"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 26 de abril de 2014

La política keynesiana repara el daño causado por la austeridad


Por: Paul Krugman Premio Nobel de Economia

Ya estamos otra vez. Los sospechosos de rigor vuelven ahora a la carga afirmando que la recuperación en Gran Bretaña demuestra que la austeridad fiscal no es contractiva después de todo, que el Fondo Monetario Internacional estaba totalmente equivocado, etcétera, etcétera.

El economista Jonathan Portes, director del Instituto Nacional de Investigación Económica y Social, escribió recientemente un extenso artículo para rebatirlo en el blog de la organización (se puede leer aquí: bit.ly/1l3n75z); la versión sencilla es que el Gobierno del primer ministro David Cameron llevó a cabo mucha contracción fiscal en 2010 y 2011, pero luego bajó drásticamente el ritmo de la consolidación. Por desgracia, la incertidumbre sobre lo grande que es en realidad la brecha de producción (la diferencia entre el PIB real y la capacidad de la economía) hace que resulte difícil ponerse de acuerdo sobre cómo medir la política fiscal, pero prácticamente todas las mediciones muestran, de hecho, que la austeridad disminuye claramente después de 2011.
Por eso, el Gobierno aplicó mucha austeridad, luego ya no la aplicó más y la economía británica empezó a crecer a partir de entonces. ¿Justifica esto la austeridad expansiva? Usando una analogía que he empleado antes, si sigo golpeándome en la cabeza con un bate de béisbol y luego paro, empezaré a sentirme mejor; esto no significa que golpearse en la cabeza con un bate de béisbol sea algo bueno.

Si leen el artículo de Portes, verán que George Osborne, el ministro de Hacienda, y otros dirigentes británicos están usando algunos sofismas en este tema, al afirmar que el Gobierno nunca ha cambiado su plan, por lo que sigue con el Plan A. Es una afirmación muy discutible, pero en cualquier caso es irrelevante para la discusión macroeconómica.

El hecho es que la consolidación fiscal que ha llevado a cabo Gran Bretaña desde 2012 es mucho menor que la que hizo en los dos años anteriores, por lo que el rendimiento de la economía desde entonces confirma en realidad las afirmaciones keynesianas, sean cuales sean las intenciones del Gobierno.

Huelga decir que no espero que nada de esto haga que los partidarios de la austeridad se cuestionen sus opiniones.

El estancamiento secular sigue siendo un riesgo en EE UU

La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) ha hecho pública su última actualización presupuestaria para EE UU y, como siempre, es un trabajo muy meticuloso. Pero hay algo a lo que realmente merece la pena prestar atención, y no es el hecho de que la CBO esté necesariamente equivocada, aunque podría estarlo, y en cualquier caso la gente debería saber en qué se basan las conclusiones.

Aquí la tienen: en la proyección de la CBO los déficits son bastante bajos a corto plazo, pero empiezan a aumentar dentro de unos años. ¿Qué impulsa esa tendencia hacia el déficit? En gran parte, son los pagos de los intereses, que la CBO incrementa del 1,3% del producto interior bruto en 2014 al 3,3% del PIB en 2024.

Bueno, eso es lo que ocurre cuando tienes una deuda que siempre aumenta, ¿verdad? Cuanto más debes, mayores son los pagos de intereses y más suben, ¿verdad?

Pues no.

Según la CBO, la deuda solo aumentará ligeramente en proporción al PIB ya que pasará del 74% en 2014 al 78% en 2024. Básicamente, ese incremento en los pagos de intereses refleja la suposición de que los costes de endeudamiento subirán rápidamente a medida que la economía se normalice.

Pero mientras tanto, hay otra organización meticulosa, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que declara que existe una tendencia bajista a largo plazo en los tipos de interés reales, que el estancamiento secular es un riesgo real y que unos tipos no mucho más elevados de los que observamos ahora pueden ser lo normal.

¿Quién tiene razón? Estoy de acuerdo con el FMI, pero tanto la institución como yo podemos equivocarnos. Lo fundamental por ahora, sin embargo, es que la CBO no ha descubierto exactamente que los déficits empezarán a aumentar en unos años, sino que básicamente da por sentado que los tipos de interés aumentarán mucho más de lo que muchos economistas, incluidos los del FMI, creen.

Traducción de News Clips.

© 2014 The New York Times.

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