Esta modalidad llegó a Cuba proveniente de Estados Unidos y ahora algunos seguidores en la isla intentan impulsar un sistema de competencias.
SOCIEDAD Redacción IPS Cuba 18 agosto, 2015
Cualquier persona puede practicar Crossfit, sin importar peso, sexo, edad o si tiene algún padecimiento.Foto: IPS-Cuba
La Habana, 18 ago.- El programa de entrenamiento Crossfit gana adeptos en esta capital. Motivados por esta popularidad, un grupo de gimnasios privados y estatales capitalinos organizaron sus propias competencias de la disciplina.
Los días 8, 9, 15 y 16 de este mes, 10 mujeres y 28 hombres participaron en el certamen al que llamaron Fitness Habana con el fin de respetar los derechos de Crossfit, actualmente bajo la patente de una marca registrada, explicó a la Redacción IPS Cuba uno de sus organizadores, Eric Valdés.
Esta modalidad entrenamiento se basa en métodos utilizados por unidades militares y fuerzas especiales, que fueron adaptados para el público general y patentados como un programa con una marca registrada en el 2000.
En el Fitness Habana participaron los gimnasios de Habaguanex (estatal), los privados Cronos, Coliseo, Full body, Fitness Club 905, 17 y E, 17 y L, Casa Kohly, y la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo.
Valdés, un abogado de 32 años, ganador de la rama masculina, contó que “los dos primeros torneos organizados por clientes del gimnasio de 17 y E -en diciembre de 2014 y mayo de 2015- tenían rutinas muy limitadas y nos dimos cuenta de que era posible desarrollar un programa más grande y abarcador”.
Esta idea gozó de buena acogida y movilizó al estatal Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), al gobierno del municipio Playa y representantes de las marcas Redbull y Reebok, indicó Valdés.
Más detallesCrossfit es un programa de fuerza central y entrenamiento físico general, donde se realizan movimientos funcionales en constante variación y alta intensidad. Además, combina tres modalidades para obtener el máximo rendimiento posible: gimnasia, acondicionamiento metabólico (cardio) y levantamiento de pesas olímpicas.
Previo a la cita, se realizaron cinco congresillos para establecer las normas. Además, cada participante pagó una cuota de inscripción de cinco CUC (peso convertible equivalente al dólar) para cubrir parte de los gastos.
“Sin embargo, esta disciplina es muy nueva en Cuba y hay bastante desconocimiento: por ejemplo, en el Inder no existen árbitros especializados en la modalidad y quienes hicieron esa función en la competencia en su mayoría son amantes del Crossfit, algunos sin la suficiente preparación”, amplió.
Los implementos necesarios para la competencia fueron aportados por los organizadores. Según Valdés, “un gimnasio brindó sus mancuernas, otro las barras y el otro las esteras de gomas para proteger el piso”.
Diferentes locaciones acogieron los topes como el Balneario Universitario, el centro recreativo La Cecilia y pistas aledañas a la Carpa Trompoloco, divididos en ocho segmentos: agua (natación), potencia, traslado, rutina lineal, carrera Habana, gimnasia, AMRAP (siglas en inglés de “tantas rondas como sean posibles”) y rutina élite.
Incluso, algunos competidores y competidoras fueron atletas provenientes de otros deportes, como triatlón, gimnasia, ciclismo, halterofilia y natación.
También hubo una mayor presencia femenina.
“Poco a poco más mujeres gustan del Crossfit porque les permite mantenerse en forma”, dijo Lisandra Martínez, estudiante de Derecho.
Para la joven de 23 años, líder de la rama femenina en el torneo, esta modalidad de ejercicios representó un gran cambio: hasta los 16 años practiqué gimnasia pero al dejar el entrenamiento comencé a engordar, hasta que el Crossfit llegó a mi vida.
Cada vez es más usual esta práctica porque requiere menos equipamiento y recursos y su rutina, al ser tan diversa, resulta muy atractiva para los clientes, explicó uno de los participantes, el entrenador personal Yoander Díaz.
“Hasta el momento, no hay una institución en Cuba que organice este tipo de certámenes, ni regulaciones precisas. Todo queda al amparo de iniciativas personales”, agregó este joven de 26 años graduado de la Licenciatura en Cultura Física.
Aunque los participantes y jueces se reunieron en varias oportunidades, todavía hay inconformidades con respecto a las reglas, señaló.
De acuerdo con Díaz, “muchas de las rutinas utilizadas provienen de los Crossfit Games y sufrieron algunas variaciones para adecuarlas a los medios con que contamos, pues no hay barras, anillas, ni pelotas… Esto limita algunas actividades, mientras potencia otras como el levantamiento de pesas”.
Janet Bello, trabajadora del hogar de 41 años y segundo lugar de la competencia, también apoya la realización de encuentros de este tipo, a pesar de sentirse muy inconforme con el arbitraje pues en ocasiones, jueces y atletas tienen una estrecha relación. (2015)
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