AIN El destino cubano se ha venido labrando un camino en la industria del turismo fuera de fronteras, que no ha estado exento de escollos antes, ahora y después.
Esos obstáculos, debidos a factores objetivos y subjetivos, tanto externos como internos, se han convertido en acicate para las potencialidades de la industria.
Sin menospreciar que hay deficíts que han impedido "extraerle" todo el jugo- como a la caña-, por otro lado.
Esos obstáculos, debidos a factores objetivos y subjetivos, tanto externos como internos, se han convertido en acicate para las potencialidades de la industria.
Sin menospreciar que hay deficíts que han impedido "extraerle" todo el jugo- como a la caña-, por otro lado.
Frente al obstinado bloqueo de EE.UU. que nos priva de nuestro mercado natural, la crisis económica mundial, el encarecimiento de los boletos aéreos, el arreciamiento de la competencia en la misma vecindad y problemas vinculados a la eficiencia, la calidad de los servicios y deficiencias en los apartados de comercialización y comunicación, que dejaron pasar por alto buenas oportunidades, condujeron a un cierre del 2013 con adeudos en varios acápites.
Aunque las autoridades del rubro calificaron de positivo el balance final, en gran parte gracias a una salvadora temporada invernal (noviembre-abril)- que ya sin terminar, muchos sueñan con reeditar- , lo cierto es que en "el año precedente no se cumplieron los planes de visitantes.
Hay que reconocer la obtención de discretos incrementos en los ingresos", según el periódico Trabajadores, al hacerse eco de los análisis desarrollados durante el encuentro de los delegados del sector al XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba con el titular del ramo.
El turismo internacional dejó a Cuba ingresos por unos mil 804 millones de dólares en los 12 meses anteriores, en su mayor parte en alojamientos y gastronomía, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) publicados recientemente.
La cifra, que incluye los ingresos de las entidades turísticas en alojamiento, transporte, comercio, gastronomía, recreación y otros, representa un incremento de aproximadamente un dos por ciento respecto al 2012, cuando la isla recaudó unos mil 769 millones por igual concepto.
Las áreas de gastronomía y alojamientos acapararon las captaciones financieras del año pasado con un 38,9 y un 31,5 por cientos del total, respectivamente; mientras que el transporte aportó un 17 y el comercio minorista un ocho.
En cuanto a visitantes, el territorio caribeño reportó entonces un leve aumento de 0,5 por ciento con un registro de dos millones 851 mil de turistas extranjeros, aunque no alcanzó su previsión de recibir a unos tres millones de viajeros, cuantía a la que no se ha vuelto a hacer mención en el ejercicio en curso.
Canadá siguió detentando el sitial de honor entre los países emisores, con más de un millón de vacacionistas, seguido del Reino Unido y Alemania.
Francia, Argentina, Italia, México, España, Rusia y Venezuela, en ese orden, estuvieron, además, entre las restantes naciones que enviaron más veraneantes a la Antilla Mayor, según la propia ONEI.
El turismo es el segundo capítulo de ingresos en divisas para la nación antillana, tras la exportación de servicios; más, sin embargo, el hecho de estar ubicado en tal escalón- no le resta mérito por cierto- conlleva aún así a un compromiso superior para el presente y el porvenir, porque demostradas están las reservas que existen para que la actividad del ocio contribuya todavía más al renacer de la economía autóctona, al proceso de perfeccionamiento del sistema social socialista cubano y por ende a la paulatina aplicación de los Lineamientos del Partido.
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