas, citadas por el diario 'Komsomolskaya Pravda' basándose en varios estudios científicos, para mantenernos en forma, conservar la salud mental y física e incluso retrasar el proceso de envejecimiento.
Regla número uno: Con menos azúcar la vida será más dulce. Se ha encontrado que elconsumo excesivo de azúcar repercute en la salud de la piel, contribuyendo a su envejecimiento. El azúcar en grandes cantidades en la sangre puede provocar diabetes, así como también dañar de forma progresiva los vasos sanguíneos. Lesiona la pared de las arterias, lo que facilita que se deposite el colesterol y se acelere el proceso de arteriosclerosis.
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La OMS sugiere el consumo diario de no más de 25 gramos de azúcar (seis cucharadas de café aproximadamente), y se ha determinado que al disminuir su cantidad durante 72 horas, contribuye a mejorar los receptores de gusto en la boca.
Regla número dos: Dormir bien. Dormir es una actividad que hacemos a diario, no solo porque nos guste sino también porque nuestro cuerpo nos lo pide, y a cambio, obtenemos resultados positivos para nuestra salud. No dormir lo suficiente puede debilitar el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades. La falta de sueño, entre otras cosas, puede provocar también estrés, que a su vez puede conducir a la hipertensión arterial.
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Regla número tres: Realizar una actividad física con regularidad es una de las maneras más sencillas de mejorar su salud y mantenerse en forma. Pero además, el ejercicio físico ayuda a rejuvenecer la piel, según un estudio de la Universidad McMaster de Canadá. Los investigadores concluyeron que las personas que se ejercitan con frecuencia tienen las capas exteriores de la piel más suaves, las capas internas más duras, y el estrato córneo más saludable; e incluso, la composición dérmica era más joven.
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Regla número cuatro: Un poco de estrés. Aunque siempre relacionamos el estrés con una consecuencia negativa, una pequeña dosis puede ayudarnos a vivir de manera más saludable, así como mejorar el desempeño en pruebas cognitivas, el trabajo y actividades atléticas, según investigadores de la Universidad de California.
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Regla número cinco: Realizar una actividad que le guste. La mayoría de las personas longevas comparten un rasgo en común: todos ellos son entusiastas, optimistas, en la mayoría de los casos tranquilos, amables y alegres. Realizar una actividad preferida, ya sea un pasatiempo emocionante como dibujar, coser, tejer o un trabajo que de verdad le guste y que le provoque satisfacción, es un serio factor que ayuda a prolongar una vida sana y activa, señalan los gerontólogos.
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