Todo no es más que el resultado de un trabajo serio, constante y sistemático. ¡Sistemático! Quien te diga otra cosa, te está engañando. La sistematicidad es la clave de todo. Ese es el único secreto, lo demás es cuento de camino. Claro, aplicando la ciencia como es.
Jorge Mazo Jáuriga es categórico. Para este campesino de Villa Clara -centro de la Isla-, dueño de la finca La Fortaleza hace ya siete años, no hay milagros, fórmulas, prodigios o casualidades capaces de producir, de manera sostenible y eficiente, “lo que se necesita de la tierra”.
Lo dijo delante de un plantío de plátanos de una uniformidad y limpidez tal, que conminó a curiosear por otros lares de aquellas, “mis cinco hectáreas de hacer parir la finca”, para terminar por darle crédito a sus palabras.
Se trata de una de las más rentables propiedades en la central provincia cubana, donde hasta 77 productores y 32 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) se dedican a la producción de semillas de alto valor genético.
Esto es, producir de forma sostenible, eficiente, las semillas botánicas, agámicas y biotecnológicas para los sistemas productivos del país y la exportación, por medio de la aplicación de la ciencia.
“Por ahí, por esta actividad estratégica, hay un camino directo al aumento de las producciones de alimentos”, dice nuestro interlocutor, un ingeniero agrónomo al que una circunstancia familiar lo convenció de dedicarse a labrar la tierra.
Por él dice más su aporte de simientes de plátanos y bananos (comúnmente llamados frutas), además de algunas variedades de tomate, que supera los 1500 quintales por hectáreas, “con todo el rigor técnico, la disciplina y el cumplimiento de las normas legales establecidas” para ello, según Allán Ramírez Diéguez, director de la Empresa Provincial de Producción y Comercialización de Semillas, con quien Cubadebate contrastó la información.
Mazo Jáuriga es eslabón de una cadena nacional que comprende 147 fincas productoras y 23 especializadas, que en 2014 obtuvo 44.7 toneladas de semillas y ayudó a disminuir su importación.
Así, favoreció la elevación de los rendimientos agrícolas en diversas regiones del país, disminuyó los riesgos de plagas y enfermedades, con el concurso de varias instituciones científicas.
Y aunque la expresión primera, incontestable, de cómo va la agricultura en el país es el mercado, y esa expresión no es positiva por la cantidad, calidad, variedad y precio de los productos que se expenden, su gestión y la de cientos de campesinas y campesinos, indican por dónde comenzar el camino para cambiarla.
“Claro compadre, porque lo primero es sembrar, y sembrar con semillas de calidad”.
Cubadebate estuvo también en la Empresa de Semillas de Cienfuegos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Cienfuegos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Viaje a la semilla. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Cienfuegos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Cienfuegos. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Viaje a la semilla. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Viaje a la semilla. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Viaje a la semilla. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Jorge Maso, de la Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Tienda de venta de Semillas, de la empresa de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Empresa de Semillas de Villa Clara. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
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