La organización ecologista divulgó la declaración con motivo al Día de la Ciencia Cubana.
La Habana, 15 ene.- La Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ) llama a fortalecer la agricultura orgánica y familiar en Cuba, en detrimento de los organismos genéticamente modificados (OGM) con fines agroalimentarios.
Por Día de la Ciencia Cubana, que se celebra cada 15 de enero desde 1990, la organización ecologista divulgó un comunicado por correo electrónico e Internet con su postura sobre la liberación en el país de los también llamados transgénicos.
La polémica sobre la transgénesis en la agricultura de la nación caribeña se mantiene intermitente desde que en 2010 tuvo un momento cúspide de alarma y movilización de una parte de la comunidad científica y el activismo local.
La alerta estalló entonces por la liberación del cultivo experimental del maíz transgénico FR-Bt1 en campos aledaños al Valle de Caonao, en Sancti Spíritus, a 354 kilómetros de La Habana.
Incluso, el 15 de septiembre de 2010, el estatal Centro Nacional de Seguridad Biológica, ubicado en la capital, acogió una reunión sobre el asunto donde participaron científicos, activistas y representantes de entidades como la Oficina de Regulación Ambiental y Seguridad Nuclear, encargada de conceder licencias para este tipo de cultivos.
La FANJ, con 20 años de labor en favor de la naturaleza y el desarrollo sostenible, argumentó su postura en contra de los OGM en los campos cubanos:
Posición de la FANJ sobre Organismos Genéticamente Modificados (OGM) con fines agroalimentarios.
Aunque se afirme por la industria, las grandes transnacionales agrícolas y algunos gobiernos, que los transgénicos son seguros, que los procesos de evaluación de impacto son precisos y están en manos de personas responsables, que el control de esta tecnología es el mayor que haya existido en el sector agroalimentario y que los procesos de aprobación son transparentes y democráticos. También se reconoce, que los conocimientos científicos actuales no son suficientes para predecir con exactitud todas las consecuencias de introducción de genes extraños en organismos vivos, ni su evolución e interacción con otros.
Por tanto, consideramos que:
Es necesario tener presente los informes que alertan sobre los efectos nocivos de la liberación al ambiente de los OGM en cuanto a la erosión genética de las especies y variedades agrícolas tradicionales y la dependencia de un paquete tecnológico que hace a los sistemas agrícolas locales, más vulnerables a las fluctuaciones de factores externos, impactando también sobre la biodiversidad silvestre.
Es necesario destacar la posición favorable de nuestro país de incrementar la producción agrícola para el consumo humano a través de la práctica de una agricultura orgánica y sostenible, que ha mostrado sus potencialidades en medio de la grave crisis de la década de 1990 y que se convirtió en un modelo a nivel internacional para los movimientos sociales y científicos favorables a la expansión de un modelo de agricultura familiar, como alternativa a los modelos convencionales basados en el agro-negocio.
Es necesario adoptar el principio precautorio ante cualquier decisión de liberar al ambiente los OGM, basado en los resultados de investigación que reconocen los riesgos y consecuencias sobre la salud humana y los ecosistemas.
Es necesario que el gobierno garantice el acceso de todo ciudadano a la información vinculada con la producción y comercialización de productos alimentarios provenientes de OGM. Igualmente es preciso apoyar las iniciativas encaminadas a legislar la creación y el fortalecimiento de mecanismos que permitan a la sociedad mantenerse informada sobre lo que consumimos, tanto producido en el país como importado.
Por tanto, la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre está en desacuerdo con la liberación al ambiente de OGM con fines agroalimentarios.
En consecuencia:
1. No promoveremos en nuestros proyectos y acciones productos y tecnologías que favorezcan el desarrollo y empleo de OGM.
