La Cancillería cubana dio una nueva muestra de alta diplomacia al invitar a la actual administración de Estados Unidos a buscar una solución aceptable para los dos países en el caso del norteamericano Alan Gross, quien fue detenido, procesado y sancionado a 15 años de cárcel en La Habana por tratar de implementar un programa subversivo financiado por Washington, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertas, con el uso de tecnología no comercial.
La declaración de la Cancillería cubana, que ha tenido amplia repercusión en medios nacionales e internacionales, se produjo a raiz de una información originada en Washington dando cuenta de que Gross, subcontratista de la famosa USAID, supuestamente una Agencia para el Desarrollo Internacional, inició la pasada semana una huelga de hambre en la capital cubana reclamando negociaciones entre su país y Cuba que conduzcan a su liberación.
Josefina Vidal, directora general de la Dirección que atiende los Asuntos de Estados Unidos en la Cancillería cubana, dijo que Washington y La Habana deberán procurar una solución aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, son los tres cubanos que continúan detenidos en cárceles de Estados Unidos desde 1998, mientras que René González y Fernando González ya están en su patria luego de cumplir íntegramente sus sanciones.
Revela la declaración de la Cancillería cubana que Alan Gross ha recibido un tratamiento digno y decoroso y no está cumpliendo su sanción en una cárcel, sino recluído en un hospital, no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por personal médico calificado. Agrega la nota del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores que Gross está en buenas condiciones físicas y su salud es normal y estable, y están bajo control y con tratamiento médico especializado los padecimientos crónicos propios de sus 64 años de edad.
A diferencia del cubano Gerardo Hernández Nordelo, quien está injustamente condenado a dos cadenas perpetuas más quince años, y no ha podido reunirse con su esposa Adriana Pérez, el subcontratista Alan Gross ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades, además de recibir accesos consulares mensuales de funcionacios diplomáticos norteamericanos y visitas de personalidades políticas y religiosas, en el hospital donde cumple su sentencia.
El gobierno de Estados Unidos, que en estos días ha quedado nuevamente en evidencia por su injerencismo en Cuba mediante programas de la propia USAID, la cual ha sido expulsada de varias naciones latinoamericanas, tiene ahora la oportunidad de mejorar su imagen, actuando en forma humanitaria, y favoreciendo una solución aceptable que contemple la liberación del estadounidense Alan Gross y los cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, considerados Héroes en Cuba por su lucha contra el terrorismo en la ciudad de Miami, donde viven y actúan con toda impunidad criminales tan abominables como Luis Posada Carriles.
La declaración de la Cancillería cubana, que ha tenido amplia repercusión en medios nacionales e internacionales, se produjo a raiz de una información originada en Washington dando cuenta de que Gross, subcontratista de la famosa USAID, supuestamente una Agencia para el Desarrollo Internacional, inició la pasada semana una huelga de hambre en la capital cubana reclamando negociaciones entre su país y Cuba que conduzcan a su liberación.
Josefina Vidal, directora general de la Dirección que atiende los Asuntos de Estados Unidos en la Cancillería cubana, dijo que Washington y La Habana deberán procurar una solución aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, son los tres cubanos que continúan detenidos en cárceles de Estados Unidos desde 1998, mientras que René González y Fernando González ya están en su patria luego de cumplir íntegramente sus sanciones.
Revela la declaración de la Cancillería cubana que Alan Gross ha recibido un tratamiento digno y decoroso y no está cumpliendo su sanción en una cárcel, sino recluído en un hospital, no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por personal médico calificado. Agrega la nota del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores que Gross está en buenas condiciones físicas y su salud es normal y estable, y están bajo control y con tratamiento médico especializado los padecimientos crónicos propios de sus 64 años de edad.
A diferencia del cubano Gerardo Hernández Nordelo, quien está injustamente condenado a dos cadenas perpetuas más quince años, y no ha podido reunirse con su esposa Adriana Pérez, el subcontratista Alan Gross ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades, además de recibir accesos consulares mensuales de funcionacios diplomáticos norteamericanos y visitas de personalidades políticas y religiosas, en el hospital donde cumple su sentencia.
El gobierno de Estados Unidos, que en estos días ha quedado nuevamente en evidencia por su injerencismo en Cuba mediante programas de la propia USAID, la cual ha sido expulsada de varias naciones latinoamericanas, tiene ahora la oportunidad de mejorar su imagen, actuando en forma humanitaria, y favoreciendo una solución aceptable que contemple la liberación del estadounidense Alan Gross y los cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, considerados Héroes en Cuba por su lucha contra el terrorismo en la ciudad de Miami, donde viven y actúan con toda impunidad criminales tan abominables como Luis Posada Carriles.
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