Por primera vez, dos bombas de fragmentación lanzadas por la aviación que apoyó la fallida invasión a Cuba por Playa Girón en 1961, fueron halladas y desactivadas por especialistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el ministerio del Interior, informó hoy una emisora local.
Radio Reloj indicó que las dos bombas de 150 libras y fabricación estadounidense fueron descubiertas de forma ocasional en un apartado punto de la Ciénaga de Zapata, en el sur de la occidental provincia de Matanzas.
Los expertos suponen que los dos artefactos explosivos fueron arrojados por pilotos enemigos "para aligerar peso en las naves durante su huida, al conocer la derrota", apuntó la nota.
Según la emisora, una de esas bombas fue detonada como medida de seguridad, mientras que la otra "pasará a los fondos del Museo de Playa Girón (Matanzas), pues no representa peligro".
El 17 de abril de 1961, unos 1.500 exiliados cubanos adiestrados y dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos desembarcaron en Playa Girón, en la Bahía de Cochinos, cercana a la Ciénaga, para derrocar a la revolución liderada por Fidel Castro.
Su plan era despejar el camino para la llegada desde Miami de un"gobierno provisional" y que éste reclamara desde Cuba una intervención militar de Estados Unidos.
Pero dicha intervención nunca se produjo pues menos de 72 horas después del inicio de la agresión, el 19 de abril, las fuerzas revolucionarias habían capturado ya a los últimos mercenarios, quienes encontraron una fuerte resistencia al llegar a Cuba.
Lejos de conseguir sus propósitos, la operación destruyó el mito de la invencibilidad de Washington, reforzó el liderazgo de Castro y acercó a Cuba todavía más a la Unión Soviética.
Radio Reloj indicó que las dos bombas de 150 libras y fabricación estadounidense fueron descubiertas de forma ocasional en un apartado punto de la Ciénaga de Zapata, en el sur de la occidental provincia de Matanzas.
Los expertos suponen que los dos artefactos explosivos fueron arrojados por pilotos enemigos "para aligerar peso en las naves durante su huida, al conocer la derrota", apuntó la nota.
Según la emisora, una de esas bombas fue detonada como medida de seguridad, mientras que la otra "pasará a los fondos del Museo de Playa Girón (Matanzas), pues no representa peligro".
El 17 de abril de 1961, unos 1.500 exiliados cubanos adiestrados y dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos desembarcaron en Playa Girón, en la Bahía de Cochinos, cercana a la Ciénaga, para derrocar a la revolución liderada por Fidel Castro.
Su plan era despejar el camino para la llegada desde Miami de un"gobierno provisional" y que éste reclamara desde Cuba una intervención militar de Estados Unidos.
Pero dicha intervención nunca se produjo pues menos de 72 horas después del inicio de la agresión, el 19 de abril, las fuerzas revolucionarias habían capturado ya a los últimos mercenarios, quienes encontraron una fuerte resistencia al llegar a Cuba.
Lejos de conseguir sus propósitos, la operación destruyó el mito de la invencibilidad de Washington, reforzó el liderazgo de Castro y acercó a Cuba todavía más a la Unión Soviética.
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