El Consejo Federal de Suiza ha anunciado este viernes su decisión de participar en el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII) fundado por China.
El Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura es uno de los elementos con los que Pekín quiere intensificar el empuje para rivalizar con las instituciones financieras internacionales dominadas por Gobiernos occidentales. Otros elementos del mismo sistema son la nueva Ruta de la Seda, en la que el BAII se compromete a invertir abundantemente, y el Banco de Desarrollo del bloque BRICS.
Según los impulsores de la iniciativa, la meta de la institución no es complementar a su rival inmediato —el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD)— dominado por Tokio y Washington, sino desafiar sus políticas y su sistema burocrático. El BAII se postula, además, como una alternativa al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que tienen sus sedes en Washington.
El banco fue puesto en marcha el pasado octubre con un acuerdo de fundación firmado por 21 estados y un capital estatuario de 100.000 millones de dólares. Está previsto que la redacción de sus estatutos internos finalice a finales de este año.
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