(AIN) Las Cuevas de Bellamar figuran en la lista indicativa de las propuestas para optar por la categoría de Patrimonio de la Humanidad, expresó Bielka Cantillo, directora del centro provincial de Patrimonio Cultural en Matanzas.
Cantillo declaró al diario Granma que para tal designación se tuvo en cuenta esa fascinación casi mágica que atrae cada año a turistas locales y foráneos, quienes visitan la caverna sobrecogidos por sus especiales formaciones cálcicas.
También sus restos marinos estimados en más de 25 mil años y los caprichos de la naturaleza que consiguen un insólito laboratorio de la cristalografía subterránea.
Señaló que las Cuevas de Bellamar y su red de galerías se extienden por más de 20 kilómetros.
La directiva especificó que fueron seleccionadas las galerías llamadas El gato jíbaro y El jarrito, con formaciones de excepcional belleza, y precisó que se trata de una porción del sistema cavernario al cual no ha tenido acceso el público y que se encuentra en perfecto estado de conservación.
Las Cuevas de Bellamar, Monumento Nacional, fueron descubiertas accidentalmente en 1861 y se consideran como el centro turístico en activo más antiguo de Cuba.
Su sello más distintivo son las formaciones cristalinas translúcidas, de complicadas marionetas como consecuencia de haberse inundado la cavidad en varias ocasiones y cuyo resultado son formaciones sedimentarias cubiertas por una capa cristalina.
A juicio de sus especialistas, aspirar a tan alta distinción presupone asumir no pocas acciones en aras de preservar las formaciones y otros segmentos de gran valor para la espeleología mundial.
La inscripción en dicha lista indicativa es la primera etapa para cualquier futura candidatura.
Matanzas cuenta actualmente con otro bien inscrito en la lista, se trata del Museo Farmacéutico, considerado como la única farmacia francesa de finales del siglo XIX que se conserva completa en el mundo.
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