Por Roberto F. Campos*
La Habana, (PL) El Torneo Internacional de la Pesca de La Aguja Ernest Hemingway es famoso. Esta competencia la conocen en todo el mundo, pues además es una de las más antiguas de su tipo en el Planeta.
Un viaje permanente a la aventura lo ofrece el mar en Cuba. Esta afirmación apuntala un encuentro anual que mucho tiene que ver con Ernest Hemingway, el escritor estadounidense que vio con muy buenos ojos a este archipiélago y, sobre todo, a sus gentes.
Por ello, el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja, que lleva el nombre del novelista tiene tanto impacto en el mundo, hasta el extremo de significar un escenario que puntea para un circuito internacional de este deporte, donde se miden las fuerzas y la inteligencia del pez y el hombre.
Sin embargo, este tipo de encuentro, que pudiera pensarse solo en los planos del deporte, tiene mucho que ver con el turismo cubano, como un valor añadido al esfuerzo de las autoridades por reforzar la náutica recreativa y la industria del ocio en este país.
De tal suerte, en la edición más reciente (2014), lo novedoso estuvo en una fuerte presencia de extranjeros.
Por otro lado, la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2015 estará dedicada en mayo a la náutica y se realizará en el centro-norte territorio de Jardines del Rey, una zona de cayos por excelencia.
LOS CUBANOS SON BUENOS PESCADORES
Por tanto, además del premio al ganador absoluto, el otro significativo galardón del 64 Torneo Internacional de Pesca de la Aguja Ernest Hemingway (el antecedente para 2015) resultó constituir el segundo encuentro de más participación en los últimos 10 años.
Tal presencia anota un valor añadido a la industria recreativa cubana, cuyas autoridades anunciaron oportunamente el cierre de 2014 con la atención a tres millones de visitantes extranjeros, todo un récord.
El Torneo Hemingway (por lo general en mayo o junio), uno de los más antiguos en el mundo, cerró sus puertas en 2014 con un absoluto éxito, de acuerdo con las opiniones de los organizadores y asistentes, y el triunfo para el equipo cubano, fue un vaticinio de un 2015 mucho mejor.
En esta convocatoria, la pasada, se inscribieron 82 pescadores agrupados en 22 equipos, la segunda mayor participación en una década, con colectivos en representación de 11 países con presencia reiterada de Canadá, Estados Unidos, Francia, Suecia, Reino Unido, Cuba, Italia, Letonia, México, España y Rusia.
Como ya es habitual, aplicaron el método de Marcar y Soltar, a favor de la protección de las especies y el medioambiente.
El comité organizador dijo que marcaron y fotografiaron 26 Marlins, y capturaron 48 dorados, cifra elevada en comparación con ediciones anteriores, lo que denota una riqueza en la fauna de la zona del evento, el litoral habanero.
Con cinco Dorados y cuatro Marlins, el equipo Cuba se llevó el primer puesto, luego de cuatro jornadas de pesca. El bote Santy (Cuba) se adelantó a las restantes tripulaciones en pugna.
Las embarcaciones Odds and Ends y Tag and Release, ambas de Estados Unidos, ocuparon el segundo y tercer puestos del certamen, respectivamente.
Le siguieron Rebel Yell, de España, que capturó al mayor túnido certificado en la competencia; la primera marca de Marlin la obtuvo Macondo III, de Canadá; mientras que el Santy mantuvo el récord al mayor Dorado (40,5 libras).
En la clausura, el viceministro primero del Ministerio de Turismo (Mintur), Alexis Trujillo, dijo que la 64 edición constituyó una muestra de la riqueza del ambiente marino del archipiélago antillano, y abrió las puertas para la realización del 25 al 30 de mayo de 2015 del 65 Torneo Hemingway.
Con sede actual en la Marina Hemingway, en el oeste de La Habana, este torneo tiene una larga historia cuyo origen se remonta a 1950, en vida el novelista cuyo nombre lleva el certamen.
Esta competencia es la más antigua del Planeta, solo superada por la Copa Mundial del Atún, en Nueva Escocia, y el Torneo del Sábalo, en México.
UN PARAISO PARA LA PESCA
A propósito del Torneo, expertos recuerdan el atractivo especial de un sendero marinero bautizado en los años 50 con el nombre del novelista estadounidense.
