"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 28 de diciembre de 2013

Venden añejo de la nueva marca Havanista

Fue creada especialmente para el mercado de Estados Unidos, pero ya se ofrece con creciente aceptación, a los visitantes del Museo del Ron de La Habana
Por Amado de La Rosa

El ron cubano Añejo 7 Años, de la nueva marca Havanista, sello creado para su distribución especialmente en el mercado estadounidense -donde está registrado desde el año 2011-, ya está a la venta en la tienda del Museo del Ron, ubicado en el Centro Histórico de la capital cubana.

La salida de la novedosa etiqueta pone a disposición de los consumidores norteamericanos el más genuino y famoso de los rones cubanos, como ocurre hoy en más de 120 países mediante la marca Havana Club, aunque ellos no podrán disfrutarlo por ahora en suelo de EE.UU. debido al bloqueo y guerra económica que ese país mantiene y recrudece contra Cuba desde hace más de medio siglo.

La primera botella de Havanista fue presentada recientemente por Juan González, presidente de Havana Club International S.A. (HCI) y de Cuba Ron; Jerome Cottin-Bizonne, director general de HCI, y Pierre Pringuet, director general de la Corporación francesa Pernod Ricard, quien asistió en La Habana a la celebración de los 20 años de la alianza entre su firma y la mayor productora de rones de la Isla.

La compañía mixta HCI (también propietaria de Havanista), se fundó a fines de noviembre de 1993, con capital de Pernod Ricard y la productora local Cuba Ron, para la fabricación y distribución en exclusivo de Havana Club en el mercado mundial, que desde entonces "ha logrado un impresionante crecimiento en ventas", según informes de la entidad.

Cottin-Bizonne explicó que los rones de Havanista tienen iguales características y certificaciones de calidad que el resto de la gama de Añejos Premium de Havana Club, incluso la misma forma de la botella y presentación; "lo único que cambia, afirmó, es el nombre de la marca".

Significó que para enfrentar la discriminación comercial emanada del bloqueo contra Cuba, su compañía creó este sello y aclaró que se trata de defender la marca y los derechos como consumidor de los estadounidenses, para que cuando se levante el referido cerco comercial contra este país se pueda vender allí los rones Havanista.

Los representantes cubanos y franceses de HCI han reiterado que las industrias articuladas a su empresa mixta tiene la capacidad de satisfacer al mercado estadounidense con los famosos rones Premium de la Mayor de las Antillas tan pronto cese las barreras económicas impuestas a la Isla.

Cottin-Bizonne subrayó, además, que gracias al portafolio de su entidad, con rones cubanos disponibles en más de 120 países, durante estos 20 años han conquistado un importante espacio en el mercado internacional de bebidas alcohólicas, donde lograron crecer en ventas desde unas 400 000 cajas de nueve litros en el año 1993, a casi cuatro millones en el actual período anual próximo a culminar.

Añadió que la compañía HCI continuará fomentando el valor de las exportaciones y su crecimiento de dos dígitos anuales, mediante importantes inversiones industriales y de marketing; esta última resalta "la unión de la marca con la gente, la cultura y el ambiente de la gran ciudad de La Habana, junto a la rica tradición de elaborar buenos rones".

Comentó que tales razones respaldan a Havana Club como una de las 25 marcas principales de bebidas alcohólicas en el mundo. No por casualidad su fuerte prestigio internacional fue ponderado en el año 2012, por el International Wine & Spirit Research (WSR), que la nombró Número 1 Elite Brand.

También y según encuesta de otra acreditada publicación especializada internacional, el añejo Havana Club es el preferido por los cantineros de los 50 bares más famosos del orbe, no solo entre los rones, sino entre todos lo espirituosos.

Museo del ron
Ahora el nuevo sello Havanista enriquece las vitrinas de la tienda repleta con la amplia gama de añejos Havana Club del Museo del Ron, y también se ofrece con creciente aceptación, a los visitantes de esa instalación, ubicada en la Avenida del Puerto, en el corazón de La Habana Vieja entorno declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

En un recorrido por esta institución -de menos de una hora-, guías especializados describen en español, inglés, francés, italiano o alemán, los encantos de toda la actividad fabril de un central azucarero en miniatura y de trenes en marcha que transportan cañas, junto con los sonidos propios del ingenio y de un imaginario horno, vivencias que atrapan sobremanera a la mayoría de quienes desfilan por el lugar.

Quizás por ello, una buena parte de las personas que viajan hoy a la capital cubana visitan esta otrora mansión colonial del siglo XVIII, devenida complejo turístico-cultural desde que abrió sus puertas el 31 de marzo de 2000, tras una cuidadosa restauración e instalación de elementos expositivos que recrean las etapas de la producción del ron, desde el cañaveral hasta el paladar.

Se muestra al visitante el proceso para la elaboración del genuino producto cubano, acompañado incluso de olores, y sonidos propios de esta industria, con sus tradiciones, mitos e historia. Al final del recorrido, los participantes podrán saborear un auténtico añejo Havana Club o refrescantes cócteles con este ron, y hasta probar platos tradicionales de la cocina cubana en el bar-restaurante del Museo.

Su directora, María Caridad Velázquez Díaz, destacó que el Museo del Ron aparece hoy entre los lugares más concurridos de La Habana -más de 1 700 000 personas han recorrido sus galerías en los 13 años de fundado-, liderados este año por turistas alemanes y canadienses, y aunque en la actual temporada decrece ligeramente el número de visitantes extranjeros (han recibido 122 000), "hemos aprovechado el tiempo, comentó, para reforzar la preparación de todos los que aquí laboramos con el fin de elevar la calidad del servicio".

Refirió que desde 2012, han incorporado nuevas prestaciones al recorrido por la institución en pos de vivificar aún más las tradiciones e historia de los maestros roneros y de los propios cantineros, mediante clases de coctelería impartidos por expertos de la Asociación de Cantineros de Cuba, quienes exponen y enseñan a los interesados en el tema sobre la elaboración desde los más sencillos cocteles hasta los clásicos Cubalibre, Daiquirí y Mojito, entre otros.

"De esta forma, puntualizó, pretendemos que el turista no solo conozca sobre la historia del ron cubano y sus vínculos con las tradiciones y cultura más genuina del país, sino que además aprenda, para que pueda trasmitir a otros muchos, el saber de nuestros cantineros y el porqué aparece el ron de Cuba entre los más escogidos en bares del mundo; también sobre maridaje del ron con el habano, para que se familiaricen con otro de los mágicos productos cubanos".

Al Museo del Ron -operado por la compañía HCI, con servicios de restauran y tienda a cargo de la empresa Habaguanex-, acuden diariamente grupos de turistas organizados por las agencias de viaje Cubatur (con mayor concurrencia), Cubanacán, Gaviota y Havanatur; también las especializadas San Cristóbal, Ecotur, Altur, Paradiso, entre otras. La institución, abre sus puertas todos los días de 9:00 am a 5:30 pm.

Hoy, para María Caridad Velázquez lo más importante es que "todo el que nos visite cumpla sus expectativas, que se vaya de aquí satisfecho y al regresar a su país trasmita a familiares y amigos los mementos agradables que vivió en Cuba, en especial en nuestra casa. Sus opiniones, muy bonitas, expresadas por ellos en Internet, nos hacen sentir orgullosos".

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