Por Pedro Martínez Pírez
Luego de la reciente y muy contundente victoria cubana contra el bloqueo de Estados Unidos, que tuvo como escenario la Asamblea General de las Naciones Unidas, doscientos pacificistas de todo el mundo vendrán a Cuba esta semana para exigir a Washington que se retire de la centenaria base naval de Guantánamo.
El bloqueo económico, comercial y financiero y la ilegal base que Estados Unidos mantiene en el territorio de la oriental provincia de Guantánamo, son dos obstáculos fundamentales, aunque no los únicos, para que pueda hablarse de normalización de las relaciones entre los gobiernos de Washington y La Habana.
De ahí la importancia del IV Seminario Internacional de Paz y Abolición de Bases Militares Extranjeras que sesionará los días 20 y 21 de noviembre en la provincia cubana de Guantánamo.
Estos Seminarios se celebran cada dos años en Cuba y son organizados por el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos y el Consejo Mundial de la Paz. Y según informó en La Habana Silvio Platero, Presidente del Movimiento pacifista cubano, han confirmado su participación en el evento representantes de cuarenta países.
También hemos podido conocer que varios embajadores acreditados en Cuba asistirán a la cita de Guantánamo, entre ellos Edgar Ponce, representante de Ecuador, país que este 2015 ostenta la presidencia pro tempore de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y cuyo gobierno decidió cerrar hace algunos años la base militar que Estados Unidos operaba en la ciudad ecuatoriana de Manta.
La permanencia en la oriental provincia cubana de Guantánamo de una base militar de Estados Unidos, contra la voluntad del pueblo y el gobierno de Cuba, constituye también un flagrante irrespeto por Washington hacia la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada el pasado año en La Habana por todas las naciones integrantes de la CELAC.
La base de Guantánamo, donde además existe una cárcel en la cual se violan en forma flagrante los más elementales derechos humanos de los presos, que además carecen de asistencia jurídica, es la instalación militar más antigua de Estados Unidos en el mundo, y cuya prolongada permanencia constituye una violación inaceptable de la soberanía cubana y del derecho internacional.
La Habana, 16 de noviembre de 2015
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