La Milla Hemingway tiene una relevancia muy particular entre los pescadores, pues se trata de un camino que corre junto al litoral habanero y tiene el mito de las buenas capturas de los peces pelágicos o de pico, dependiente de la Corriente del Golfo de México. Esos valores los reconocieron los pescadores asistentes, enamorados además de las bondades turísticas en el derredor de la sede del encuentro, la Marina Hemingway.
En el mundo no hay fenómeno natural que tenga tanta íntima relación con un personaje de las letras como la Corriente del Golfo, ubicada entre Estados Unidos y Cuba, inseparable de Hemingway.
Desde que en 1928 el autor de Adiós a las Armas llegara por primera vez a La Habana en el vapor Orita, el mar y su corriente marinera comenzaron a impactar su mirada y sentimientos.
Ya para 1932, navegó hacia la Isla junto a Joe Russell, su amigo traficante de alcohol en épocas de ley seca en Estados Unidos, cuando comprendió que en Cuba se podía estar y pescar bien.
Para el escritor, en su crónica El Gran Río Azul (1949), "... la principal razón de vivir en Cuba es el Gran Río Azul, de tres cuartos a una milla de profundidad y de sesenta a ochenta millas de ancho".
Esa corriente le inspiró la literatura y su afición, casi profesión, por pescar, hasta el punto de llegar a escribir El Viejo y el Mar, una novela que influyó notablemente para que le entregaran en 1954 el Premio Nobel de Literatura.
Compra el yate Pilar en 1934 y examina cuidadosamente la Corriente del Golfo, donde hay muy buena pesca, según sus criterios.
Esa corriente constituye una vía marítima muy peculiar, que cruza el Estrecho de La Florida hasta adquirir un ancho de 80 kilómetros y tener una profundidad variable de unos 600 a mil metros, según expertos.
Y tal fue el empleo por el escritor de ese escenario, que su parte central llegó a denominarse La Milla Hemingway, donde mejores capturas de peces de pico se realizaban, aunque el calentamiento global y otros fenómenos ahora reflejan un cambio en los hábitos de las especies.
De cualquier manera, el ambiente marinero y turístico que rodea a este torneo, destapa un atractivo particular para muchas personas en el mundo, y refleja las bondades de Cuba como destino de recreo, no solo para la modalidad de Sol y Playa, sino para la aventura, los paseos y la náutica.
*Periodista de la redacción de Economía de Prensa Latina rc/rfc
Un viaje permanente a la aventura lo ofrece el mar en Cuba. Esta afirmación apuntala un encuentro anual que mucho tiene que ver con Ernest Hemingway, el escritor estadounidense que vio con muy buenos ojos a este archipiélago y, sobre todo, a sus gentes.
Por ello, el Torneo Internacional de la Pesca de la Aguja, que lleva el nombre del novelista tiene tanto impacto en el mundo, hasta el extremo de significar un escenario que puntea para un circuito internacional de este deporte, donde se miden las fuerzas y la inteligencia del pez y el hombre.
Sin embargo, este tipo de encuentro, que pudiera pensarse solo en los planos del deporte, tiene mucho que ver con el turismo cubano, como un valor añadido al esfuerzo de las autoridades por reforzar la náutica recreativa y la industria del ocio en este país.
De tal suerte, en la edición más reciente (2014), lo novedoso estuvo en una fuerte presencia de extranjeros.
Por otro lado, la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2015 estará dedicada en mayo a la náutica y se realizará en el centro-norte territorio de Jardines del Rey, una zona de cayos por excelencia.
LOS CUBANOS SON BUENOS PESCADORES
Por tanto, además del premio al ganador absoluto, el otro significativo galardón del 64 Torneo Internacional de Pesca de la Aguja Ernest Hemingway (el antecedente para 2015) resultó constituir el segundo encuentro de más participación en los últimos 10 años.
Tal presencia anota un valor añadido a la industria recreativa cubana, cuyas autoridades anunciaron oportunamente el cierre de 2014 con la atención a tres millones de visitantes extranjeros, todo un récord.
El Torneo Hemingway (por lo general en mayo o junio), uno de los más antiguos en el mundo, cerró sus puertas en 2014 con un absoluto éxito, de acuerdo con las opiniones de los organizadores y asistentes, y el triunfo para el equipo cubano, fue un vaticinio de un 2015 mucho mejor.
En esta convocatoria, la pasada, se inscribieron 82 pescadores agrupados en 22 equipos, la segunda mayor participación en una década, con colectivos en representación de 11 países con presencia reiterada de Canadá, Estados Unidos, Francia, Suecia, Reino Unido, Cuba, Italia, Letonia, México, España y Rusia.
