La Habana, 11 feb.- Cuba dio un nuevo paso para garantizar la continuidad de sus exportaciones de miel al mercado internacional con la reciente acreditación de cinco métodos analíticos que realiza el estatal Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi).
La certificación, concedida por el Órgano Nacional de Acreditación de la República de Cuba (Onarc), eleva a seis los análisis acreditados para medir los parámetros físico-químicos de la miel de abeja producida en el país con fines exportables.
María Miranda, jefa de la secretaria ejecutiva del Onarc, dijo a medios de prensa locales que esta acreditación forma parte de la estrategia del país para ser más competitivo a nivel internacional.
"La acreditación es una herramienta importante para obtener la necesaria confianza y credibilidad de las certificaciones emitidas por laboratorios de calibración y ensayo.
Apoya un grupo de actividades relevantes relacionadas con las operaciones comerciales, la seguridad y en no pocos casos, la toma de decisiones", detalló.
Según Adolfo Pérez, director del Ciapi, el proceso comenzó en 2012 con la preparación para la inspección de la Unión Europea (UE), que tiene requisitos muy exigentes para la calidad de los productos de origen animal.
"La UE tiene regulaciones bien estrictas para la calidad ese tipo de alimentos y en 1996 emitió la directiva 9623 que establece límites de residuos para carne, leche y todos los productos de origen animal", reveló.
"Nosotros consideramos que lo establecido por esa directiva es un problema de calidad, no de vigilancia y acordamos que toda la miel que fuera a salir de Cuba tenía que ser revisada y controlada y luego, mandarla a Europa para acreditar su control de calidad", indicó.
El Ciapi certifica nueve parámetros físico químicos de la miel, entre ellos humedad, color, conductividad eléctrica, contenido de diastasa, sólidos insolubles, acidez libre, azucares reductores y sacarosa aparente, explicó Daimy Díaz, experta en gestión de calidad.
En el caso de las mieles específicas (elaboradas por las abejas a partir del néctar de flores de mangle), se les realizan además análisis sensoriales y polínicos, según establece la Norma Cubana NC 371, agregó.
Otra de las exigencias de la UE, el análisis de residuos en las mieles cubanas que se exportan a esa región, se realiza en Alemania, principal importador de ese producto. Esos estudios garantizan que la miel no contenga residuos de pesticidas ni medicamentos veterinarios.
De acuerdo con Pérez, se producen alrededor de 1.200.000 toneladas de este producto en el mundo, de las cuales unas 200.000 son adquiridas por la Unión Europea y otras 150.000 por Estados Unidos.
Fundado en 1982, el Ciapi es la unidad de ciencia y técnica de la apicultura cubana. Cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por ingenieros agrónomos, zootecnistas, biólogos, microbiólogos, médicos veterinarios, cibernéticos, matemáticos, químicos y farmacólogos.
Además de certificar la calidad de la miel –y en el futuro, de otros productos a partir de la introducción de la más moderna tecnología-, desarrolla diferentes líneas de investigación relacionadas con la genética de las abejas, productos como miel y propóleos, la flora melífera así como la informatización de la actividad apícola.
El pasado año los productores sobrepasaron los compromisos previstos y obtuvieron unas 7.800 toneladas del alimento. El programa de desarrollo prevé llegar nuevamente en los próximos años a la mayor cifra acopiada, 10.000 toneladas.
Como parte de esta estrategia de recuperación, el Ministerio de la Agricultura ha hecho importantes inversiones, tanto en los laboratorios como en los insumos para mejorar la gestión de los productores, un programa para la sustitución progresiva de las abejas reinas, incremento del número de colmenas, entre otras acciones. (2015)
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