Sábado 28 de marzo de 2015, p. 20
La gente ya se cansó de esperar el milagro mexicano. La gran liberalización (del país) ya tiene 30 años y claramente eso por sí mismo no bastó. No estamos hablando de que haya habido un desempeño terrible, pero no fue lo que se esperaba, aseveró Paul Krugman, premio Nobel de Economía, en una conferencia magistral en la Convención Anual de Industriales de la Canacintra.
Hay desencanto, dijo, y aunque México realizó grandes cambios porque liberalizó su comercio de manera dramática y reorientó su economía, consideró que muchas razones pueden haber incidido en que no creciera.
Hay muchas recetas para el crecimiento pero sólo Dios sabe qué pasó, comentó irónico. No obstante, destacó que uno de los factores que contribuyen al desarrollo de un país es contar con un buen nivel educativo, por lo que deben hacerse grandes inversiones en educación básica aun cuando los resultados tarden mucho porque se invierte en personas.
Sobre las recientes reformas, declaró no conocerlas aunque sus amigos del FMI le dijeron que son buenas, pero advirtió que en la privatización del sector energético se debe tener cuidado porque en el mundo ha habido casos alarmantes en que las concesiones se han convertido en regalos para amigos, como ha ocurrido hasta en Estados Unidos e Israel.
Ante el panorama que el premio Nobel pintó sobre México, uno de los empresarios de la Canacintra le preguntó qué pueden hacer los industriales para que mejore la situación del país rápidamente. ¡Vaya! Yo soy economista y si ustedes son el sector privado deberían saber qué es lo que están haciendo. Difícilmente puedo darles consejos, respondió.
Recomienda no elevar tasas
Por otro lado, Krugman recomendó a México no elevar las tasas de interés aunque la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tenga prisa por hacerlo, lo cual consideró un error .
Yo estoy en contra de tirar el gatillo demasiado rápido, y dijo que México no tiene que seguir necesariamente las tasas de interés de Estados Unidos al pie de la letra. ¡No lo hagan!, exclamó ante los industriales y advirtió que si la Fed se equivoca los riesgos podrían ser demasiado graves, como una deflación y excesivo desempleo si las eleva rápido o aumento de inflación si se tarda en hacerlo.
Krugman, quien ganó el Nobel de Economía en 2008 por sus análisis sobre el comercio mundial en la era de la globalización, presentó a los industriales un diagnóstigo general sobre la economía mundial, pero la mitad de su ponencia la dedicó a México.
Una de las cosas que sí es decepcionante es el despegue en el crecimiento económico. Ustedes todavía siguen esperando ese crecimiento y que México se convierta en un país como Corea, pero a pesar de 30 años de reformas no ha sucedido, insistió.
En una conferencia de prensa previa a su encuentro con los empresarios, aseveró que México ha sido la paradoja porque cuando liberalizó su economía a partir de la década de los 80 mucha gente pensó que se reduciría la desigualdad entre su población porque exportaría muchos productos y tendría mucha demanda de mano de obra, pero “sucedió todo lo contrario y hubo más desigualdad.
Esto indica que el comercio no necesariamente es una buena herramienta para abatir la desigualdad. México ha logrado una significativa reducción de la desigualdad, pero a partir del año 2000 más o menos, a partir de otros canales y medios (...) capacitando más a la mano de obra y un aumento significativo en el gasto social, que es bastante bueno. Hablando de comercio, no sólo del punto de visto de la desigualdad, tenemos que preguntarnos cómo va a sobrevivir esta economía y adaptarse al crecimiento. El papel de México como parte de un sistema de producción de Norteamérica sigue siendo central y una gran historia de éxito, dada su ubicación, éste es el destino económico de México para la siguiente generación, puntualizó.
Bajo riesgo de ser irrespetuoso, el mayor activo económico de México reside en la vecindad que tiene con Estados Unidos, está cerca de una economía enorme y bastante exitosa que le da ventajas y le permite integrar su producción de manufactura. Y las reformas económicas han tenido una orientación geográfica, comentó. De la inseguridad en México, dijo que es más alto el nivel de violencia doméstica.
El economista agregó que no ve una crisis económica de manera inminente para México, como ocurría con cada elección presidencial, pero advirtió que a nivel mundial se presentan caídas en los indicadores macroeconómicos similares a los que precedieron a otras crisis aunque no en la misma dimensión. El problema, dijo, no es de baja producción sino que el comercio mundial está muy deprimido porque hay una baja demanda de consumidores, un estancamiento secular, y recomendó a México tener cuidado con endeudarse en monedas extranjeras porque no conseguirá créditos tan baratos como Estados Unidos.
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