Como ya es habitual, aplicaron el método de Marcar y Soltar, a favor de la protección de las especies y el medioambiente.
El comité organizador dijo que marcaron y fotografiaron 26 Marlins, y capturaron 48 dorados, cifra elevada en comparación con ediciones anteriores, lo que denota una riqueza en la fauna de la zona del evento, el litoral habanero.
Con cinco Dorados y cuatro Marlins, el equipo Cuba se llevó el primer puesto, luego de cuatro jornadas de pesca. El bote Santy (Cuba) se adelantó a las restantes tripulaciones en pugna.
Las embarcaciones Odds and Ends y Tag and Release, ambas de Estados Unidos, ocuparon el segundo y tercer puestos del certamen, respectivamente.
Le siguieron Rebel Yell, de España, que capturó al mayor túnido certificado en la competencia; la primera marca de Marlin la obtuvo Macondo III, de Canadá; mientras que el Santy mantuvo el récord al mayor Dorado (40,5 libras).
En la clausura, el viceministro primero del Ministerio de Turismo (Mintur), Alexis Trujillo, dijo que la 64 edición constituyó una muestra de la riqueza del ambiente marino del archipiélago antillano, y abrió las puertas para la realización del 25 al 30 de mayo de 2015 del 65 Torneo Hemingway.
Con sede actual en la Marina Hemingway, en el oeste de La Habana, este torneo tiene una larga historia cuyo origen se remonta a 1950, en vida el novelista cuyo nombre lleva el certamen.
Esta competencia es la más antigua del Planeta, solo superada por la Copa Mundial del Atún, en Nueva Escocia, y el Torneo del Sábalo, en México.
UN PARAISO PARA LA PESCA
A propósito del Torneo, expertos recuerdan el atractivo especial de un sendero marinero bautizado en los años 50 con el nombre del novelista estadounidense.
La Milla Hemingway tiene una relevancia muy particular entre los pescadores, pues se trata de un camino que corre junto al litoral habanero y tiene el mito de las buenas capturas de los peces pelágicos o de pico, dependiente de la Corriente del Golfo de México. Esos valores los reconocieron los pescadores asistentes, enamorados además de las bondades turísticas en el derredor de la sede del encuentro, la Marina Hemingway.
En el mundo no hay fenómeno natural que tenga tanta íntima relación con un personaje de las letras como la Corriente del Golfo, ubicada entre Estados Unidos y Cuba, inseparable de Hemingway.
Desde que en 1928 el autor de Adiós a las Armas llegara por primera vez a La Habana en el vapor Orita, el mar y su corriente marinera comenzaron a impactar su mirada y sentimientos.
Ya para 1932, navegó hacia la Isla junto a Joe Russell, su amigo traficante de alcohol en épocas de ley seca en Estados Unidos, cuando comprendió que en Cuba se podía estar y pescar bien.
Para el escritor, en su crónica El Gran Río Azul (1949), "... la principal razón de vivir en Cuba es el Gran Río Azul, de tres cuartos a una milla de profundidad y de sesenta a ochenta millas de ancho".
Esa corriente le inspiró la literatura y su afición, casi profesión, por pescar, hasta el punto de llegar a escribir El Viejo y el Mar, una novela que influyó notablemente para que le entregaran en 1954 el Premio Nobel de Literatura.
Compra el yate Pilar en 1934 y examina cuidadosamente la Corriente del Golfo, donde hay muy buena pesca, según sus criterios.
Esa corriente constituye una vía marítima muy peculiar, que cruza el Estrecho de La Florida hasta adquirir un ancho de 80 kilómetros y tener una profundidad variable de unos 600 a mil metros, según expertos.
Y tal fue el empleo por el escritor de ese escenario, que su parte central llegó a denominarse La Milla Hemingway, donde mejores capturas de peces de pico se realizaban, aunque el calentamiento global y otros fenómenos ahora reflejan un cambio en los hábitos de las especies.
De cualquier manera, el ambiente marinero y turístico que rodea a este torneo, destapa un atractivo particular para muchas personas en el mundo, y refleja las bondades de Cuba como destino de recreo, no solo para la modalidad de Sol y Playa, sino para la aventura, los paseos y la náutica.
*Periodista de la redacción de Economía de Prensa Latina rc/rfc
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