Se cuenta que la víspera de firmar el embargo contra los Castro, John Fitzgerald Kennedy, quien fumaba puros, pidió a su secretario de prensa, Pierre Salinger –también cigar aficionado–, que le comprara 1.200 Petit Upmann, su marca favorita de habanos.
Salinger relató años después que una vez que el Presidente comprobó que su abasto de tabacos cubanos se había renovado con 1.200 puros "sonrió y abrió un cajón de su escritorio. Tomó un gran papel y lo firmó inmediatamente. Era el decreto que prohibía todos los productos cubanos en nuestro país. Los puros cubanos eran a partir de ese momento ilegales en nuestro país".
Esta semana el presidente Obama, tras anunciar su decisión de restablecer las relaciones con Cuba, recibió con agrado el regalo de un puro habano de la marca Montecristo.
Fue en la fiesta de Janucá celebrada en la Casa Blanca el mismo miércoles en que hizo el histórico anuncio, cuando uno de los invitados, John Berzner, le ofreció como regalo un puro habano.
"Tuve la distinción única de regalar al Presidente deEstados Unidos uno de los mejores puros de Cuba, de la serie de Montecristo, en la Casa Blanca después de la ceremonia en la que se encendió una menora", explicó John Berzner a ABC News.
El Presidente anunció un aumento en la cantidad de bienes cubanos que los estadounidenses podrán traer de Cuba incluyendo el tabaco.
Los residentes en Estados Unidos podrán importar $400 en bienes, de los cuales no más de 100 pueden ser productos de tabaco y alcohol combinados.
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