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Transformaciones palpables en el sistema cubano de salud.
(IPS) - Uno de los retos de mayor
sensibilidad ciudadana asumidos por el gobierno cubano apunta a elevar
la eficiencia y sostenibilidad de la salud pública, señalada
constitucionalmente como un derecho que el Estado debe garantizar a toda
la población.
La calidad de los servicios de salud fue blanco de críticas en los
debates populares promovidos por el propio presidente Raúl Castro en
2007 a partir de un discurso que pronunció el 26 de julio de ese año.
También se concentraron diversas propuestas al respecto en las
discusiones para diseñar los lineamientos de la política social y
económica que encaminan el proceso de actualización del modelo de
desarrollo del país.
El deterioro ostensible de los centros hospitalarios, la inadecuada
atención profesional y el déficit de personal médico figuran entre las
quejas más recurrentes de entonces.
“Desde principios de la década de 2000 había un grupo importante de
insatisfacciones en la población”, reconoció en entrevista con IPS el
jefe del Departamento de Atención Primaria de la Salud, Emilio Delgado.
El funcionario explicó que por esa época, ante la necesidad de
cumplir con “compromisos” médicos internacionales, se hizo una
reorganización del sistema sanitario que trajo como consecuencia la
disminución de consultorios de médicos de familia, núcleo fundamental de
la atención primaria de salud en este país.
Remediar esa situación formó parte del reordenamiento aplicado a
partir de 2010 en el sector dentro de los cambios encargados para
modernizar el modelo socioeconómico y construir lo que el gobierno
define como un “socialismo próspero y sustentable”. El proceso, que aún
continúa, incluyó la reducción de la plantilla total del sector de la
salud.
En 2009 había 582.538 trabajadores, 69,1 por ciento de los cuales
eran mujeres, mientras que en 2012 esa plantilla había bajado a 490.245,
de los cuales 70 por ciento eran mujeres, según registros del
Ministerio de Salud Pública.
Delgado dijo que la reducción ha continuado y en julio último había
486.000 plazas ocupadas. Según el funcionario, el reajuste incluyó la
oferta de otras opciones laborales para el personal “disponible”.
El directivo explicó que, como resultado “muy importante” de las
transformaciones, actualmente operan en todo el país 11.550 consultorios
de médicos de la familia, “casi el doble” que antes de 2010. Este
sistema acerca el galeno a la familia cubana y evita que las personas
acudan al hospital innecesariamente, entre otras bondades.
También se aplicaron medidas para el empleo racional de los recursos,
algunos de alta tecnología y se continuó adelante con el proceso de
inversiones para reconstruir las edificaciones hospitalarias.
“Mi esposo fue operado de urgencia la semana pasada y no tengo
quejas. Hasta la comida para los pacientes ha mejorado muchísimo”, dijo a
IPS la profesora Consuelo Aguilar.
“Las transformaciones tuvieron tres objetivos principales: ser más
eficientes y sostenibles, es decir, prestar igual servicio pero con más
calidad y menos gastos, mantener nuestros indicadores de salud y lograr
una mayor satisfacción de nuestra población”, indicó Delgado, quien
estimó que desde 2010 se ha ahorrado más de dos millones de pesos al
presupuesto de salud.
Según otras fuentes oficiales, el sistema sanitario había crecido en
los últimos años tanto en número de trabajadores como en la adquisición
de equipamiento más costoso y con una mayor presencia en las unidades
de la red, lo cual se tradujo en un aumento de las erogaciones, que
pasaron de constituir 5,5 por ciento del producto interno bruto en 2004 a
9,6 en 2009.
Luego de la reorganización del conjunto de instalaciones sanitarias,
Cuba cuenta con 152 hospitales para un total de 40.318 camas, un médico
por cada 133 habitantes, un estomatólogo por cada 774 y una enfermera
por cada 117. La esperanza de vida al nacer es de 77,9 años y la
mortalidad infantil de 4,3 por cada 1.000 nacidos vivos.
De forma paralela, las autoridades del sector aspiran a generar sus
propios ingresos mediante la comercialización de servicios médicos a
extranjeros tanto dentro como fuera de Cuba, incluida la captación de
recursos por docencia.
“Hay una gran cantidad de médicos de otros países que quieren y pueden autofinanciar su especialidad aquí”, señaló Delgado.
Junto al reto de la sustentabilidad, el sistema sanitario cubano debe
también responder a desafíos que abarcan la baja natalidad, que se
ubica hoy en 11,3 por 1.000, el envejecimiento de la población y temas
asociados como el cáncer, la primera causa de muerte en este país. “Para
todo esto nos estamos preparando y en algunos casos ya hemos tomado
previsiones”, agregó.
El directivo de la salud indicó que se estudian medidas para
estimular a la mujer a tener más hijos y a realizarse más controles
ginecológicos. Asimismo, se impulsa ampliar el tratamiento de la
infertilidad femenina y masculina, lo cual abrirá “posibilidades de
embarazo en miles de parejas que tenemos con ese problema”.
Por otra parte, el cáncer es una enfermedad que demanda atenciones
especializadas y medicamentos e impone otro grupo de retos, para lo cual
Cuba se prepara con la introducción de nuevas tecnologías de
diagnóstico y tratamiento. “Hay todo un proceso inversionista en este
sentido”, aseguró Delgado.
En su opinión, el desafío mayor de los servicios de salud que se
prestan sin costo para la ciudadanía cubana está en lograr una mayor
satisfacción de la población. “Si la gente está insatisfecha, hay que
seguir revisando por qué”, indicó el directivo, quien también señaló la
higiene y la epidemiología como aspectos que requieren mayor atención.
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