Publicado en: Canal USB
Las líneas que siguen no están avaladas por investigaciones, sino por horas seguidas de ver nuestra televisión, incluidos los canales educativos. Por esa razón, puedo asegurar que unos cuantos programas de esos canales por factura y contenido merecen la más efectiva promoción.
En mi opinión, las propuestas de producción nacional más logradas tanto por su empaque como por los que trasmitieron fueron:
Sonando en Cuba logró acaparar la atención de la teleaudiencia nacional y se convirtió en el objeto de discusión en centros laborales, de estudio y paradas de ómnibus. No fue perfecto pero en la balanza se lleva las palmas porque consiguió situar la música cubana en el diálogo de los jóvenes. Sólo eso, le da un inmenso valor al que se agrega que sin didactismo de ningún tipo se habló de nuestros héroes, de la salud cubana, de la educación y de nuestros símbolos patrios.
Las trasmisiones de dos revistas informativas demostrativas de que en Cuba se puede hacer de la información un espectáculo. Desgraciadamente los dos casos estás asociados a tristes eventos: el paso del huracán Mathew y el tránsito de Fidel a otra dimensión.
La segunda temporada de la serie Unidad Nacional Operativa, UNO, historias de policías de carne y hueso, enfrentados al delito, con todo el despliegue logístico que necesitan este tipo de historias.
Con dos que se quieran dos, un programa de entrevistas con un excelente empaque, por el que pasó una buena parte de nuestros artistas para presentarlos en su cotidianidad, y ofrecer el lado terrenal de esas personas que son mirados por el resto de los mortales como suerte de dioses.
La pupila asombrada una entrega que ensambla buena música con propuestas audiovisuales, comentarios y un tema que apunta siempre a la lucha contra el imperialismo, “aunque no esté de moda”, como se titula una de las secciones.
De cierta manera, la única revista cinematográfica hecha totalmente con obras cubanas, que ha puesto en nuestros hogares filmes de ficción, documentales nunca trasmitidos por la televisión y que también aporta en su sección Primer plano notas sobre artistas vinculados al cine.
La neurona intranquila y La neuronita espacios para adultos y niños respectivamente, competitivos, y altamente instructivos.
Clip punto Cu, una amena entrega de música y de crítica que tienen un tan buen como moderno empaque.
El Noticiero cultural que cada día camina más hacia el periodismo de opinión y que es una opción donde, desde los spot hasta las entrevistas, se puede jerarquizar lo mejor del arte y la literatura.
Vivir del cuento que aún conserva parte de lo que hizo a ese espacio romper todos los índices de teleaudiencia y de gusto, pero que necesita renovarse.
Las revistas utilitarias De tarde en casa y Hola habana porque cumplen con su apellido: son utilitarias, y el programa Al mediodía que además de ofrecer una completa cartelera televisiva promueve acciones culturales, lo que no siempre es utilizado a partir de su alta teleaudiencia.
La trasmisión de los juegos olímpicos de Río de Janeiro, por la diversidad de deportes que se pudieron ver, aunque algunos no siempre en vivo como anhelaban los televidentes cubanos.
De la producción de otros países, pienso en:
Telesur, por supuesto. Si se quiere estar no sólo bien sino bonitamente informado, hay que sintonizar ese canal.
La propuesta cinematográfica en general y en especial de La séptima puerta, espacio que no sólo trasmite excelentes filmes sino que llevan un análisis ideológico apropiado. Arte siete que ha elevado la calidad de los filmes trasmitidos, El espectador crítico con cintas e introducciones amenas e interesantes; De nuestra América mantiene el encanto de presentarnos filmes hechos en esta parte del mundo; Amores difíciles ha logrado mostrar historias atractivas; Historia del cine que permite ver raras avis; Cuadro a cuadro todo un espectáculo que nos habla de comics; y en general la programación de Multivisión con ofertas nada despreciables en documentales y obras de ficción.
La trasmisión de deportes como el fútbol y programas como A todo motor que van al detalle de competencias no cubanas.
Algunas de las series trasmitidas especialmente por Multivisión, aunque Cubavisión, El educativo y el Canal Habana también las difunden. Digo algunas porque pasan otras que me pregunto por qué se gastaron el dinero en esa tontería.
Pasaje a lo desconocido, que tiene un buen ingrediente cubano, pero el documental siempre es de otra latitud.
Como resumen del resumen: existen programas, series o noticieros que yo nunca hubiera trasmitido. Esos serían los peores, a cada uno en su momento lo dije, pero en este balance prefiero entrar al 2017 con una carga positiva. Hablemos de lo bueno y agrego una sugerencia: revisar a conciencia la programación.
Si esto se hiciera no sucedería que por ejemplo, en las mañanas de épocas vacacionales todos los canales trasmiten muñequitos ¿y la buena cantidad de “pequeños” de la tercera edad que hay en Cuba?. ¿Por qué poner a competir De cierta manera con La pupila asombrada? No estoy en contra de que compitan pero no como en este caso, dos espacios con buenas propuestas estéticas, con comentarios, secciones que ponen al televidente (al que se debe ganar) a escoger.
Por eso repito: nuestra televisión necesita de coherencia. No es posible que Roberto Ferguson en su programa Bravo trasmita el primer recital de Barbra Streisand y uno se entere haciendo zapping. Menos se puede comprender cómo se puso en Pantalla documental la obra Hay un grupo que dice de Lourdes Prieto, sin ninguna promoción.
En fin, no más, deseemos una lluvia de coherencia para la TV (y para todos) y que se continúen haciendo buenos programas. A usted, que lee estas líneas, feliz 2017 y aceptaría con placer que diga su selección. Al final, para satisfacerlo trabajan muchas personas, a veces lo logran y otras no.
(Tomado del portal de la TV)
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