Traducido del más allá por Max Lesnik
Se explica que los norteamericanos blancos, racistas anti-negros y anti-hispanos estén enardecidos respaldando la candidatura del magnate multimillonario Donald Trump en sus aspiraciones presidenciales. A fin de cuentas Trump ha sacado a la luz todas las frustraciones de un buen número de estadounidenses que añoran aquellos tiempos en que los negros tenían que cederles a los blancos sus asientos en los ómnibus urbanos bajo riesgo de “linchamiento” y que los inmigrantes hispanos parlantes solo encontraban trabajo fregando platos en los hoteles o recogiendo tomates en los campos de California.
Lo que vemos por televisión de la Convención Republicana que se está llevando a cabo en un estadium deportivo de la ciudad de Cleveland es el retrato vivo de una enardecida multitud de hombres y mujeres de la raza blanca, que a gritos fanáticos de vivas a Donald Trump nos llevan en el recuerdo, a través de los filmes cinematográficos de los años treinta, a los mítines del Partido nazi de Adolfo Hitler en el que el “fucher” de Alemania proclamaba la supremacía de la supuesta raza aria alemana sobre las llamadas razas inferiores, los judíos especialmente.
Habría que preguntarse ¿A qué viene eso de importar el “trumpismo” racista de los blancos norteamericanos a la “saguecera” cubana de Miami? ?¿Es que no comprenden todavía que para el norteamericano blanco racista, de esos que cifran sus esperanzas de volver a los viejos tiempos supremacistas del Ku Klux Klan con Donald Trump en la Casa Blanca, los cubanos somos todos unos mulaticos atrasados que pretendemos pasar por blancos?
Que no me digan que están con Trump por el tema de Cuba, puesto que a ese respecto el propio candidato Republicano ha dicho que continuará la política de relaciones diplomáticas con la isla, siguiéndolo los pasos antes trazado por el Presidente Barack Obama, como también lo ha expresado así, Hillary Clinton.
Hablemos claro y sin tapujos. Los cubanos que apoyan a Trump son tan racistas como él y los blancos norteamericanos que desprecian a negros y a hispanos por igual. El “trompismo” en la “saguecera” cubana de Miami. De tal palo tal astilla, digo yo.
Y hasta mañana viernes amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.
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