Por Francisco Ramírez. Corresponsal
La Habana, (Notimex).- Vietnam, Japón y Brasil apoyan a Cuba en sus esfuerzos por recuperar y fortalecer la producción de arroz para disminuir sus costosas importaciones de alimentos, entre ellas las de este cereal, vital en la dieta de los cubanos.
El ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, consideró que los arroceros cubanos están hoy más cerca de cumplir con la autosuficiencia, que se reflejaría en un notable aporte a la economía nacional.
Según estadísticas, en 1958 Cuba fue el cuarto productor de arroz de América Latina, con 256 mil toneladas para una población de seis millones de habitantes.
En 2012, con 11.2 millones de habitantes, la isla produjo 277 mil toneladas, por lo que ese año tuvo que importar 483 mil toneladas para cubrir la demanda nacional.
El año pasado, la producción del ramo alcanzó 230 mil toneladas de arroz listo para el consumo.
El gobierno cubano pretende alcanzar para este año 254 mil toneladas, una cifra casi similar a la obtenida hace 56 años y con una población actual de 11.1 millón de habitantes.
El consumo nacional del cereal se estima en 700 mil toneladas cada año.
En un análisis con los productores del cereal de la provincia central cubana de Sancti Spíritus, Rodríguez Rollero dijo que se crean condiciones para que en 2016 se garantice la producción de 538 mil toneladas, el 60 por ciento de la demanda nacional.
El ministro de Agricultura dijo a la prensa nacional que ello depende de un programa integral en marcha, desde las siembras y cultivo hasta la parte industrial y almacenamiento.
Según estadísticas locales, el consumo promedio en el país es de más de 70 kilogramos por persona al año, y en el mercado internacional una tonelada de arroz se cotiza en unos 500 dólares.
El arroz se vende a través de la canasta básica subsidiada y, como no alcanza para terminar el mes, la mayoría de las familias se ven obligadas a adquirir otras cantidades en el llamado mercado liberado, también a bajos precios.
Expertos agrícolas locales recuerdan que en los últimos años Cuba ha dependido de la colaboración de Vietnam, Brasil y Japón para elevar los rendimientos por hectárea de este cultivo.
Especialistas vietnamitas asesoran a productores cubanos en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Camagüey y Granma.
Esta colaboración, iniciada en 2002, pretende trasladar a los agricultores antillanos la milenaria experiencia de sus colegas asiáticos para contribuir a que Cuba incremente la producción y disminuya las importaciones del cereal.
Hace casi una década, y antes de implementar las reformas que lo han convertido en una gran potencia exportadora de arroz en Asia, Vietnam tenía dificultades para dar de comer a su población y eran frecuente las hambrunas.
Pero los líderes de Hanoi, con su programa de reformas, autorizaron la propiedad privada en el ámbito agrícola y absoluta libertad de precios y de decisiones a los productores, reduciendo la interferencia del Estado en la planificación central.
En septiembre de 2013, los medios cubanos anunciaron que Brasil contribuirá a elevar las producciones arroceras cubanas mediante un convenio de colaboración entre ambas naciones, que posibilitará la transferencia de tecnologías y conocimientos durante cinco años.
Telce González, director del Instituto de Investigaciones de Granos (IIGranos), y Claudio Fernando Brayer, presidente del Instituto Riograndense del Arroz (IRGA), rubricaron el documento.
Japón donó por su parte a Cuba equipo técnico para la producción de semilla certificada de ese cereal, indispensable para completar la dieta de los cubanos.
El donativo consistió en tractores, trilladoras, segadoras, motocultivadoras y otros medios tecnológicos, con un valor de unos tres millones de dólares, para apoyar la producción en cinco provincias de Cuba.
NTX/FRC/SRA/NE
La Habana, (Notimex).- Vietnam, Japón y Brasil apoyan a Cuba en sus esfuerzos por recuperar y fortalecer la producción de arroz para disminuir sus costosas importaciones de alimentos, entre ellas las de este cereal, vital en la dieta de los cubanos.
El ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, consideró que los arroceros cubanos están hoy más cerca de cumplir con la autosuficiencia, que se reflejaría en un notable aporte a la economía nacional.
Según estadísticas, en 1958 Cuba fue el cuarto productor de arroz de América Latina, con 256 mil toneladas para una población de seis millones de habitantes.
En 2012, con 11.2 millones de habitantes, la isla produjo 277 mil toneladas, por lo que ese año tuvo que importar 483 mil toneladas para cubrir la demanda nacional.
El año pasado, la producción del ramo alcanzó 230 mil toneladas de arroz listo para el consumo.
El gobierno cubano pretende alcanzar para este año 254 mil toneladas, una cifra casi similar a la obtenida hace 56 años y con una población actual de 11.1 millón de habitantes.
El consumo nacional del cereal se estima en 700 mil toneladas cada año.
En un análisis con los productores del cereal de la provincia central cubana de Sancti Spíritus, Rodríguez Rollero dijo que se crean condiciones para que en 2016 se garantice la producción de 538 mil toneladas, el 60 por ciento de la demanda nacional.
El ministro de Agricultura dijo a la prensa nacional que ello depende de un programa integral en marcha, desde las siembras y cultivo hasta la parte industrial y almacenamiento.
Según estadísticas locales, el consumo promedio en el país es de más de 70 kilogramos por persona al año, y en el mercado internacional una tonelada de arroz se cotiza en unos 500 dólares.
El arroz se vende a través de la canasta básica subsidiada y, como no alcanza para terminar el mes, la mayoría de las familias se ven obligadas a adquirir otras cantidades en el llamado mercado liberado, también a bajos precios.
Expertos agrícolas locales recuerdan que en los últimos años Cuba ha dependido de la colaboración de Vietnam, Brasil y Japón para elevar los rendimientos por hectárea de este cultivo.
Especialistas vietnamitas asesoran a productores cubanos en las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Camagüey y Granma.
Esta colaboración, iniciada en 2002, pretende trasladar a los agricultores antillanos la milenaria experiencia de sus colegas asiáticos para contribuir a que Cuba incremente la producción y disminuya las importaciones del cereal.
Hace casi una década, y antes de implementar las reformas que lo han convertido en una gran potencia exportadora de arroz en Asia, Vietnam tenía dificultades para dar de comer a su población y eran frecuente las hambrunas.
Pero los líderes de Hanoi, con su programa de reformas, autorizaron la propiedad privada en el ámbito agrícola y absoluta libertad de precios y de decisiones a los productores, reduciendo la interferencia del Estado en la planificación central.
En septiembre de 2013, los medios cubanos anunciaron que Brasil contribuirá a elevar las producciones arroceras cubanas mediante un convenio de colaboración entre ambas naciones, que posibilitará la transferencia de tecnologías y conocimientos durante cinco años.
Telce González, director del Instituto de Investigaciones de Granos (IIGranos), y Claudio Fernando Brayer, presidente del Instituto Riograndense del Arroz (IRGA), rubricaron el documento.
Japón donó por su parte a Cuba equipo técnico para la producción de semilla certificada de ese cereal, indispensable para completar la dieta de los cubanos.
El donativo consistió en tractores, trilladoras, segadoras, motocultivadoras y otros medios tecnológicos, con un valor de unos tres millones de dólares, para apoyar la producción en cinco provincias de Cuba.
NTX/FRC/SRA/NE
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