Francisco Rodríguez Cruz • 13 de junio, 2016
Durante todo el día seguí con pesar y estupefacción las noticias en medios digitales extranjeros sobre la terrible masacre que en la madrugada del domingo protagonizó un individuo en una discoteca de la comunidad LGBTI de Orlando, en Florida, Estados Unidos.
Cifras preliminares dan cuenta de medio centenar de víctimas mortales y una cifra algo superior de personas heridas. El hecho provocó en todo el mundo el rechazo inmediato de importantes personajes de la política, la cultura y hasta del Papa Francisco. No había nada de mayor impacto quizás este domingo en el acontecer internacional.
Debo admitir que enseguida a mi pareja y a mí nos surgió la preocupación sobre cómo reflejaría el lamentable suceso la prensa cubana. Y nuestros temores, por desgracia, los confirmó la emisión estelar (del domingo 12 de junio) del Noticiero de la Televisión Cubana.
Ni una palabra hubo en el reporte sobre la matanza acerca de quiénes eran las víctimas, ni cuál era la naturaleza del centro nocturno que sufrió el fatídico ataque. Giros lingüísticos increíbles para no mencionar que fue una agresión a la comunidad LGBTI. Acogieron como buenas las especulaciones y los primeros indicios sobre el aparente carácter terrorista de las motivaciones de su autor, pero hicieron silencio absoluto sobre los presuntos móviles homofóbicos del asesino.
No puedo explicarles la indignación que siento. Es absolutamente irresponsable, antiético y poco serio ocultar ese elemento tan esencial de la noticia a la población cubana en el más importante espacio informativo de la Televisión nacional.
¿Prejuicios homofóbicos de directivos, editores y periodistas? ¿Manipulación mediática para no mencionar la palabra gay en nuestros medios?
De veras no sé en qué pensaba la persona responsable de tan bochornosa omisión, pero tal falta de objetividad periodística y rigor profesional es un verdadero crimen homofóbico del Noticiero de la Televisión Cubana.
Foto de portada: Concentración en homenaje a las víctimas de la masacre de Orlando / AFP.
(Tomado del blog del autor Paquito, el de Cuba)
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