2. Promoveremos las iniciativas que desde los diferentes organismos del estado cubano, así como desde la sociedad civil, amplíen el conocimiento de estos temas y la efectividad de los mecanismos que faciliten la información entre los productores y consumidores. (2015)
La Habana, 15 ene.- La Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre (FANJ) llama a fortalecer la agricultura orgánica y familiar en Cuba, en detrimento de los organismos genéticamente modificados (OGM) con fines agroalimentarios.
Por Día de la Ciencia Cubana, que se celebra cada 15 de enero desde 1990, la organización ecologista divulgó un comunicado por correo electrónico e Internet con su postura sobre la liberación en el país de los también llamados transgénicos.
La polémica sobre la transgénesis en la agricultura de la nación caribeña se mantiene intermitente desde que en 2010 tuvo un momento cúspide de alarma y movilización de una parte de la comunidad científica y el activismo local.
La alerta estalló entonces por la liberación del cultivo experimental del maíz transgénico FR-Bt1 en campos aledaños al Valle de Caonao, en Sancti Spíritus, a 354 kilómetros de La Habana.
Incluso, el 15 de septiembre de 2010, el estatal Centro Nacional de Seguridad Biológica, ubicado en la capital, acogió una reunión sobre el asunto donde participaron científicos, activistas y representantes de entidades como la Oficina de Regulación Ambiental y Seguridad Nuclear, encargada de conceder licencias para este tipo de cultivos.
La FANJ, con 20 años de labor en favor de la naturaleza y el desarrollo sostenible, argumentó su postura en contra de los OGM en los campos cubanos:
Posición de la FANJ sobre Organismos Genéticamente Modificados (OGM) con fines agroalimentarios.
Aunque se afirme por la industria, las grandes transnacionales agrícolas y algunos gobiernos, que los transgénicos son seguros, que los procesos de evaluación de impacto son precisos y están en manos de personas responsables, que el control de esta tecnología es el mayor que haya existido en el sector agroalimentario y que los procesos de aprobación son transparentes y democráticos. También se reconoce, que los conocimientos científicos actuales no son suficientes para predecir con exactitud todas las consecuencias de introducción de genes extraños en organismos vivos, ni su evolución e interacción con otros.
Por tanto, consideramos que:
Es necesario tener presente los informes que alertan sobre los efectos nocivos de la liberación al ambiente de los OGM en cuanto a la erosión genética de las especies y variedades agrícolas tradicionales y la dependencia de un paquete tecnológico que hace a los sistemas agrícolas locales, más vulnerables a las fluctuaciones de factores externos, impactando también sobre la biodiversidad silvestre.
Es necesario destacar la posición favorable de nuestro país de incrementar la producción agrícola para el consumo humano a través de la práctica de una agricultura orgánica y sostenible, que ha mostrado sus potencialidades en medio de la grave crisis de la década de 1990 y que se convirtió en un modelo a nivel internacional para los movimientos sociales y científicos favorables a la expansión de un modelo de agricultura familiar, como alternativa a los modelos convencionales basados en el agro-negocio.
Es necesario adoptar el principio precautorio ante cualquier decisión de liberar al ambiente los OGM, basado en los resultados de investigación que reconocen los riesgos y consecuencias sobre la salud humana y los ecosistemas.
Es necesario que el gobierno garantice el acceso de todo ciudadano a la información vinculada con la producción y comercialización de productos alimentarios provenientes de OGM. Igualmente es preciso apoyar las iniciativas encaminadas a legislar la creación y el fortalecimiento de mecanismos que permitan a la sociedad mantenerse informada sobre lo que consumimos, tanto producido en el país como importado.
Por tanto, la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre está en desacuerdo con la liberación al ambiente de OGM con fines agroalimentarios.
En consecuencia:
1. No promoveremos en nuestros proyectos y acciones productos y tecnologías que favorezcan el desarrollo y empleo de OGM.
2. Promoveremos las iniciativas que desde los diferentes organismos del estado cubano, así como desde la sociedad civil, amplíen el conocimiento de estos temas y la efectividad de los mecanismos que faciliten la información entre los productores y consumidores. (2015)
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