Aída Quintero Dip
Santiago de Cuba, (AIN) En el Banco Provincial de Leche Humana, que funciona hace poco más de un año en Santiago de Cuba, se han atendido unas 420 madres, para beneficio de recién nacidos prematuros sometidos a cirugías e imposibilitados de recibir lactancia de sus progenitoras.
Ubicado en el Hospital doctor Juan Bruno Zayas, de esta ciudad, esa institución cuenta con tecnología donada por la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y personal calificado, a fin de avalar la calidad de ese alimento que ha favorecido a más de 100 recién nacidos en el territorio.
Uberlinda Rivera, enfermera neonatóloga y responsable del Banco, explicó a la AIN que para ser donante se exige un adecuado estado de salud, estar lactando a niños menores de dos años, cumplir las normas de higiene requeridas y acudir voluntariamente a ofrecer el excedente de leche materna.
El Banco de Leche Humana denominado Esperanza para dar vida, acumula resultados respecto a la recolección y pasteurización de la leche, así como también en el control microbiológico, con el fin de declararla apta para el consumo y entregarla a niños que no pueden ser amamantados por su propia madre.
Médicos y enfermeras intensifican el trabajo en las áreas de atención primaria para sensibilizar a las madres y a sus familiares, en torno a la importancia de alimentar a sus bebés mediante ese tipo de nutriente, garantía del crecimiento y desarrollo adecuados.
Esta labor se ha estimulado últimamente ya que los especialistas de la rama sanitaria afirman que esa forma de manutención, en los primeros meses de vida, asegura mejor estado de salud.
Rivera enumeró varias ventajas como la de los niños bajo peso, que al no poder ser amamantados, no toman leche artificial, sino la pasteurizada ofrecida por ese departamento adjunto al servicio de Neonatología del “Juan Bruno Zayas”.
Se ha comprobado que el calostro les proporciona mayor defensa contra las enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, porque es como una vacuna que asimilan de su progenitora, agregó.
Explicó la enfermera que la leche lista para el consumo tiene un calentamiento térmico de 62, 5 grados Celsius y elimina el ciento por ciento de los organismos patógenos que pueden ocasionarle algún daño al bebé.
Santiago de Cuba, (AIN) En el Banco Provincial de Leche Humana, que funciona hace poco más de un año en Santiago de Cuba, se han atendido unas 420 madres, para beneficio de recién nacidos prematuros sometidos a cirugías e imposibilitados de recibir lactancia de sus progenitoras.
Ubicado en el Hospital doctor Juan Bruno Zayas, de esta ciudad, esa institución cuenta con tecnología donada por la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y personal calificado, a fin de avalar la calidad de ese alimento que ha favorecido a más de 100 recién nacidos en el territorio.
Uberlinda Rivera, enfermera neonatóloga y responsable del Banco, explicó a la AIN que para ser donante se exige un adecuado estado de salud, estar lactando a niños menores de dos años, cumplir las normas de higiene requeridas y acudir voluntariamente a ofrecer el excedente de leche materna.
El Banco de Leche Humana denominado Esperanza para dar vida, acumula resultados respecto a la recolección y pasteurización de la leche, así como también en el control microbiológico, con el fin de declararla apta para el consumo y entregarla a niños que no pueden ser amamantados por su propia madre.
Médicos y enfermeras intensifican el trabajo en las áreas de atención primaria para sensibilizar a las madres y a sus familiares, en torno a la importancia de alimentar a sus bebés mediante ese tipo de nutriente, garantía del crecimiento y desarrollo adecuados.
Esta labor se ha estimulado últimamente ya que los especialistas de la rama sanitaria afirman que esa forma de manutención, en los primeros meses de vida, asegura mejor estado de salud.
Rivera enumeró varias ventajas como la de los niños bajo peso, que al no poder ser amamantados, no toman leche artificial, sino la pasteurizada ofrecida por ese departamento adjunto al servicio de Neonatología del “Juan Bruno Zayas”.
Se ha comprobado que el calostro les proporciona mayor defensa contra las enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, porque es como una vacuna que asimilan de su progenitora, agregó.
Explicó la enfermera que la leche lista para el consumo tiene un calentamiento térmico de 62, 5 grados Celsius y elimina el ciento por ciento de los organismos patógenos que pueden ocasionarle algún daño al bebé.
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