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HAVANA TIMES – La Corte Constitucional de Colombia autorizó hoy la aplicación de un mecanismo de vía rápida para que el Congreso apruebe las leyes de implementación del acuerdo de paz suscrito por el Gobierno y la guerrilla de las FARC.
El llamado mecanismo de “fast track” fue avalado por ocho votos a favor y uno en contra, lo cual garantiza la aprobación de leyes en medio año, en lugar de en dos años, como ocurriría por la vía ordinaria en el Congreso.
El Gobierno había pedido a la Corte Constitucional que aprobase el “fast track”, debido a la urgencia que existe para la implementación del acuerdo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que se había dilatado desde que se firmó el primer pacto de paz, en septiembre.
Dicho acuerdo fue firmado en una ceremonia celebrada en Cartagena de Indias por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, pero quedó sin efecto al ser rechazado por una estrecha mayoría de votantes en el plebiscito del 2 de octubre.
Para salvar el proceso de paz, Santos convocó a todas las fuerzas políticas para llegar a un “gran acuerdo nacional”, especialmente al Centro Democrático, un partido opositor de derecha radical dirigido por el ex presidente y ahora senador Álvaro Uribe, que promovió el voto por el “no” de cara al plebiscito.
El Gobierno abrió entonces una fase para recibir propuestas con el objetivo de renegociar el acuerdo de paz, lo cual fue aceptado por las FARC.
Los promotores del voto por el “no” presentaron alrededor de 500 propuestas, agrupadas en 57 ejes temáticos, muchas de las cuales fueron aceptadas por las FARC.
Un segundo acuerdo de paz fue firmado entonces por Santos y Londoño el 24 de noviembre en una ceremonia cumplida en Bogotá, más austera que la realizada dos meses antes en Cartagena de Indias.
Santos decidió que el segundo acuerdo no sería sometido a un plebiscito sino a una refrendación en el Congreso, la cual se logró sin tropiezos el 30 de noviembre, con una amplia votación a favor.
La derecha radical mantuvo su rechazo al acuerdo, a pesar de la inclusión de varias de sus propuestas, y se abstuvo de votar en las sesiones parlamentarias.
Pero además de la refrendación en el Congreso, el Gobierno señaló que las leyes que serán sometidas al Legislativo para implementar el pacto de paz deberían ser debatidas y votadas mediante la vía rápida ante la urgencia que existe para que el acuerdo se empiece a implementar.
El tema quedó entonces en manos de la Corte Constitucional, que concluyó que la vía rápida no viola la Constitución.
Una de las primeras leyes en ser presentadas por el Gobierno al Congreso será en las próximas horas la de amnistía para miembros de las FARC que no hayan cometido delitos de lesa humanidad, es decir, rebelión, sedición, asonada, conspiración y retención ilegal de mando.
El texto que estará en manos del Congreso aclara que la amnistía se aplicará una vez se haya completado el proceso de dejación de armas por parte de las FARC.
“La amnistía será un mecanismo de extinción de la acción penal, disciplinaria, administrativa y fiscal, cuya finalidad es otorgar seguridad jurídica a los integrantes de las FARC, tras la firma del acuerdo final y la finalización de las hostilidades”, detalla el documento.
Tras la refrendación del acuerdo de paz, empezó a correr un plazo de un mes para que los cerca de 5.800 miembros de las FARC se concentren en 27 sectores del país donde prepararán su desmovilización y entregarán a las armas a las Naciones Unidas.
Santos ha afirmado que los guerrilleros deben estar en esos lugares a más tardar el 30 de diciembre. Las FARC empezaron a movilizarse hacia esas zonas desde comienzos de este mes, pero dicen que solo ingresarán cuando el Congreso haya aprobado la amnistía.
El cronograma acordado por las partes indica que 90 días después de haber sido refrendado el acuerdo de paz las FARC entregarán el 30 por ciento de sus armas a las Naciones Unidas.
Otro 30 por ciento debe ser entregado a los 120 días y a los 150 días el 40 por ciento restante, en ese momento las Naciones Unidas sacarán todas las armas de los depósitos para fundirlas y elaborar tres monumentos que estarán en La Habana, Nueva York y Colombia.
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