Por primera vez en Cuba, un intercambio grupal y gratuito de textos impresos, promovido en la red social Facebook, reunió a lectores en un parque de La Habana.
La Habana, 8 abr.- Convocados semanas antes mediante Facebook para intercambiar obras literarias impresas en un parque de esta capital, una treintena de lectores, mayoritariamente jóvenes periodistas y comunicadores, asistieron este domingo a la cita “Un libro a cambio de nada”.
Mediante el encuentro realizado en el parque ubicado en las calles H y 21, en la barriada habanera del Vedado, el periodista Rafael González se propuso crear un espacio donde las personas compartieran intereses por la lectura, así como “despertar un poco la creatividad y la actividad ciudadana”.
El joven periodista precisó a la Redacción IPS Cuba que la idea de realizar esa acción cultural partió de la propuesta hecha a través de Internet por unos amigos suyos que se encuentran en Argentina.
Agregó que tras comentar en su blog que dejaría tres libros en dicho parque y recibir mensajes de varias amistades que harían lo mismo, pensó armar “una especie de librería al aire libre”, en la cual las y los interesados adquirieran textos gratuitamente.
Dijo que la organización de la cita corrió a cargo de actores sociales involucrados “en algo que les parece atractivo”.
Esos gestores voluntarios, muchos de ellos periodistas, contribuyeron a brindar mayor visibilidad al encuentro y a ampliar la convocatoria, que promocionaron en la calle repartiendo volantes. Además, diseñaron e imprimieron marcadores de libros.
Respecto al posible impacto de la actividad, su principal promotor manifestó el deseo de que la experiencia se replique en otras provincias, lo cual depende, a su modo de ver, de la voluntad de quienes se propongan hacerlo.
Para conseguir ese fin, el joven resaltó la necesidad “de romper determinada inercia, porque un evento como este no requiere de recursos, ni de una organización compleja”, apuntó.
“Me gustaría naturalizar actividades como esta, convertirlas en algún tipo de símbolo o tradición, sin esquematismos”, expuso.
Asimismo declaró sentirse sorprendido por encontrar en el parque habanero al escritor y ensayista Víctor Fowler. A juicio de González, “en Cuba existe la sensación de que el mundo intelectual está de cierto modo desconectado de las redes sociales”.
Fowler, por su parte, estimó que lo más interesante del encuentro “es el papel incipiente que empiezan a jugar en el país las redes sociales. Este es un primer paso. Habrá que trabajar más para que su acción sea mayor, divulgarlo más para que se conozcan este tipo de iniciativas. Participar más en la triple dimensión de las instituciones”, valoró.
En tal sentido, el intelectual lamentó la ausencia en el lugar de representantes de instituciones como la Biblioteca Nacional de Cuba “José Martí”, que se ocupa del Programa Nacional de Lectura, la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Universidad de La Habana; así como de más intelectuales y escritores.
“El hecho de que el sistema institucional del libro y la literatura no se encuentren aquí, es una muestra de nuestro escaso desarrollo o de la profundidad del subdesarrollo”, sostuvo. No obstante, destacó la asistencia de la Ruth Casa Editorial, que trabaja distribuyendo libros dentro y fuera del país.
Fowler expresó su aspiración de que en el futuro se produzcan acciones similares también para el intercambio de libros digitales, al tiempo que calificó la desarrollada este domingo como “iniciativa hermosa alrededor del libro en formato papel”.
La realización de este hecho inédito en la nación caribeña retoma una idea que, con distintas formas y nombres, viene concretándose en varios países.
La convocatoria de la suelta, al parecer una idea del argentino Rodri Bristot, tiene carácter global y consiste en que un día las personas dejan libros en cierto espacio público para que alguien los recoja. (2014)
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