"En el primer año en que se levante esa proclama presidencial que restringe los viajes de los barcos, varias decenas de miles de embarcaciones podrían venir", declaró a la AFP el comodoro del Club Náutico Internacional Hemingway de La Habana, José Miguel Díaz Escrich.
Explicó que esa "proclama" emitida en 2004 por el entonces presidente George W. Bush "es hoy el único impedimento" para esos viajes, pues limita la salida desde Estados Unidos de embarcaciones que tienen la intención de visitar la isla. Sin embargo, destacó que Cuba "no está preparada" para recibir ese "flujo grande de embarcaciones", por lo que tendría que emprender "acciones para desarrollar" su infraestructura náutica.
"No hay marinas preparadas, no hay astilleros ni tiendas para botes", dijo Díaz Escrich, aunque confía en que la posible avalancha forzará al sector a desarrollarse. "Vienen los barcos y me desarrollo", apuntó. El comodoro también espera que el próximo Torneo Internacional de Pesca de la Aguja Ernest Hemingway, que organiza en mayo el club en homenaje al Premio Nobel de Literatura norteamericano, sea una de las ediciones "más grandes de la historia" de ese evento iniciado en 1950.
"En Florida se estima que posiblemente hubiese más de 60 barcos listos par participar en el torneo, pero desgraciadamente a la fecha de hoy está vigente la proclama", lamentó el comodoro. Cuba y Estados Unidos anunciaron en diciembre el inicio de un proceso de normalización de sus relaciones tras medio siglo de enemistad, y el gobierno de Obama emitió en enero nuevas regulaciones para flexibilizar los viajes y el comercio con la isla comunista.
No todos los estadounidenses pueden viajar a Cuba, pues por ahora Washington solo autoriza las visitas en 12 categorías, entre ellas para actividades periodísticas, educativas, religiosas, artísticas y deportivas, pero no turísticas.
Los viajes entre ambos países son realizados exclusivamente en aviones fletados con "carácter humanitario", pues todavía Washington no ha autorizado los vuelos comerciales en virtud del embargo vigente desde 1962. Díaz Escrich dijo en febrero en el Salón Náutico de Miami constató el "gran interés" de estadounidenses "por venir a Cuba con sus barcos" y "participar en el sector de la náutica" en la isla.
"Nos reunimos con el alcalde de Cayo Hueso, Craig Cates, que es republicano, pero está a favor de los viajes de los barcos y muy interesado en retomar el famoso ferry" entre ambas orillas del Estrecho de Florida, dijo. El servicio de transbordadores fue muy popular hasta que fue interrumpido tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959.
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