Por primera vez en mucho tiempo comienza un año nuevo con tantas interrogaciones e incertidumbres, porque a decir verdad nadie sabe- ni los más calificados analistas o politólogos- puede predecir como irá el mundo a partir de ahora en el que parecen estar resquebrajándose todas las estructuras básicas del campo occidental, tal como lo con conocimos después del triunfo aliado en la II Guerra Mundial.
Primero fue el llamado “Breixit” en la que el pueblo británico decidió salirse de la Unión Europea movido por una ola anti-inmigrante de corte nacionalista que también tiene paralelo en otras naciones del viejo continente especialmente en Francia, lo cual es significativo porque fue precisamente en esa nación donde se inició el proceso de modernización política de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” de la Revolución Francesa de 1789.
El triunfo electoral sorpresivo del magnate de negocios inmobiliarios Donald Trump en Estados Unidos, con su estilo original muy diferente a los políticos tradicionales norteamericanos, ya sean Demócratas o Republicanos, añade más preguntas que respuestas en cuanto a lo que tenemos por delante. Los optimistas dicen que todo irá mejor para el mundo si Washington “cuadra la caja”, con Moscú dejando definitivamente atrás las amenazas de una nueva “Guerra Fría” que ha querido revivir Obama contra Putin a finales de su mandato, mientras que los más pesimistas auguran días muy difíciles para el mundo a partir del triunfo de Trump en Estados Unidos y el auge de los nacionalismos europeos, que en mucho se asemejan a los surgidos en los sombríos años treinta del pasado Siglo XX de triste recordación para la humanidad.
Entramos en el año de la incertidumbre. Un pasaje a lo desconocido que no sabemos si el boleto tiene un tiquete de retorno. Lo grave de todo esto es que todos somos pasajeros en ese tren y nadie se queda a salvo en el andén.
Les habló para Réplica de Radio-Miami su director Max Lesnik.
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