En los próximos años la economía mundial podría enfrentarse a una nueva crisis financiera, pero esta será peor que la que el mundo sufrió en el 2008, sostiene el presidente de la agencia de calificación china Dagong, Guan Jianzhong.
"Es difícil predecir el momento exacto (cuando comenzará la crisis), pero todos los síntomas son evidentes: el crecimiento de la deuda, el dudoso crecimiento económico de EE.UU., de la Unión Europea, de China y de varios países en desarrollo", dijo Jianzhong en una entrevista con la agencia Tass.
Según el presidente de Dagong, la nueva crisis económica una vez más se desencadenará por el masivo consumo de créditos, que comúnmente se practica en los países desarrollados.
"En estos países la magnitud de los prestamos excede la capacidad de producir bienes, creando como resultado una burbuja. Esta crisis se ha transferido a todo el mundo a través de las políticas de flexibilización cuantitativa y la emisión de moneda. Las consecuencias de esas medidas las tuvo que pagar todo el mundo", concluyó.
"Es difícil predecir el momento exacto (cuando comenzará la crisis), pero todos los síntomas son evidentes: el crecimiento de la deuda, el dudoso crecimiento económico de EE.UU., de la Unión Europea, de China y de varios países en desarrollo", dijo Jianzhong en una entrevista con la agencia Tass.
Según el presidente de Dagong, la nueva crisis económica una vez más se desencadenará por el masivo consumo de créditos, que comúnmente se practica en los países desarrollados.
"En estos países la magnitud de los prestamos excede la capacidad de producir bienes, creando como resultado una burbuja. Esta crisis se ha transferido a todo el mundo a través de las políticas de flexibilización cuantitativa y la emisión de moneda. Las consecuencias de esas medidas las tuvo que pagar todo el mundo", concluyó.
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