Por Martin Hacthoun
Buenos Aires, 16 nov (PL) Los argentinos vivieron finalmente su primer debate presidencial en la historia política del país el cual generó mucha expectativa y tuvo un rating del 50 por ciento en todos los canales que lo transmitieron según las mediciones.
Los dos candidatos que disputarán el domingo 22 la Presidencia en sustitución de Cristina Fernández, quien se despide el 10 de diciembre con la mejor imagen de un mandatario en la etapa democrática argentina, se enfrentaron cara a cara en el auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Estuvieron en escena el candidato del Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, y el de la alianza de derecha Cambiemos, Mauricio Macri. El primero fue más propositivo, en cambio el segundo estuvo más a la defensiva, según los analistas que comentaron el debate una vez terminado.
Algo que llamó la atención es que al concluir el intercambio que comenzó a las 21:00 hora local y duró una hora y media es que Macri evitó la prensa y se retiró en silencio a su residencia, por el contrario Scioli dio declaraciones a los reporteros que lo asediaban en la Facultad y se mostró seguro en entrevistas que concedió a varios canales, incluidos opositores.
Durante el debate, en el que hubo cruces fuertes, mostró al candidato del FpV más propositivo y agudo en desenmascarar, como dijo después a la prensa, el daño para la economía, la clase media, jubilados y la industria argentina que significarán las políticas de ajuste que proyecta el equipo de su rival conservador.
Entre ellas mencionó una súbita devaluación, eliminación de los controles cambiarios, el recorte de los presupuestos a universidades y las investigaciones de ciencia y tecnología, la eliminación de los subsidios a los servicios públicos y la reprivatización de grandes empresas recuperadas por el Estado en sectores claves para la economía.
En cambio, Macri se vio preocupado en aclarar que no es el pasado, insistió en atacar al actual gobierno que termina el 10 de diciembre y mostró rasgo de soberbia al insultar a Scioli llamándolo cínico, mentiroso y que era un panelista del programa 6,7 y 8, un espacio de debate político de la Televisión Pública.
Según lo pactado entre los equipos de los dos candidatos con los organizadores el debate se dividió en cuatro segmentos, uno para abordar el tema económico, un segundo sobre educación y salud, el tercer estuvo dedicado a la inseguridad, narcotráfico y el cuarto acerca de gobernabilidad, derechos humanos y el rol del Estado.
Durante las exposiciones se escucharon proposiciones políticas pero también muchas chicanas, situaciones ásperas y momentos de tensión con un sólo objetivo: captar el voto de los indecisos, que definirá al próximo presidente argentino, en los comicios del 22 de noviembre.
En esa dialéctica, Scioli presentó propuestas claras en los cuatro tópicos que marcaron el debate y Macri se mostró a la defensiva eludiendo contestar a los cuestionamientos.
El candidato de la alianza asumió como proposiciones propias políticas que ya impulsa el actual gobierno de la presidenta Cristina Fernández como el avance en el desarrollo ferroviario.
A las 01:20 de la madrugada del lunes una encuesta dinámica del portal informativo Infonews entre sus lectores marcaba que Scioli ganó el debate 78 por ciento contra 22 de Macri. De todas formas, la definición final lo harán los votantes en el silencio de las urnas el domingo 22.
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